Las mejores sagas de cine de terror: Destino Final
No vamos andarnos con tapujos: el año 2000, puede que por aquello de cambiar de década, por el miedo al “Efecto 2000” o porque colocar el año al final del título no es una buena decisión salvo que vivas en un episodio de Búscate la vida (Get a Life), fue un año lamentable para el cine de género. Secuelas descafeinadas como Scream 3, productos glamourosos que pretendían acercar el horror a los fans del cine más rancio y comercial (What Lies Beneath) o el disparate de Drácula 2000 no dejaron buen sabor de boca entre los aficionados. Afortunadamente, una pequeña joya se coló a mediados de año. Estaba dirigida por James Wong (no confundir con James Wan) y con ella arrancamos nuestros especiales sobre las mejores sagas de cine de terror: Destino Final.
Destino Final (Final Destination)
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Protagonizada por una hornada de estrellas o proyectos de estrella curtidos mayoritariamente en la televisión liderada por Devon Sawa, que había llegado un año antes con la comedia de culto El diablo metió la mano (Idle Hands), en el reparto se dejaban ver Ali Larter, Seann William Scott o el mítico Tony Todd con un papel por los que será siempre recordado.
Imaginación y buen gusto, además de un excelente sentido del ritmo, hicieron de la película de Wong el primer referente claro del inicio de una década que, en realidad, se lo había puesto muy fácil.
Destino Final 2 (Final Destination 2)
Tres años después el veterano especialista de acción David R. Ellis tomaba las riendas con la primera secuela junto a un nuevo equipo de guionistas. La película es recordada porque tenía la secuencia de arranque más despiadada de la franquicia y ya transformaba la saga en un catálogo de muertes cada vez más retorcidas y, lo más importante, más sangrientas. Algunas de ellas, realmente delirantes. Todo bien.
Destino Final 3 (Final Destination 3)
El director de la película original volvía para la montaña rusa. En esta ocasión la protagonista visionaria era la deliciosa Mary Elizabeth Winstead y tenía, al menos, dos de las mejores muertes de la licencia: la del gimnasio (¿¿¿a quién demonios se le ocurre tener unos sables en un gimnasio???) y la de la pistola de cables. La muerte seguía jugando al despiste para terminar de la misma manera.
Destino Final 4 (The Final Destination)
De nuevo David R. Ellis se hacía cargo de la siguiente entrega par con el mismo guionista de la otra incursión. La primera entrega con posibilidad de 3D se plegaba un poco a las exigencias del formato. Eso sí, los chistes macabros y el sentido del humor negro seguían a pleno rendimiento. Mención especial para ese final visto a través de los rayos x, porque hay cosas que, aunque quieras, no se pueden mostrar. Ni rodar.
Destino Final 5 (Final Destination 5)
Steven Quale debutaba en la saga (y en el cine) con la que de momento es la última entrega. De nuevo en 3D, de nuevo con más sentido del humor y con algunas muertes muy apropiadas para la época (esa cirugía láser), tiene la que, para un humilde servidor, es la mejor y más dolorosa muerte de todas: la que tiene lugar en el gimnasio.
Lo único malo que podemos decir es que han pasado seis años desde entonces y seguimos sin noticias de una nueva entrega.
