Las mejores sagas de cine de terror: Hatchet

AQUÍ MANDA VICTOR CROWLEY

Las mejores sagas de cine de terror: Hatchet

Adam Green tiene sus cosas y es capaz de cualquier cosa. Lo mismo te crea una franquicia clasicota que rueda una minimalista joya de terror o forma parte de una antología Z. O rueda un documental.

Adam Green merece la pena.

Uno de los más activos e interesantes de la pandilla y el único que ha creado una franquicia a partir de su ópera prima, la divertidísima Hatchet, fue el que más se aplicó en Chillerama, una mediocre y un tanto larga antología de horror donde también estaban Joe Lynch o Adam RifkinThe Diary of Anne Frankenstein, rodada en alemán -o algo parecido-, en blanco y negro y que protagoniza Joel David Moore, visto en la citada Hachet, interpretando a Hitler.

Otro de sus aciertos puntuales es el de la modélica Frozen (no confundir con Frozen), que no es Infierno Blanco, pero Adam Green muestra señales de vida y personalidad. Torture porn sin porn on the rocks.

Digging Up the Marrow es un experimento, un juguete al servicio del spot de camisetas para ir de Festivales más cool del año. Termina por dar yuyu y todo y además cuenta con el padre de Laura Palmer.

Pero aquí lo que importa de verdad es Hatchet.

Hatchet - 2006

Más de diez años han pasado desde que Adam Green se diera un gamberro paseo por el slasher más puro, respetando las pautas marcadas y añadiendo toneladas de sangre y vísceras.

Entre el homenaje, la broma y su visión personal del cine de asesinos en serie deformes y probablemente retornados de la muerte, Green sitúa su leyenda en Nueva Orleans.

Victor Crowley, un joven que fue asesinado a hachazos por su padre, regresa como fantasma y se dedica a acabar con los turistas que realizan excursiones por los lagos de Nueva Orleans.

Esta comedia de horror está llena de decapitaciones, cuerpos desgarrados y partidos en dos chorreando sangre, y sin embargo, a diferencia de los gore-fest grim, llenos de torturas insufribles, el caos de Hatchet es tan vertiginoso y divertido que en realidad terminamos viendo una comedia de terror. O un clásico de los 80 que viajó en el tiempo.

Hatchet II - 2010

Con la incorporación de Danielle Harris, esa scream queen que no se pierde una farra (ni una secuela), retomando el papel que interpretó la mexicana Amara Zaragoza en la primera entrega, Hatchet II perdía todas esas virtudes que tienen las obras originales de manera natural, pero también pierde la más importante: el cariño y el saber manejar los tiempos del humor.

Que la capacidad de sorprender disminuya y el efecto de las muertes también decaiga no justifica que la película deje de ser divertida. Cuestión de casting, suponemos.

Hatchet III - 2013

BJ McDonnell ha movido la cámara en cientos de películas de prestigio. Cientos. Y entre ellas están los Hatchet de Adam Green, así que la única peli que ha dirigido es esta tercera entrega, una película que sin acelerar como aceleró locamente la primera, sí consigue mejorar la anterior entrega. El regreso de Danielle Harris escudada por nuestro querido Zach Galligan, el prota de ambos Gremlins, son valores seguros.

El primer Hatchet sin Adam Green es igual de burro y loco que lo anterior. Lo malo es que el protagonista de Gremlins, con los años, se parece a Josema Yuste.

Victor Crowley - 2017

Esta jodida sorpresa llega con el regreso de Green a la dirección y con ese cambio de título (aunque en USA llegará como Hatchet IV) es todo un misterio que, por desgracia, no se deja ver en ninguno de los dos festivales de género que tenemos en España en las próximas fechas. Las ganas no nos las quita nadie.

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