Lo peor y lo mejor de las películas de superhéroes de 2016
¿Qué fue lo peor y lo mejor de las películas de superhéroes de 2016? Todo el cine de superhéroes del pasado año analizado al detalle
Bienvenidos a 2017, un nuevo año se abre ante nosotros, y con él la oportunidad de buscar nuevas expectaciones que a final del mismo se cumplirán o no. Pero antes de meternos del todo en lo que nos ofrece este nuevo año, nunca viene mal hacer algo de retrospectiva con el que se nos acaba de escapar, y que menos que hacerlo con algo que consume tanto espacio en las noticias de nuestra web como son las mejores películas de superhéroes. 2016 no ha sido especialmente cicatera en ese aspecto, y a lo largo del pasado año tuvimos casi una decena de films estrenados dentro del género (que no se completó porque, a Dios gracias, Max Steel no llegó por estas tierras).
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Habiéndolas visto todas, bien podría estar realizar un resumen pormenorizado, no limitándose a ver cuales fueron mejores y cuales peores, sino ahondando que fue lo mejor que nos ofrecieron cada una de ellas. En un 2016 que arrancó fuerte con 'Deadpool', para luego seguir con 'Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia', 'Capitán América: Civil War', 'X-Men: Apocalipsis', 'Batman: La Broma Asesina', 'Escuadrón Suicida', 'Las Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras', 'Doctor Extraño' y 'Batman: El Regreso del Enmascarado' desde luego no es que falte material del que extraer tanto mucho bueno como mucho malo.
Esto fue lo peor y lo mejor de las películas de superhéroes de 2016. Sobra indicar que, en caso de que nos las hayáis visto todas, podéis encontrar SPOILERS dentro del post:
Mejor superhéroe: Empate a tres entre los tres grandes iconos que nos ha dado el cine de superhéroes de este año por cortesía de Fox, Marvel y Warner DC. En el caso de la primera, es imposible cuestionar al Deadpool de Ryan Reynolds por el mérito que ha supuesto no solo conseguir llevar a cabo de forma satisfactoria un proyecto que durante años se ha considerado maldito, sino también hacer el personaje tan suyo que a día de hoy es imposible separar al personaje del actor. Lo mismo puede decirse del Doctor Strange de Benedict Cumberbatchy el Batman de Ben Affleck ya sea por las siempre irreprochables cualidades interpretativas del primero o la increíble entrega adecuación física del segundo. En ambos casos partían además con el lastre de las comparaciones con el Iron Man de Robert Downey Jr. y el Caballero Oscuro de Christian Bale, superándolo con nota para forma junto a Reynolds el triunvirato de superhéroes del año. Terror alado de Gotham, Hechicero Supremo y Mercenario Bocazas.
Mejor superheroina: Pese a que no hemos tenido ninguna superheroína protagonista este año, no han faltado las figuras femeninas de poder con peso de poder en sus respectivas películas. Cada una de ellas en su respectivo rol, ya se la Ancestral / Anciana de Tilda Swinton con su papel como mentora en 'Doctor Strange' -quien además es el eje de algunas de las mejores escenas de acción de la cinta-, el peso crucial de la Bruja Escarla de Elizabeth Olsen dentro del conflicto de Civil War o la novicia Jean Grey de Sophie Turner que -aunque tarda- disfruta de un momento de gloria tan apoteósico que es imposible no desear que Bryan Singer ruede su propia versión de 'X-Men 3'. Pero si tenemos que hablar de una superheroína con tanta fuerza que prácticamente llega a eclipsar a sus contrapartidas masculinas es Wonder Woman. Gal Gadot todavía tiene que superar la prueba de ser capaz de ser la protagonista de un film, pero como pronto ha sabido hacer a la princesa amazona tan suya que no solo ha callado a todos los que la criticaron, sino que junto al Batman de Affleck es la gran esperanza de futuro para Warner DC.
Mejor supergrupo: 2016 ha sido el año en el que todos los superhéroes han decidido partirse la cara entre ellos. Por pelearse se han peleado hasta las Tortugas Ninja con un Leonardo empeñado en ser más capullo que cualquier encarnación previa del personaje. Esta es la razón por la que los vamos a dejar en un honroso segundo lugar, para darle el oro a los X-Men. Protagonizar una escena de acción grupal que prácticamente es la traslación a imagen real de la portada de X-Men #1 de Jim Lee y que -al fin- hayan completado al grupo con sus trajes de colores tras seis películas son razones más que poderosas. Ahora que cumplan su promesa y que la próxima película este inspirada en los X-Men de los noventa de la serie de animación con toda su intro y todo su festival de colores. Ha sido demasiado tiempo esperando hasta este momento y ahora no vale echarse atrás y volver a disolver el grupo para no reformarlo hasta el final.
Mejor villano: Este año nos ha ofrecido un puñado de adversarios que -pese venir acompañados de una fuerte controversia-, para todo el que busque algo más que el enésimo adversario genérico con el que vender muñequitos también han sido sumamente interesantes. De todos ellos, ninguno cumple la función de ese gran mal al que los héroes tienen que hacer frente como lo hace el En Saba Nur de Oscar Isaac de 'X-Men: Apocalipsis' a nivel conceptual. Y antes de que empiecen las pedradas, permitidme repetir: A nivel conceptual. Porque hay algo que falla a nivel de producción en la película de Bryan Singer de lo que ya hablaremos más abajo, pero en lo que respecta a guión, lectura del personaje e interpretación por parte de Isaac han conseguido ese gran villano al más puro estilo Mumm-Ra o Mon*Star de las series animadas de los ochenta que Marvel lleva desde hace años intentando conseguir sin éxito.
La figura clásica del villano megalómano con ansias de poder nunca ha estado tan justificada como con este omnipresente ser de tiempos pretéritos, que no solo es introducido como la imagen del oscurantismo religioso, de la aniquilación de la libertad individual bajo la tiranía del monoteísmo y de la destrucción del progreso bajo la lanza del servilismo disfrazado de tradición. El En Saba Nur de Isaac se nos vende directamente como el Dios del Antiguo Testamento, con un fin tan perversamnente claro como eliminar el libre albedrío para infectar cada mente y cada voluntad humana hasta que todo lo que tengamos en nuestras cabezas sea la servitud hacia él. Y en ese sentido, a pesar de la textura plástica a lo villano de Power Ranger que transmite su caracterización, la película sabe transmitir tanto la omnipotencia de un villano imparable -su lucha mental contra Xavier al más puro estilo del Rey Sombra-, sino también esa maliciosa ambigüedad de quien tan pronto se nos presenta como un despota sin sentimiento como un mesías salvador que otorga a Magneto la fuerza para emular a Moises en el Mar Rojo sobre las ruínas de Auswitchz.
También cumple implacablemente bien su función el Ajax de Ed Skrein como aquel perro de presa mezquino, deleznable y cruel que era este en los cómics originales de 'Deadpool'. No solo es exactamente lo que tiene que ser cumpliendo con una solvencia incuestionable como enemigo físico, sino que también lo hace como ese cabrón al que tanto se disfruta odiando. Y sobra decir lo muy adecuado que es esto teniendo en cuenta como acaba el film. Caso muy diferente es el del Helmut Zemo de Daniel Brühl en 'Civil War', personaje que estaría mucho más arriba de no ser porque sus verdaderas virtudes están más en como funciona como personaje que como villano. Y es ahí donde radica la genialidad del mismo dentro de una película que pretende alejarse de la separación tradicional de buenos y malos para sumergirnos en una zona de grises en la que cuesta tener claro quien lleva razón, y donde incluso su villano llega a ser alguien con quien es posible conectar dentro de su determinación de acabar con los Vengadores.
Una endiabladamente aguda reinterpretación que pese a alejarse del original sigue manteniendo las bases de aquel Zemo de Stern, Nicieza y Brubaker. Pero si hablamos de reinvenciones, ninguna ha sido tan controvertida como la del Lex Luthor de Jesse Eisenberg en 'Batman v Superman', y aunque le han caído palos de todo tipo por no mantener en la imagen tradicional de imponente y aburrido hombre de negocios alopécico, aquí vamos a romper una lanza por él como el Luthor más arriesgado e interesante desde el de Gene Hackman en la primera película del Superman de Donner. Dejando de lado su -por otro lado muy adecuada- interpretación al borde del ataque de nervios y la prueba insuperable que ha supuesto para los dobladores- hay una serie de ideas sumamente interesantes orbitando alrededor del personaje dentro de su función como reverso oscuro de Batman, ya sea por el uso de los medios para manipular al mundo para que considere a Superman una amenaza, como por las que él mismo está seguro que lo es. Tanto desde la perspectiva de Luthor como la de Batman 'El Amanecer de la Justicia' es una película de terror, pero si bien el segundo todavía se permite el idealismo de creer que puede solucionarlo con los puños, Luthor actua desde la desesperada y enloquecedora consciencia de que la humanidad ha quedado obsoleta, y que todavía está por llegar lo peor.
Mejor villana: Dejando de lado el regreso de una eminecnaia como Julie Newmar como voz de Catwoman en 'Batman: El Regreso del Enmascarado', poca sombra ha dado este año a la Harley Quinn de Margot Robbie en 'Escuadrón Suicida'. Que -efectivamente- no está tan loca como se nos vende, pero capta a la perfección ese carácter de aquella hiperactiva versión femenina de Jack Sparrow de la que pudimos disfrutar tanto en la versión animada original de Bruce Timm y Paul Dini, como de los cómics actuales de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti. No es de extrañar que sea la próxima en tener película propia.
Mejores esbirros: Gary Anthony Williams y Sheamus mirándose la chorra a grito de “My man” como Bebop y Rocksteady. Lo mejor de la secuela de Ninja Turtles, y muy por encima de cualquier otra alternativa que se pueda buscar entre las monosilábicas Gina Carano y Olivia Munn como Angel Dust y Psylocke en 'Deadpool' y 'X-Men: Apocalipsis' respectivamente.
Mejor robaescenas: Ninguno era el protagonista de sus películas, pero tanto el Spider-Man de Tom Holland en 'Capitán América: Civil War' como la ya citada Wonder Woman de Gal Gadot en 'Batman v Superman' y -de nuevo- el Quicksilver de Evan Peeters a golpe de 'Sweet Dreams' en 'X-Men: Apocalipsis' se apropiaron de las funciones para ser los favoritos de todos.
Mejor interés romántico: Lo sentimos por la Lois Lane de Amy Adams, pero si bien su personaje gana mucho en la versión extendida de 'Batman v Superman', su papel en el último acto de la cinta la deja muy por detrás de la verdadera novia del año: Morena Baccarin como Vanessa en 'Deadpool'. Pocas relaciones románticas tan entrañables y a la vez tan cercanas y con tanto humor como la suya se han podido ver en el cine de acción desde hace mucho tiempo.
Mejor secundario: Cualquiera que haya crecido viendo 'Batman del Futuro' sabe que el sarcástico y acidísimo Alfred de Jeremy Irons es uno de los mejores hallazgos de 'Batman v Superman'. Mención especial para el Weasel de T.J. Miller, la ciega Al de Leslie Uggans y Karan Soni como Dopinder en 'Deadpool'.
Mejor elenco: En prácticamente todas las películas de superhéroes de 2016 hemos encontrado grandes actores que han sabido apropiarse de sus personajes. En algunas como 'Deadpool' o 'Doctor Strange' incluso es difícil encontrar alguna caracterización por debajo del notable. Pero ninguna ha logrado la titánica tarea de conseguir que una veintena de personajes congeniase en una trama sin que la fluidez de la narración o la caracterización y peso de los personajes se resintiese como lo ha hecho 'Capitán América: Civil War'. La película tiene tan claro qué cantidad de protagonismo tiene que tener cada personaje y como encajar a cada uno dentro de la trama que nos pretende ofrecer sin dejar por ello de ser reconocible, que incluso aquellos que tienen menos protagonismo -pongamos Máquina de Guerra- brilla más de lo que lo haya hecho en ninguna otra película Marvel. Un portento en cuanto a gestión de elencos corales que no solo es la mejor película de los Vengadores que se haya estrenado hasta la fecha, sino que es ya material de estudio para todo el que quiera abordar un blockbuster con un elenco coral y pretenda que todos y cada uno de sus personajes brillen con una justa y milimétricamente calculada intensidad. Desde sus dos protagonistas a otros personajes vitales para la trama como Soldado de Invierno, Pantera Negra o Zemo, pasando por secundarios del peso de Visión y la Bruja Escarlata y cameos como los de Spider-Man y El Hombre Hormiga, no hay un solo engranaje que no funcione con la precisión de un reloj suizo, ni ningún personaje que no nos ofrezca la mejor versión de si mismo.
Mejor cameo: No nos han faltado ni los del incombustible Stan Lee -destacando el emotivo momento que protagoniza junto a su esposa en 'X-Men: Apocalipsis'-, ni otros tan geniales como el de Bob en 'Deadpool' o el Eggman del ya finado Vincent Price en 'Batman: El Regreso del Enmascarado'. Pero si hay un cameo que por su arriesgada inclusión capaz tanto de dejar en un estado de desconcierto total a los desconocedores de los cómics como que se nos ponga muy dura a los más curtidos, es el del Flash de Ezra Miller en 'Batman v Superman' al más puro estilo de La Creación del Hombre de Miguel Ángel. Es imposible vivir ese momento en el cine habiendo sido fan de estos personajes sin que le tiemble a uno todo con esta escena mientras palabras como Black Racer, Flashpoint, Crisis Final, El Cuarto Mundo o Crisis en Tierras Infinitas le bombardean la cabeza.
Mejor interpretación: En general 'X-Men: Apocalipsis' cuenta con un reparto muy solvente por la parte de sus adultos, pero pocos casos puede encontrar uno como los del Charles Xavier de James McAvoy y el Magneto de Michael Fassbender en la última entrega de la saga mutante. Para cualquiera que haya visto las películas de superhéroes de este año versión original probablemente no descubra nada si afirmo que estos dos portentos de la interpretación cuidan con tanto mimo cada frase que sale por sus vocas y las pronuncian con tanta convicción a través de sus magistrales voces que uno sería capaz de escucharlos eternamente aunque se tratase de una película de los dos hablando en la mesa de un bar.
Mejor dirección: Por la ya citada dirección de actores, por la claridad narrativa con la que nos ofrecen una historia con principio y fin, por esa energía y ritmo que en ningún momento decae y lo increíblemente bien rodadas que están todas y cada una de las escenas de acción no hay nadie que se lo merezca más que los hermanos Russo por 'Capitán América: Civil War'. No hay que buscar más ejemplo que la introducción de Pantera Negra durante la persecución de Soldado de Invierno, y como el duo usa una secuencia que en manos de otro cineasta se limitaría a una simple pelea / persecución como medio para presentar a un espectador que probablemente no conoce al personaje de nada todas y cada una de sus habilidades, en una secuencia tan ordenada como perfectamente nítida. Sin mediación de palabra alguna ni tener que exponer una sola frase sobre la armadura de vibránio o la agilidad y reflejo sobrehumanos. La regla del “muestra, no cuentes” en un uso tan perfecto del lenguaje cinematográfico que hacen fácil lo difícil.
Mejor edición: La historia dirigida por Tim Miller y editada por Julian Clarke es tan simple, que 'Deadpool' si hubiera sido narrada de cualquier otra forma es probable que ni siquiera hubiera funcionado. Sin embargo, el uso de unos saltos temporales nada confusos, de las continuas rupturas de la cuarta pared del personaje y de otro sin fin de alardes narrativos la convierte en un festival de diversión tan continuo que hasta uno tarda en darse cuenta de que le han vendido una película que no es sino dos setpieces de acción y un flashback entre medias, y que no solo se lo ha tragado sin protestar, sino que estaría dispuesto a repetir.
Mejor guión: Las ya citadas capas que Christopher Markus y Stephen McFeely han sabido hilar como parte de la trama de 'Capitán América: Civil War', con tal grado sutil de referencia, con tal cuidado en que hasta la última escena importe y sin que por ello se convierta en una historia difícil de seguir es la mejor muestra de un guión minuciosamente cuidado con todas las papeletas para estar incluidos entre los mejores que ha dado el género. La forma en la que saben entender a cada uno de los personajes de su libreto hasta el punto de que la práctica totalidad de ellos no solo muestra la mejor cara de si mismos como ya indicábamos arriba, sino que además se las ingenian para evolucionar de forma coherente a lo largo de la trama hace de ellos lo más próximo que hemos tenido en el cine de superhéroes a lo que fue Chris Claremont para el equivalente en viñetas del mismo.
Mejor adaptación: Pocas películas han sabido captar mejor la esencia de su protagonista y todo el entorno que le rodea que 'Deadpool', una maravillosa traslación del espíritu de la etapa Kelly del personaje a cargo tanto de los guionistas de 'Bienvenidos a Zombieland' Rhett Reese y Paul Wernick como de su protagonista Ryan Reynolds. Mención especial a la cinta animada 'Batman: El Regreso del Enmascarado', que pese a la sensación de que el regreso de Adam West, Burt Ward y Julie Newmar con el personaje podría haber dado más de sí si el departamento animado de Warner dejara de aplicar una y otra vez el mismo estilo de dibujo y se atreviera a dar a cada film una verdadera identidad como hicieron con los DC Nation, pero aun así sigue siendo una auténtica joya para cualquier nostálgico de la serie de Batman de los sesenta.
Mejor fotografía: Ninguna película de superhéroes estrenada este año termina de ser perfecta en este aspecto, pero la cosa quedaría entre la viveza de colores que transmite el trabajo Lula Carvalho y Ben Davis en 'Las Tortugas Ninja: Fuera de las Sombras' y 'Doctor Strange' respectivamente, y el de Larry Fong en 'Batman v Superman'. Pese a lo controvertido que suele ser su trabajo por el uso de desaturaciones -y que en la propia película pasa de lo espectacular a lo desastroso a lo que dices “Juicio Final”-, nadie se lo merezca probablemente tanto como el último, gran parte responsable de ese portento visual que nos ofrecen los dos primeros tercios de la película. La desbordante sensación de amplitud que transmiten secuencias como la del funeral de los padres de Bruce Wayne o la batalla de Metropolis narrada desde los ojos de este último difícilmente la misma sin la contribución de Fong. Aquí y aquí tenéis dos muestras de su trabajo en la que -pese a sus defectos- puede ser la película de superhéroes más visual del año. Si excluimos otra de la que hablaremos más abajo, claro.
Mejor diseño de producción, vestuario y maquillaje: He aquí otra cosa positiva que hablar del Escuadrón Suicida más allá de lo bien que se mete Margot Robbie en la piel de su protagonista, y es que -aunque aquí cabría hacer también una mención especial al Doctor Strange de Marvel- es la película de superhéroes del año que mejor sabe crear una identidad visual propia. Lástima que sea para desperdiciarlo con todo lo que hablarémos dentro de lo malo, pero a nivel estético y de diseño de personajes pocas cintas lucen con tanta personalidad como el envoltorio con el que nos vendieron una película que al final estuvo lejos de ser lo que podía haber sido.
Mejores efectos especiales: Esta vez sí, 'Doctor Strange', una película en la los efectos especiales no son un fin para llegar a un punto ni un trámite que abordar de forma perezosa, sino una virtud en si misma que justifica con creces el visionado de la película en pantalla grande. Frente a otras películas más cerbrales, Doctor Strange es ante todo un espectaculo sensotial que recrea de una forma portentosa los mundos que Steve Ditko y Jack Kirby crearon en plena psicodelia de los años sesenta. Pese a tomar elementos prestados de cintas como 'Inception' o 'Matrix', la cinta de Scott Derrickson los lleva tan lejos que se convierte en una experiencia extrasensorial para disfrute de los sentidos.
Mejor 3D: Como prolongación de esto último, 'Doctor Strange' es la primera película de superhéroes concebida para que su visionado en pantalla IMAX o 3D afecte de forma tan positiva al visionado, quejustifica volver a pasar por taquilla solo por disfrutarla en ese formato. Si todavía no lo habéis hecho y todavía tenéis la oportunidad de hacerlo, no lo dudéis ni un segundo, porque puede ser el mejor regalo cinematográfico que os hagáis este año. Doctor Strange no solo es la mejor película 3D dentro de su géneros, sino también una de las mejor aprovechadas que se han producido en este sistema desde que arrancó la moda con Avatar.
Mejor banda sonora: A pesar de que este año hemos tenido un puñado de bandas sonoras bastante solventes, si hubiera que destacar un nombre es el de Junkie XL. El compositor ha participado en los dos mejores soundtracks de superhéroes del año, siendo el mejor de ellos el que realiza junto a Hans Zimmer para 'Batman v Superman'. Y es que por mucho que el compositor de la trilogía del Caballero Oscuro y El Hombre de Acero continúe regodeándose en sus vicios y ticks, y por muy machacona y barroca que esta llegue a ser, no se puede dudar de ninguna forma que se aferra a las meninges con la contundencia de un guantelete de acero. No todos los aspectos de 'El Amanecer de la Justicia' están a la altura de las metas que ella misma se pone, pero desde luego la banda sonora no es uno de ellos, haciendo gala de la grandilocuencia al borde de una ópera de Wagner que Snyder pedía para la entrega. Con la plata para ese chute de adrenalina que XL nos brinda en 'Deadpool' y un honroso bronce para el veterano John Ottman con una clasicona -pero muy efectiva- banda sonora de 'X-Men: Apocalipsis', en el caso de Marvel Studios se empieza a intuir cierta tímida mejora con los trabajos de Michael Giacchino y Henry Jackman en 'Doctor Strange' y 'Capitán América: Civil War', pero todavía les queda un largo camino para que dejen de transmitir esa sensación de partitura random que se repite película tras película con unas pocas variaciones.
Mejor campaña promocional: Con mención especial a 'X-Men: Apocalipsis' por el esfuerzo entre vídeos ochenteros y videojuegos de ocho bits, imagino que nada podrá superar de modo alguno a la descacharrante promoción realizada por Reynolds.
Mejores Créditos Iniciales: ¿Hay que hablar algo a estas alturas sobre los de 'Deadpool'?
Mejor Gag Humorístico: Cualquiera de los de, de nuevo 'Deadpool', con especial mención a su pelea con Coloso. Puro cartoon desatado.
Mejor Escena Romántica: Lo sentimos mucho por las escenas de cocina entre la Bruja Escarlata y la Visión y las friegas de Superman y Lois Lane, pero ninguno es tan entrañable, cercana y sin tapujos como para superar a la química y desparpajo de Wade y Vanessa. El calendario nunca volverá a ser igual.
Mejores escenas de acción del año: Por mucho que los aficionados también agradezcamos una buena historia, el género de superhéroes tiene su base en la acción pintoresca por medio de uso de los poderes y técnicas de combate más increíbles. En ese sentido, 2016 nos ha ofrecido un buen puñado de secuencias para el recuerdo como pueden ser:
El mundo conoce a Superman: A mitad de camino entre Miracleman / Marvel Man y el 11 de Septiembre, nunca nadie ha plasmado en la pantalla la impotencia del hombre de a pie frente la colisión entre los dioses metahumanos llegados desde el otro lado de la galaxia.
Lagos: Los hermanos Russo tenían la difícil tarea de hacer frente a las comparativas no solo con la secuencia de apertura de su propio Soldado de Invierno, sino también de la ejemplar secuencia de arranque de 'La Era de Ultron'. Lograron superar la prueba no solo cambiando de escenario, sino también de estilo por uno más sucio y turbulento para ofrecernos el segundo round entre Crossbones y Steve Rogers en una secuencia ejemplar de cómo rodar una buena escena de acción con cámara en mano.
Emboscada en la autopista: Nos la sabíamos de memoria tras haberla visto en incontables ocasiones con el vídeo que sirvió para que Fox se decidiese a apostar por 'Deadpool', pero eso no evitó que la disfrutásemos como la primera vez. La maestría de Tim Miller en forma de cortes rápidos y una perfecta claridad narrativa, con la bso de Junkie XL potenciando todavía más el chute de adrenalina.
Bucky Fugitivo: La secuencia de acción que lo tiene todo, empezando por una invasión al hogar, una emboscada en un hueco de escaleras y un cara a cara sobre los tejados de Praga, para terminar en una carrera contrarreloj a través de la autopista con el Soldado de Invierno, el Capitán América, Pantera Negra y las autoridades locales y de la Interpol en juego. Ya hablamos arriba de los méritos narrativos presentes en la introducción de la identidad enmascarada de T'Challa, pero en todo lo demás sigue siendo la Marvel cinematográfica de los Russo en todo su esplendor.
El demonio de Gotham: Desde Batman Begins, nunca vimos mejor plasmada esa figura del murciélago como aterradora leyenda urbana de las calles de Gotham como lo hizo Zack Snyder en su escena de presentación en 'Batman v Superman'. Una secuencia que perfectamente podía haber pertenecido a la saga 'Alien'.
Sweet Dreams: Vale que no deja de ser una versión más grande, más larga y sin cortes de la que nos presentaron en 'Días del Futuro Pasado' -algo de lo que hablaremos más abajo- igualmente el Quicksilver de Evan Peeters volvió a marcarse la escena más icónica de la nueva película de los X-Men.
Tortugas en Brasil: Parece haberse convertido en tradición -al menos en las dos películas de acción de los quelonios estrenadas hasta la fecha- que cada entrega disponga de una escena de acción surfera que termine siendo lo mejor de la cinta. En la primera fue la nieve, ahora toca un habitat más propicio para ellos con la persecución contra Bebop y Rocksteady en Brasil.
Civil War: Cualquiera que tenga un mínimo de bagaje en los cómics de superhéroes sabe que las peleas grupales con uso creativo de las habilidades de cada personaje son el entrecot de medio kilo con guarnición de patatas asadas. Y si en la saga original de Mark Millar y McNiven ya dispusimos de una de las más recordadas de los últimos tres lustros, su adaptación no solo no iba a ser menos, sino que -aun con menos personajes pero infinítamente mejor utilizados- logró ser mucho más.
Batman contra los sicarios de la KGBestia: Con permiso de la que tiene en 'Batman Begins' donde todavía a penas se le ve porque todavía es un misterio para los criminales, esta es con gran diferencia la mejor escena de acción que ha tenido nunca Batman en cualquier adaptación en imagen real. ¿Años soñando de ver algo parecido a las peleas del 'Arkham Asylum' en imagen real? Esta fue la ocasión para ello.
Francis: Igual que la de la autopista pero con Coloso y Cabeza Nuclear Negasónica Adolescente del lado de Wade y Gina Carano una legión de sicarios dispuesta a ser masacrada por la parte de Ajax. Es más caótica que la anterior,
La Caída de los Santuarios: Una vez pasado el tutorial de la Anciana con el que se nos da a conocer el ABC de las reglas de la magia Marvle, Doctor Extraño nos brinda un nonstop climax de una hora en un continuo más difícil todavía que supone uno de los festivales de acción mística más imaginativa que nos haya ofrecido el género hasta su épica confrontación contra el gran adversario de la cinta.
Apocalipsis vs X-Men: Los años que llevábamos esperando ver a los X-Men luchando al unísono contra un rival que los obligara a emplear al máximo sus poderes, y han hecho falta seis películas para poder disfrutarlo. No es que sea perfecto -ya que se nota mucho que Fox es la hermana pobre de Marvel y Warner-, pero ese tira y a floja entre el plano mental y el físico con cierta pelirroja demostrando una vez más porqué es la mejor superheroína de todos los tiempos es la apoteosis que todo fan de los X-Men que se precie llevaba esperando desde la primera entrega de la saga.
Reporte de misión, 16 de Diciembre de 1991: Los hermanos Russo hicieron bien sus deberes, consiguiendo que cuando la confrontación entre Steve Rogers y Tony Stark acontece sintamos sobre nosotros cada golpe como las motivaciones que empujan a estos dos hermanos de armas a lanzarse el uno sobre otro. Nunca un “Sí” ni un escudo impactando contra el frío suelo y la amargura en la voz de Downey Jr pesaron tanto como en un cierre a la altura de su título, y de la mítica portada que adapta.
Mejores escenas (no acción): Pero como no solo de acción vive el aficionado a las películas de superhéroes, este año ha dado otro puñado de escenas igualmente portantosas que merecen ser tenidas en cuenta como parte de lo mejor que nos ha dado el género. Eso sí, sobra decir que la mayoría de ellas tiene una importante carga de spoilers:
El Funeral de Thomas y Martha Wayne: ¿Cuantas veces hemos visto este momento, recreación del asesinato incluido, en la gran pantalla? De poco importó dada la maestría y fuerza con la que Zack Snyder lo recrea, con Hans Zimmer y Junkie XL dando lo mejor de si mismos en la partitura que lo acompaña.
La liberación de Auschwitz: Secuencia repleta de simbolismo, con Magneto liberando a su pueblo, viviendo su momento de expiación personal a lo Andy Dufresne en 'Cadena Perpetua', mientras En Saba Nur se alza en su autoproclamado rol de mesias redentor cual Moises haciendo uso de la palabra de Dios para abrir las aguas del mar rojo.
El bar de los villanos: Que no se diga que no hablamos nada bueno de Escuadrón Suicida, pero esta escena es lo que le hacía falta más a la película si querían reforzar un vínculo de camaradas que -por falta de otras que refuercen las relaciones entre estos completos desconocidos- los hubieran hecho creíbles.
Los cielos de Nueva York: Una de las escenas más hermosas del año, y difícilmente superable en su forma de potenciar el discurso central de la película sobre la futilidad de la vida, y lo trágico y a la vez hermoso que hay dentro de lo mismo.
Venganza infinita: Lo mismo puede decirse sobre el amargo hilo central bajo las ocasionales bromas y peleas de superhéros. Un hilo forjado en el dolor, la venganza y los asuntos irresueltos que dejamos por el camino, y como las consecuencias de los mismos terminan tomando vida propia para volverse contra nosotros. Protagonizada por dos de los mejores personajes de la cinta es el colofón perfecto de una historia con demasiados muertos en el camino como para que permanezcan enterrados si afrontar antes nuestra responsabilidad sobre ellos.
Mejor frase: “Dormammu, he venido a negociar” de Doctor Strange.
Mejores créditos finales: Aunque los de 'Capitán América: Civil War' merencen mención, su parecido a los de 'Soldado de Invierno' hacen que el premio final vaya para los dibujos animados de 'Deadpool' entre saxofones, empalmes y unicornios eyaculadores.
Mejor escena post-créditos: De nuevo 'Deadpool' con otra descacharrante coña a costa de esta costumbre tan aferrada en el género, y que además es todo un señor guiño al cine de John Hughes.
Mejor película: Por su solidez, consistencia y todas las virtudes en cuanto a dirección e interpretación de la historia y sus personajes expuesta arriba, 'Capitán América: Civil War' de los hermanos Russo.
Película más necesaria: Por el soplo de aire fresco que ha supuesto para el género, por no tener ningún tipo de vergüenza a la hora de abrazar los más disparatados clichés del mismo y toda su caústica mala baba a la hora de romper moldes de todo lo que se mueve, 'Deadpool' de Tim Miller.
Mejor espectáculo visual: Por -a pesar de ofrecer una historia relativamente sencilla- aprovechar cada secuencia para ofrecer un continuo viaje psicodélico repleto de apabullantes festivales para los sentidos, 'Doctor Strange' de Scott Derrickson.
Película más arriesgada: Por sus inabarcables ambiciones e intentar atreverse a ser el primer capítulo de una suerte de 'El Anillo de los Nibelungos' de los superhéroes, aunque no finalmente no haya sido capaz de estar del todo a la altura de las metas que ella misma se marca con su arranque, 'Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia' de Zack Snyder.
Se aprecia el esfuerzo (pero necesita mejorar): A 'X-Men: Apocalipsis' de Bryan Singer, película co tanto virtusismo cinematográfico como palpable pereza a exigirse más de si misma, donde tan pronto te encuentras escenas tan brillantes como la de Magneto acabando con la vida de los guardias polacos con la medalla de sus padres, como disparates tan cogidos por los pelos como la secuencia de la flecha que la precede y justifica. Si a ello sumamos que la mayoría de las escenas no dejan de ser una reiteración de viejos éxitos. desde luego se podían haber empleado mucho más a fondo.
Mejores temáticas del año: Esta categoría la hemos creada específicamente para abordar un tema que soléis discutir en numerosas ocasiones sobre lo maduras o infantiles que puedan ser las películas de superhéroes que lleguen a nuestras pantallas. Todo siempre teniendo en cuenta que hablamos de un género centrado en tipos con disfraces, partiéndose la cara unos con otros. Partiendo de este rasgo y que todo alarde de madurez o no madurez va a ser siempre relativo, ¿cuales han sido las mejores aportaciones que han contribuido a hacer del cine de superhéroes algo más que un festival de golpes a granel?
Acción y consecuencia: El combo formado por los hermanos Russo y los guionistas Markus y McFeely ya demostraron con 'El Soldado de Invierno' estar bastante por encima de la media en lo que a sustancia respecta, frente al resto de equipos creativos de las películas de superhéroes de Marvel Studios (algo que salta a la vista a poco que comparemos el primer film de los Vengadores con cualquiera que hayan realizado juntos). Y si su anterior trabajo tenía tan incisivamente perverso como que el Capitán América se encontrase con que los enemigos frente a los que dio su vida en la guerra eran los que dirigían ahora el gobierno estadounidense, su Civil War no se limita a abordar el debate por el acta de registro de la saga original, sino que la adhereza con otras ideas sacadas de The Ultimates, los Capitanes América de Brubaker y Priest e incluso más allá. Lo que resulta es un film que no deja de ser una lectura de setenta años de intervencionismo americano, y las consecuencias de esa espiral sin retorno del ojo por ojo, donde al final todas las cuentas pendientes se acaban pagando. La escenas de Lagos y la madre de Sokovia no son sino el primer aviso a una casa fragmentada que ni siquiera es consciente de serlo, y que viendo la situación actual de Estados Unidos difícilmente podría ser de más actualidad.
La guerra por el futuro: Entre ese Peter Maximoff que pese a su increíble velocidad ha desperdiciado toda su vida en el sotano de su madre y ese hermético Instituto Xavier que se deleita en la autocomplacencia de un estado de paz con su gobierno -mientras en el resto del mundo los mutantes siguen siendo cazados como perros- la idea más potente de 'X-Men: Apocalipsis' es sin duda su función como relato de advertencia. Un relato de advertencia sobre lo frágil que es el aparente estado del bienestar que hemos conseguido tras incontables años de esfuerzos y sacrificios, y lo fácilmente que se puede venir abajo toda esta hermandad universal, paz e igualdad que hemos conseguido si nos relajamos y dejamos de seguir luchando por continuar adelante. Tan actual ahora como lo era en los ochenta, la última película mutante de Singer no deja de ser la historia sobre la colisión entre un pasado homogenizador, despota y tirano que pretende que todo vuelva a ser como era antes (Apocalipsis), contra un futuro diverso, multicultural y progresista (los X-Men). Un relato sobre la necesidad de cambiar, y como, si de verdad queremos conseguirlo, es necesario mirar más allá de nosotros mismos para ayudar a todos aquellos que tratan de hacerlo, y viven bajo la amenaza continua de esa tenebrosa área de oscurantismo, odio irracional y abuso de poder que nos continúa acechando.
El ego y la mota de polvo en medio de la tempestad: Pese a sus muchas similitudes con el Tony Stark de Robert Downey Jr, ha sido en las diferencias con este donde realmente ha radicado el interés del Stephen Strange de Benedict Cumberbatch. Donde a Stark lo que le pesaba era su carácter de indolente superficial y bala perdida, a Strange se nos muestra como un obstinado perfeccionista para el que todo lo demás son o bien medios para ser lo mejor en lo que hace, u obstáculos en su camino. Su historia no deja de ser la del ensimismado estado de alienación de la cultura del yo, y como incluso objetivos tan nobles como el de ayudar a los demás pueden perderse en el camino cuando nos vemos emborrachos por nuestras propias ínfulas de grandeza, convirtiéndose en una cuestión de ego más que de otra cosa. Frente a ese Stephen inicial, su búsqueda espiritual no deja de ser la de la asunsión de nuestras propia mortalidad y cómo -por muy preparados que estemos en cualquier campo- no dejamos de ser seres finitos a los que hay mucho que se les escapa, y que incluso cuando el camino al que entregamos toda nuestra vida, hay muchas otras versiones de nosotros mismos, algunas mejores y otras peores, a las que podemos entregarnos para reconducir nuestro viaje. Al final no somos sino motas de polvo en mitad de un mar de motas de polvo, y lo que hagamos no importa tanto por el beneficio que tenga para nosotros mismos, sino por lo que signifique para esa entidad colectiva formada por otra muchas motas con la que nos encontramos en el camino.
El ocaso del hombre: Se suele decir de que lo que nos permite seguir adelante como especie, de tratar de continuar luchando por algo y de -al menos- intentar ir a mejor, es el dar por hecho que al día siguiente volverá a salir el sol. Que todo por lo que hemos peleado ha servido de algo, como un peldaño más en una escalera que continuaremos construyendo mañana. Desde esa perspectiva, hay una profunda amargura al borde del ataque de pánico dentro de la propuesta argumental de 'Batman v Superman'. Una propuesta conformada por hombres que han vivido durante tanto tiempo en las tinieblas que ni siquiera recuerdan el calor del sol. Lo recuerdan tan poco, que cuando este vuelve a emerger en el horizonte, no se convierte en una promesa de esperanza, sino de que tras él vendrá una bola de fuego mucho más calurosa, inabarcable y terrible, y otra más, y otra más, hasta que todo el agónico mundo de tinieblas al que nos aferramos quede calcinado. Como una fastuosa epopeya sobre los últimos días de Camelot, a Snyder le tira su pasión por 'Watchmen' y nos muestra un mundo en el que el idealismo ha sido completamente erradicado a nivel de prensa, desarrollo científico, industría o nuestra misma vida cotidiana, hasta el punto de que cuando volvemos a ver una brizna del mismo tendemos a interpretarlo más como un presagio del fin de los tiempos que como la promesa de lo que está por venir. En su historia, la llegada de Superman no es la ofrenda de un mañana glorioso en el que todavía quede mucho por descubrir, sino del fin de nuestros días frente a los insondables terrores que se ocultan en los abismos de lo desconocido.
Nuevos románticos: Tras años de Mary Janes, Gwen Stacys, la Catwoman de Anne Hathaway y otro largo etc de novias idílicas presentes en la trama únicamente como recompensa o razón de pesar para el protagonista, la relación entre Wade y Vanessa ha sido un soplo de aire fresco no solo para el género de superhéroes, sino para los blockbusters de Hollywood en general. Ni siquiera se puede decir que engañasen a nadie cuando la promocionaron como una película de San Valentin, cuando otros engendros mucho menos aptos para dicha consideración como '50 Sombras de Grey' lo tienen. En contraposición a cualquier visión romántica de la sumisión machista que nos ofrezca E.L. James, la historia de amor de Deadpool se nos presenta como algo creíble, verdadero y real. Una relación en la que ninguno de los dos necesita ser perfecto, ni su objetivo es -ni de coña- esa superficialidad plástica de estampa Navideña con la que se nos bombardea desde los medios. Wade y Vanessa son mezquinos, egolatras, cerdos y amantes de placeres que tienen más que ver con que tu novio de lo coma bien por tu cumpleaños que el que sea un gentleman que te pague yates y te lleve de viaje a sitios caros. Ojala hubiera más como ellos, en la que probablemente sea una de las relaciones adultas mejor plasmadas del cine de Hollywood, frente a otros que no dejan de ser fantasías infantiles de cuentos de hadas.
Mantenerse dentro de personaje: En la mayoría de discusiones que usan las etiquetas de “adulto” o “infantil” para denostar o elogiar una cinta, se suele caer en el error de que el cine para toda la familia es más infantil que aquel que tiene contenido explícito de sexo y violencia, cuando lo cierto es que cualquier película de Pixar es mucho más adulta que toda la filmografía de Viernes 13 y American Pie juntas. En general, la madurez de un cineasta suele ser más fácil de apreciar por su habilidad para entender, procesar y transmitir las emociones humanas en sus diferentes estadios vitales que por la cantidad de muertos o desnudos que muestre en sus películas. En ese sentido, las películas de Marvel Studios y las de Fox han sido en general las que mejor han sabido abordar a sus personajes, ofreciéndoles tanto una evolución coherente como inquietudes humanas fácilmente reconocibles. Más allá de los temas abordados arriba con Deadpool o el Doctor Extraño, ambas compañías han mostrado una suma pericia tanto a la hora de presentar aproximaciones complejas alejadas de los maniqueismos habituales de buenos y malos con personajes como Zemo, En Saba Nur, Pantera Negra o un Spider-Man más reconocible que icónico, como para proseguir las evoluciones de los ya existentes. Así lo han hecho el cuarteto formado por los Russo, Markus y McFeeley a la hora de aprovechar las consecuencias de 'La Era de Ultron' y 'Soldado de Invierno' para potenciar tanto el progresivo desencanto de Rogers con la política actual como el temor de lo que está por venir, como el cierre de la segunda trilogía de los X-Men en su discurso sobre la necesidad de ver más allá del blanco y el negro, abriendo las puertas para la coexistencia entre diferentes ideologías. En el caso de Warner, 'Batman v Superman' presentaba buenas cartas que -desgraciadamente- no sobrevivieron a su último acto, marcando la que por desgracia ha terminado siendo su tónica durante el resto del año. Paranoias aferradas que se esfuman con razones triviales, romances gratuitos sin más razón de ser que hacer ruído en las redes y camaraderías forzadas entre personajes que se nos venden como villanos -pero se presentas como más santos que los santos- han terminado siendo la constante de un estudio que por desgracia no parece haber entendido que ligereza no significa superficialidad aleatoria, y que esperemos que recupere el norte si no queremos terminar echando de menos a David Goyer y al anterior Snyder.
Y ahora remanguémonos para ponernos en lo peor y vayamos con lo malo:
Peor superhéroe: Hay una descoordinación terrible entre el guión de 'Batman v Superman' y su traslación a imagen, que sumada a la cada vez más dudosa interpretación de Henry Cavill hacen que su Superman no funcione. Da igual cuantas escenas añada una versión extendida que no hace sino recalcar que con otra dirección y otro actor habríamos tenido un excelente Hombre de Acero. Con los que hay es imposible ver esa “luz” que nos quiere vender la historia, ilocalizable en el gesto petreo, distante y con gesto de “no me toquéis los huevos” al que Snyder no deja de cubrir con sombras. Cavill podría haber sido un buen Ultraman, un buen Hyperion o cualquier otra contrapartida oscura del último hijo de Krypton que se os ocurra. Superman no. No le salen ni permiten que le salga, y es uno de los grandes lastres de 'El Amanecer de la Justicia'.
Peor heroína: Si el papel de la pobre Barbara Gordon era tan trágico como cuestionable en la novela gráfica original, entre Bruce Timm y Brian Azzarello han conseguido lo imposible: Hundir todavía más a Batgirl con la adaptación de 'La Broma Asesina'. Cada minuto extra del que la pelirroja disfruta en la primera mitad de la misma no es sino un clavo extra para destrozar su imagen un poco más, de forma que un personaje tan emblemático como este para nada se merece.
Peor química grupal: Los actores que dan vida a los personajes tienen desparpajo y en buenas manos podrían habernos dejado un buen Escuadrón Suicida, con el que hay, la camaradería fraternal que quiere concedérseles es tan gratuita como completamente injustificada.
Peor villano: Todavía sigue siendo un misterio porqué los responsables de Warner siguen negándose a dar salida a todas esas escenas del Joker de Jared Leto que vimos en los trailers del Escuadrón Suicida, y que ni siquiera aparecen en la versión extendida. Las malas lenguas dicen que fue para proteger al oscarizado actor de cara al futuro en un papel que se encontraba completamente perdido y le venía muy grande. Visto lo visto, parece una explicación muy plausible.
Peor villana: Pero si hablamos de diseños molones sobre interpretes con presencia que termina resultando en un cocktail desastroso, nadie supera a La Encantadora de Ciara Delevingne en... sí, lo habéis adivinado, Escuadrón Suicida.
Peores esbirros: Los Cuatro Jinetes de Apocalipsis podrían tener un puesto muy destacado en esta lista por cortesía de Arcángel, sino fuera porque de nuevo el Escuadrón Suicida vuelve a reclamar el oro gracias a esos masillas de chapapote que nadie sabe aun que pintan en una película cuya gracia sería precisamente el estilo de cinta que David Ayer lleva abordando toda su carrera, no unos trozos de estiercol sobrenaturales que ni el peor imitador de Guillermo del Toro querría en sus películas.
Peor robaescenas: Paris Francia en 'Batman: La Broma Asesina'. A ver, entiendo lo que buscaban dentro de una historia en la que ya originalmente se jugaba con la idea de si aquel cómico era o no el Joker. Pero no. Osea, no. Toda la trama centrada en este villano de tres al cuarto obsesionado sexualmente con Batgirl es completamente injustificable. Y sí, volvemos a poner el mismo gif porque al menos queda la satisfacción de verlo recibir una paliza.
Peor interés romántico: El Rick Flagg de Joel Kimmeman en 'El Escuadrón Suicida'. No solo es indigno del personaje original y un plomazo que llena de sopor cada fotograma en el que aparece, sino que su relación de amor con la Encantadora -y la excesiva importancia que le dedican- es uno de los muchos lastres que pesan sobre la película. Ya podían haberla liado con Killer Croc como en los cómics, y al menos habría sido más divertido.
Peor secundario: El Casey Jones de Stephen Amell en 'Las Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras'. El actor de Arrow está más cerca de ser Chris O'Donnell fugado de Batman Forever que de nada que se antoje digno de gritar “¡Goongala!”.
Peor cameo: El de Hugh Jackman en 'X-Men: Apocalipsis'. Por fin podemos verlo mancharse las manos de sangre y las intenciones con el casco de Arma X se agradecen. Pero quien lo haya caracterizado debe ser su peor enemigo, porque la imagen en pantalla es completamente ridícula, Si a ello añadimos lo excesivo y gratuito de su cameo...
Peor interpretación: Megan Fox como April O'Neil en 'Las Tortugas Ninja 2'. O “Dadme la pasta pronto, que me quiero ir a mi casa”.
Peor dirección: Hubo un tiempo en el que con 'Corazones de Acero' y sus aportaciones al cine policiaco, David Ayer parecía ser una promesa con mucho futuro. Tras 'Sabotaje' y sobre todo un 'Escuadrón Suicida' que no solo tiene tanta personalidad suya como del chico de los cafés, sino que casi parece saboteada desde dentro, se antoja que esto quizás no sea así o -al menos- no en el cine de superhéroes.
Peor edición: La versión extendida de 'Batman v Superman: El Despertar de la Justicia' está a medio paso de ser una gran película, si no fuera por ciertos probleas de los que hablaremos más abajo. Eso nos dirige a la pregunta de ¿a quién demonios tiene Warner a cargo de su departamento de edición como para hacer semejantes destrozos con sus propias películas? Porque la versión estrenada en cines es un ejemplo de libro de cómo cargarse un film.
Peor guión: Teniendo que prácticamente no existe, y que viene a ser una excusa para que los personajes anden durante un rato y se puedieran vender trailers y merchandising de la cinta, está claro que 'Escuadrón Suicida'.
Peor adaptación: Para ser una película que prácticamente ha copiado de forma literal el contenido de la obra, lo que ha hecho 'Batman: La Broma Asesina' con una de las mejores sagas del murciélago y el Joker no tiene perdón de Alan Moore.
Peor fotografía: Una vez más, el 'Escuadrón Suicida'. Es imperdonable que con los vistosos y llenos de color desafiante que se presentan los personajes, en lugar de optar por una fotografía más viva que transmitiese la misma energía que los clips de presentación de los personajes hayan optado por una en la que todo parece cubierto de betún.
Diseño de producción, vestuario y maquillaje más desaprovechasdos: Se hace difícil criticar a una película cuando se ve un visible esfuerzo en plasmar los vestuarios, actitudes, cultura popular, peinados y sentir de una época como el de X-Men: Apocalipsis. Sin embargo, desde 'Primera Generación' hasta el cierre de la segunda trilogía cada nueva entrega de la saga ha ido perdiendo energía en este aspecto hasta que la última ha quedado más cerca de un rescate aleatorio en el armario de la abuela que de una verdadera recuperación del espíritu de los ochenta, donde los trajes de goma de En Saba Nur y compañía a caído más cerca del retro apolillado que del retro con fuerza.
Peores efectos especiales: Y aunque la caracterización de su villano ha quedado más cerca del Ivan Ooze de los Power Rangers que de la imponencia del original de los comics, a Chris Claremont gracias de que 'X-Men Apocalipsis' no intentó hacerlo con CGI como el Thanos de los Vengadores, porque si el Doomsday de 'Batman v Superman' ya evidencia que si no tienes medios para hacer algo muy bien mejor no te metas, como Fox hubiera intentado hacer un Apocalipsis CGI con los medios que cuenta en esta película podríamos haber tenido algo a la altura del Rey Escorpión en el final de 'El Regreso de la Momia'. El Escuadrón Suicida también tenía papeletas para esta categoría, pero es en 'X-Men: Apocalipsis' donde más se nota.
Peor banda sonora: Por su habilidad para recopilar un puñado de hits musicales y lanzarlos de cualquier manera a lo largo de la cinta de forma que -no solo llegan a saturar- sino que son tan aleatorios que podrían ser perfectamente sustituibles por cualquier otro, nadie se lo merece más que 'El Escuadrón Suicida'. ¿Alguien tiene recuerdo de haber escuchado algo de la banda sonora original de Steven Price entre tema de los 40 Principales y tema de los 40 Principales? Pues eso.
Peores ¿créditos? iniciales: Si cuentan como tales, esta claro que nadie se lo merece más que la vomitona de fichas de personajes que Escuadrón Suicida intenta hacer pasar como medio de introducir a los mismos.
Peor gag humorístico: Se entiende que con algunas de las bromas de 'Doctor Strange' Marvel buscaba reírse de si mismo, pero gags como el de Beyonce y compañía están tan fuera de lugar que traspasan esa fina línea donde la ironía acaba cayendo en lo mismo que busca criticar.
Relación romántica menos creíble: Podríamos volver a hablar de Rick Flagg y La Encantadora, pero... Batman y Batgirl. No. Por favor, no. Mucho menos de esa forma tan pueril, gratuita y de nuevo injustificada.
Peores escenas de acción: El año nos ha dejado un puñado de grandes escenas de acción dentro del cine de superhéroes, pero también otras cuantas condenadas a caer en la infamia como lo peor del género. Estas han sido algunas de ellas.
People vs Amanda Waller: Tan absurda es la forma de 'Escuadrón Suicida' de jugar con los grises en un risible intento de hacernos pensar si los villanos eran en realidad los héroes o viceversa, que acabaron poniendo a The Wall acribillando a un grupo de funcionarios del gobierno por el riesgo que podían suponer de cara a filtrar sus actividades. Eso sí, a los villanos que también lo conocen y no tienen ningún juramento más allá de estar amenazados con unos implantes explosivos si que les permite no solo seguir con vida, sino indultos especiales para visitar a sus familias aun suponiendo un riesgo mucho mayor para filtrar sus actividades si en algún momento llegan a escapar (como así ocurre con Harley).
Cuerdas: Cada escena física de acción de 'X-Men: Apocalipsis' como la que protagonizan Bestia y Psylocke roza la carcajada a causa del empleo del mismo sistema de cuerdas que Singer usó en 'X-Men' y 'X-Men 2'. Algo que para principios de la década pasada pudo estar bien, pero que a día de hoy queda tan falso y está tan soberánamente mal usado que huelen al kilómetro.
Batman v Superman: A pesar de las formidables dos primeras horas de su versión extendida, hay una serie de problemas que lastrán la película de Zack Snyder de forma irredimible. La principal de ella, que siendo una película que se titula “Batman v Superman”, una de las peores partes sea precisamente el enfrentamiento entre Batman y Superman. Algo más injustificable si cabe si tenemos en cuenta que toma como base una de las mejores batallas que ambos hayan protagonizado nunca en los cómics. Tediosa, sin ritmo, sin alma y con una resolución tan anticlimática como risible, el film se pasa de frenada en el peor de los momentos, pecando de no darles razones de suficiente peso como para protagonizar el descarnado enfrentamiento que esperábamos, y rematarlo con un “aquí no ha pasado nada” donde todos son amigos menos el espectador que acaba de ver como se han reído en su cara.
Juicio Final: Las películas de superhéroes vienen arrastrando un importante problema con las escenas de acción nocturna que requieren un uso importante de CGI. Le ocurrió al 'Hulk' de Ang Lee, le ocurrió al tramo central de 'Los Vengadores' y le vuelve a pasar a 'Batman v Superman'. El problema es que si la primera se excusa por tener más de diez años y en la segunda se enmendaron con un apabullante clímax final, que en el caso de Snyder ser todo el colofón de la cinta tras un cara a cara igualmente decepcionante, termina dejándonos un broche impropio tanto de la película que se nos había brindado al principio, como de lo que se espera de una megaproducción del cine de superhéroes actual.
Bates, boomerang y pistolas vs magia: Pero por muy por debajo de las expectativas que este el duelo final de 'Batman v Superman', nada llega a los niveles de ignomina que el clímax del Escuadrón Suicida entre mostrencos de CGI dignos de una cinemática de la Play Station 2, empacho de niebla para camuflar las carencias y una villana que pasa de ser imparable a dejarles a los protagonistas estar deambulando alrededor suya hasta que finalmente termina siendo víctima de ellos.
Peor frase: “¡Salva a Marta!” en 'Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia'. Una condena que va a estar persiguiendo a las películas de superhéroes de Warner / DC durante mucho, mucho tiempo.
Peor escena post-créditos: 'X-Men: Apocalipsis'. Vale, los que tenemos cierta cultura comiquera pillamos lo de “Essex”. Ahora poneros en el pellejo de quien conocen a esta gente únicamente a estos personajes por las películas y han permanecido diez minutos viendo pasar letras en el cine solo para encontrarse a un grupo de tipos con traje limpiando el decorado de la secuencia de Arma-X.
Peor película: Tras todo lo dicho arriba es probable que no sorprenda a nadie si afirmamos que nuestra elegida para tal honor es 'El Escuadrón Suicida'. Una película que quitando su llamativo envoltorio a penas reune virtudes como para ser considerada como tal, y que además desaprovecha a uno de los supergrupos con identidad propia más atractiva de DC Comics en un film que ni siquiera alcanza para genérico. Desde la propia base argumental de tomar a un puñado de machacas con poderes terrenales y enfrentarlos a una amenaza sobrenatural que provea de los crash dummies que eviten mostrar una gota de sangre, has lo nulamente desarrollada que está la acción -siendo casi impòsible hablar de secuencias o escenas de ningún tipo- hasta lo pobremente trabajados que están sus personajes y las relaciones entre sí evidencian un producto complemtante hueco que puede estar entre lo peor que ha dado un gran estudio con una superproducción dentro del género desde tiempos de 'Batman y Robin'. A Warner no le ha venido mal ya que el hype por ver al Joker y Harley ha permitido que la película estuviera a la altura de sus expectativas económicas, pero habrá que ver como resiste el paso del tiempo.
Peores temáticas del año: Al igual que más arriba hablábamos de todos esos argumentos y temas que han contibuido a dar dignidad al género permitiéndole crecer, toca también zambullirse en lo malo abordando todos aquellos que han hecho lo contrario, devaluándolo por reiteración, así como el pobre o el nulo esfuerzo que hay detrás de ellos. Reiterándose a lo largo de demasiados films. estos fueron los grandes desastres deñ año:
Relaciones sin fundamento: Es difícil entender porqué Warner decidió incluir la historia de 'Amor Loco' dentro de 'Escuadrón Suicida' en lugar de dedicarle una película propia a ello, limitarse a sugerirlo más adelante o convertilo en el eje la cinta en lugar de dispersarse con la trama de La Encantadora. El resultado es que la relación entre el Joker y Harley Quinn -una de las más interesantes y malsanas de la Historia del cómic- prácticamente no esta trabajada, pasando de ver los como doctora y paciente a que -de forma inmediata- la segunda acceda a llevarle una ametralladora al primero, como de odiarse a no poder vivir el uno sin el otro. La imaginería no falta con momentos como el de la fosa química, pero argumentalmente la relación está muy poco trabajada hasta el punto de que debemos entender que se quieren porque son Joker y Harley Quinn, no porque el film haga ningún esfuerzo para adentrarnos en ella. Desgraciadamente no ha sido el único caso en el que Warner ha abusado con el "porque sí", ya sea con la desnortada tensión sexual entre Batman y Batgirl en 'Batman: La Broma Asesina' como una de las relaciones más antinaturales y gratuitas que se hayan dado dentro del cine de superhéroes, la forma tan absurda en la que un grupo de criminales que a penas se conocen desde hace unas horas pasen a considerarse familia como si fuera tipos con carencias afectivas atiborrados a base de antidepresivos, o cómo 'Batman v Superman' tira todo el buen trabajo de sus dos primeras horas por la borda para hacer que ambos pasen de querer medio matarse a ser lo mayores amigos del mundo con una frase.
¿Héroes o villanos?: La película del Escuadrón Suicida pretende jugar con nuestras mentes haciéndonos dudar de si los villanos son realmente tan malos y los buenos tan buenos. La forma de hacerlo es tan en la cara, tan poco sútil, ajena a toda lógica y usando atajos tan vergonzosos -desde el que ningún villano sea presentado nunca demasiado malo, no sea que nos asustemos, como que Amanda Waller pase sin venir a cuento de una funcionaria del estado de armas tomar a ser una psicópata a la altura del Joker- que todo ello solo se puede interpretar como un mal chiste, completamente indigno de los enormes personajes que nos ofreció John Ostrander en los comics originales.
Ser humano: Sin duda la mejor contribución de la secuela de las Tortugas Ninja de Michael Bay fue la subtrama en la que los quelonios disponen la oportunidad de ser humanos del todo. Una idea arriesgada que daba pie para plantear ideas como lo contentos que puedan estar estos con sus vidas, así como los conflictos que podrían haber dado pie dentro de los mismos... Y que termina desechándose de la forma más perezosa, dejando en evidencia que solo era un callejón sin salida para hacer tiempo hasta la confrontación final.
Luz vs Oscuridad: Batman v Superman juega con una idea tan interesante como la forma en la que El Hombre de Acero se ve a si mismo, frente a la forma en la que se ve a sí mismo. Desgraciadamente la aproximación de Zack Snyder a este tema carece de sutileza alguna, y es imposible ver a Superman como es ser de luz, generosidad y altruismo sin límites que el guión nos quiere vender, estando más cerca del Ben Affleck de Perdida que de cualquier acercamiento atinado a las fisuras y paranoia frente el gran héroe americano con el que la cinta quiere jugar.
Fanservice: 2016 pasará a la historia como el año en el que el aficionado de las películas de superhéroes comenzó a exigir algo más que el que le agiten los jguetes de su infancia en la cara. Ya no vale con que la nueva película de las Tortugas Ninja incluya a todos los personajes de la serie de televisión de los ochenta-noventa, ni con que la nueva de los X-Men se dedique a lanzarnos codazos constantemente reiterando en momentos emblemáticos de la saga. Si quieren que vayamos al cine, que se lo curren bien para ofrecernos una película con todas sus letras, y no la adición de uno o dos añadidos para vendernos la expansión como algo completamernte nuevo.
Mayor estafa del año: La versión extendida de 'Batman v Superman' cerró muchas bocas resolviendo -como algunos de sus defensores ya imaginábamos- varios de los problemas que arrastraba la versión cinematográfica de la misma. Es por ello que cuando El Escuadrón Suicida se estrenó con problemas muy similares Warner no pudo evitar lanzar su versión extendida para aquellos aficionados que esperaban que la historia se volviese a repetir. Pues bien, en este caso no solo no enmienda ninguno de los defectos de Escuadrón Suicida, sino que los empeora y además ni siquiera incluye todo el material eliminado de la cinta.
Y con esto finalizamos nuestro repaso de lo que consideramos ha sido lo peor y lo mejor de las películas de superhéroes de 2016, un año en el que la producción de este género ha sido especialmente alta, debatiéndose entre la cal y la arena de una Marvel Studios que continúa en trayectoria ascendente, frente a una Warner que prometía mucho pero que ha sumado una cadena de tropiezos de la que esperemos se recuperen pronto y una Fox que cumplió con nota con 'Deadpool' y no tanto con 'X-Men: Apocalipsis'. Para este próximo 2017 tampoco la presencia del género seguirá en aumento con la 'Batman Lego Película', 'Logan', 'Power Rangers', 'Ghost In The Shell', 'Guardianes de la Galaxia Vol 2', 'Wonder Woman', 'Transformers: El Último Caballero', 'Spider-Man Homecoming', 'Los Inhumanos', 'Thor Ragnarok', 'La Liga de la Justicia' y 'Bloodshot'. Solo esperemos que se mantengan más las virtudes de los que hemos disfrutado a lo largo de este año que con sus virtudes.
Como postre, os dejamos con nuestro top de las que consideramos han sido las mejores películas de superhéroes de 2016. Si no consideráis que la lista haga justicia a la verdad y consideráis que algunas de las expuestas como peores deberían de reivindicarse y otras de las mejores no son tan redondas como se comenta, ya sabéis que cualquier opinión es bien recibida en los comentarios:
