El agua es vida y la muerte es permanente en esta tensa y lacónica aventura de ciencia ficción de 3 dólares

El agua es vida y la muerte es permanente en esta tensa y lacónica aventura de ciencia ficción de 3 dólares

It Comes In Waves (se abre en una nueva pestaña) me intrigó de inmediato al ver sus capturas de pantalla y los primeros pasos del juego en el Twitter del desarrollador Antonio Freyre (se abre en una nueva pestaña). Tiene una ambientación de ciencia ficción desértica, analógica y polvorienta que recuerda a Dune y a la icónica copia de Star Wars. Después de jugarlo, me complace decir que recomiendo encarecidamente este breve y creativo ejercicio de tensión y terror.

El anterior trabajo de Freyre fue el año pasado Undetected (se abre en una nueva pestaña), un revival retro de Metal Gear Solid. Creo que ambos comparten una filosofía similar a la hora de cuestionar la violencia en los videojuegos, así como una presentación retro a medio camino entre las dos primeras PlayStations, pero por lo demás It Comes In Waves es su propia bestia.

Juegas como un vagabundo sin nombre que ha hecho algo... incalificable. El juego comienza en un pueblo del desierto al estilo de Anchorhead, lleno de habitantes que te dan la espalda. "Primero perdónate a ti mismo", me dice uno, mientras que otro dice: "Ninguna cantidad de especímenes cambiará lo que hiciste". Esta desconexión entre tus conocimientos y los de los demás me recuerda mucho a cómo todo el mundo odia tus tripas amnésicas en Planescape: Torment. Un land speeder cercano te lleva a las profundidades del desierto, con un ominoso mensaje de que nunca más podrás volver a la ciudad (al menos hasta que mueras).

It Comes In Waves es como un roguelike sin aleatoriedad, en el que fallar requiere reiniciar el juego por completo, y en el que tienes que llevar a tu "espécimen" por el desierto hasta un santuario cerrado. Las puertas no se abrirán hasta que hayas encontrado suficientes coleccionables que promuevan el crecimiento del espécimen repartidos por el desierto, y tienes que equilibrar este objetivo con un medidor de sed que se agota constantemente.

Al principio iba a toda pastilla, matando a los asaltantes del desierto para conseguir su preciada agua (mama mia, vamos a desentrañar eso) hasta que sufrí una caída que me hizo mucho daño en mitad del viaje. Con la salud a la mitad y el agua a cero (sufres daños constantes cuando el medidor llega a cero), entré en un auténtico estado de pánico, dispuesto a volver a matar para conseguir un trago de la preciada agua y no perder mi valioso progreso. El primer recolector de agua que encontré tras esta tensa y frenética búsqueda fue una bendición.

Llegué al final con relativa facilidad después de ese episodio y descubrí la sorprendente naturaleza de mi carga y mi destino. Me hubiera gustado que It Comes In Waves hubiera sido un poco más agotador: sentí una punzada de culpabilidad por matar a gente para conseguir agua, pero creo que tiene que empujarte a la desesperación con más fuerza. El medidor baja lo bastante rápido, creo que habría que ajustar las pastillas que te devuelven el agua, ya sea la cantidad de sed que sacian o la frecuencia de esas pastillas. Tal y como están las cosas, todas las que encontré llenaban inmediatamente la mitad del medidor, y podía contar con encontrar una en cada punto de referencia importante. Preferiría que se restableciera un valor predeterminado más tacaño y, tal vez, un medidor de dificultad para ajustar con precisión la cantidad que se recupera, y/o una mayor escasez de estas gotas.

Aun así, este experimento me llevó a ese punto de estrés y desesperación, y It Comes In Waves es una gran experiencia de juego que supera con creces su precio y duración. La estética del páramo es particularmente acertada, con hitos espeluznantes como un árbol en eterna combustión o un río de sangre que se me quedaron grabados. Al igual que el fenomenal juego de terror del año pasado, Iron Lung (que pronto se convertirá en película), It Comes In Waves es un juego que no exige mucho tiempo ni dinero, pero que deja una impresión duradera. Puedes probar It Comes In Waves por sólo 3 $ en Steam (se abre en una nueva pestaña) o itch.io (se abre en una nueva pestaña).

Imagen 1 de 5 Gazing up at a statue vomiting blood in It Comes In Waves Walking Through Town in It Comes In Waves Aiming at enemies in It Comes In Waves Running towards giant skeletal statues in the desert in It Comes In Waves At a vendor's shack in It Comes In Waves

Categorías:

¿Te gusta? ¡Puntúalo!

13 votos

Noticias relacionadas