5 series de ciencia ficción que no son tan buenas como las recuerdas (y 5 que aún se mantienen)

Las series de ciencia ficción corren probablemente el riesgo de quedar anticuadas más rápidamente que otros géneros televisivos. Además de los habituales cambios tecnológicos y sociales a los que debe hacer frente todo el mundo del espectáculo, las series de ciencia ficción tienen que preocuparse por las peculiaridades del desarrollo científico que las hacen imposibles, y por las rápidas mejoras del CGI, dado el gran uso que hacen de él.

En consecuencia, hay muchas series de ciencia ficción que han envejecido mal, a pesar de los buenos recuerdos de sus fans y de quienes las vieron en su momento. Por diversas razones, algunas series no mantienen la calidad que tuvieron en su día, pero no se puede decir lo mismo de todas ellas.

Cuando la gente recuerda Expediente X, recuerda la interacción entre el Fox Mulder de David Duchovny, un extraordinario teórico de la conspiración, y la Dana Scully de Gillian Anderson, una escéptica racional. Ambos discrepaban personal y profesionalmente, pero tenían una química fulgurante.

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Lo que la gente no suele recordar es que hubo dos temporadas en las que el dúo no apareció junto, lo que dejó a la serie sin su principal argumento de venta. Además, la mitología y la historia de la serie eran demasiado enrevesadas para ser realmente agradables, y toda la premisa ha envejecido mal, ya que los teóricos de la conspiración se han convertido en un problema social en las últimas décadas.

Centrada en los personajes y en los diálogos, con una estética deliberadamente rústica y con trucos inteligentes para minimizar el uso del CGI, gran parte de Firefly sigue siendo tan disfrutable en la actualidad como lo fue en 2002, y desde entonces ha habido poca ciencia ficción que ocupe su nicho.

Eso es delante de las cámaras. Detrás de ellas, las crecientes pruebas que corroboran la conducta de Joss Whedon en todas sus series, incluida Firefly, pueden hacer que algunas personas no quieran verla. Pero para aquellos que quieran intentar separar el arte del artista, la serie sigue siendo un triunfo de la ciencia ficción.

Con un gran fandom que se fue apagando poco a poco, y con unas críticas inicialmente positivas, Los 100 durante un tiempo parecía que podría ser una serie de ciencia ficción importante de su tiempo. Aquellos que solo vieron las primeras temporadas recuerdan una serie que, si no era perfecta, tenía personajes convincentes e interesantes historias de fondo y misterio en sus arcos.

Sin embargo, al poco tiempo de comenzar su andadura, Los 100 dio varios pasos que redujeron su calidad, como el asesinato de personajes populares como Lexa, y la pérdida de la buena voluntad de los fans al volver a las mismas tramas de "gente del cielo contra gente de la tierra" una y otra vez. En general, las últimas temporadas de la serie han mermado la calidad de las primeras.

Life on Mars es una serie de la BBC que sigue al inspector jefe Sam Tyler tras caer en coma y despertar en 1973 como parte de la policía de Manchester. La serie se centra en su trabajo policial en la década de los 70 mientras intenta aplicar técnicas modernas, pero a lo largo de la serie se producen fenómenos inexplicables a su alrededor.

La serie, durante su emisión, equilibra de forma experta su procedimiento policial de alta calidad con el misterio de ciencia ficción de cómo llegó Sam a 1973, y si puede escapar. Tyler pasa de resolver crímenes en un minuto a ser perseguido por la chica de las tarjetas de prueba en el siguiente, y en cualquier caso es una televisión apasionante.

Blakes 7 fue una serie de ciencia ficción de la BBC en los años 70 y 80, que presentaba a un pequeño grupo de rebeldes a bordo de una nave de alta tecnología, luchando en una resistencia encubierta contra la Federación Terrestre totalitaria que gobernaba la Tierra y sus colonias.

A pesar de su bajo presupuesto, la serie era ambiciosa y gozaba de popularidad. Sin embargo, se compone en gran medida de elementos tomados de otras propiedades de ciencia ficción e incluso de fantasía, como Star Trek, Robin Hood y Star Wars, todas ellas con mejores presupuestos y producciones. Incluso se planeó una invasión alienígena que incluía a los Daleks de Doctor Who.

A Matt Groening se le asocia sobre todo con tres comedias: Disenchantment, Los Simpsons y Futurama. La primera tiene ciertamente sus fans, y Los Simpson están en su trigésima tercera temporada, pero Futurama fue cancelada por cuarta vez en 2013, muriendo de forma aparentemente definitiva.

A pesar de su caída, Futurama se mantiene como la más divertida de las tres comedias de Groening. Algunas temporadas decayeron, pero nunca tuvo el largo bajón que muchos acusan a Los Simpson de sufrir, y muchos de sus chistes envejecieron bien. En particular, la serie se las arregla para meterse en la sátira política, que en gran parte ha envejecido preocupantemente bien.

A pesar de haber terminado hace poco, Westworld dejó su huella en el mundo prepandémico con una asombrosa primera temporada a la que el público acudió en masa y que muchos comentaristas calificaron como una de las mejores de la televisión. Con una historia compleja y en capas que confiaba en que los espectadores siguieran el ritmo, giros argumentales impactantes y una acción y música magníficas, la serie deslumbró a muchos.

Sin embargo, comenzó a envejecer mal casi inmediatamente. La segunda temporada fue rápidamente criticada por ser innecesariamente densa y difícil de seguir, con muchos personajes cada vez más desagradables, todo ello al servicio de una trama menos interesante y unos giros poco convincentes. La tercera temporada fue directamente criticada por ser básica y excesivamente cínica.

Torchwood no tiene la misma vida útil que su serie madre, Doctor Who, con cuatro temporadas, dos de las cuales fueron miniseries, y se reconoce ampliamente que alcanzó su punto máximo en la tercera. Es una serie que se mantiene siempre que se recuerde su declive en la cuarta temporada, que sigue siendo una televisión agradable.

La serie se protege a sí misma de envejecer demasiado mal haciendo que su enfoque se centre en sus personajes, sus reacciones a los eventos que experimentan y sus interacciones entre ellos. La aventura no es la prioridad de la serie, sino el impacto. Como resultado, incluso cuando el CGI parece pobre y la ciencia se vuelve anticuada, las conexiones humanas entre el reparto siguen siendo relevantes.

Aparte de su premisa, Quantum Leap es más recordado por su repentino y decepcionante final, con una pantalla de texto que escribe mal el nombre del protagonista y que informa al público de que nunca pudo "saltar" de vuelta a su vida normal.

Esto llevó a muchos espectadores a descartar el final y a recordar la serie como un programa de acción de ciencia ficción de gran calidad. Sin embargo, las grietas empezaron a aparecer antes del final, incluyendo argumentos cada vez más extravagantes y finales repentinos de Deus Ex Machina para argumentos de larga duración. En definitiva, Quantum Leap sigue siendo una serie agradable, pero hay que mirarla con cautela.

La serie original de Star Trek está anticuada en algunos aspectos, al igual que su primer spin-off, La Nueva Generación, y sin embargo ambas siguen siendo relevantes y tienen cosas que se mantienen hoy en día. Sin embargo, es el optimismo y el idealismo presentes en Star Trek: La nueva generación lo que hace que merezca más la pena verla hoy que cuando se estrenó.

Con sus mensajes de armonía, compasión, superación de defectos y, en última instancia, de convertirse en una mejor persona, La Nueva Generación tiene una cualidad un tanto atemporal, independientemente de los avances de la ciencia o de lo cursis que empiezan a ser los decorados.