Las 10 mejores cosas de los juegos originales de Resident Evil en los 90

Resident Evil es una de las franquicias más venerables y longevas de los videojuegos. Lleva décadas en activo y, con el lanzamiento regular de nuevos juegos, no parece que vaya a detenerse pronto. La franquicia ha evolucionado enormemente desde los tiempos de sus primeras entregas, cambiando al mismo tiempo que las innovaciones de hardware y las nuevas escuelas de diseño de juegos.

Los juegos actuales están muy lejos de ResidentEvil, Resident Evil 2 y Resident Evil 3: Nemesis, los tres títulos originales lanzados en los años 90, con cambios en la jugabilidad, el género, la narrativa y los gráficos. Aunque esos juegos originales son reliquias de su época, siguen ofreciendo mucho placer.

Resident Evil nunca ha sido una franquicia del todo seria. La historia se inspira en gran medida en las películas de terror de bajo presupuesto, diseñadas para emular una sensación similar. Incluso en sus momentos más serios, en juegos como Resident Evil Village, ha habido clichés, comedia y ridiculez diseñados para romper la tensión.

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Los tres primeros juegos son famosos por su carácter cursi. Además de los extravagantes giros de la trama y la extraña narrativa, los juegos también tienen puzles absolutamente extraños y actuaciones de voz cursis. Aunque están anticuados, estos elementos tienden a hacer que los fans se sientan cálidamente nostálgicos en lugar de molestos.

Los juegos de Resident Evil nunca han tenido malos gráficos para su época, y entradas modernas como Resident Evil 7: Biohazard y Resident Evil: Village destacan por su atractivo visual. Sin embargo, los juegos más antiguos tienen un aspecto increíblemente anticuado y de baja resolución como resultado de la tecnología de la época. A pesar de ello, no se ven mal.

Aunque los gráficos son pobres, los juegos siempre han tenido un diseño artístico impresionante y evocador que capta la imaginación del público. Aunque los gráficos han mejorado mil veces desde el lanzamiento de Resident Evil 3, el diseño original de Nemesis sigue provocando escalofríos.

El género del terror tiene una larga relación con los juegos, y su variante más conocida es el survival horror. Al obligar a los jugadores a enfrentarse a escenarios tensos y difíciles con recursos limitados, el survival horror combina lo mejor de los videojuegos y del género de terror para crear una experiencia verdaderamente aterradora.

El género tiene una gran deuda con el Resident Evil original. Con sus recursos ocultos y difíciles de encontrar, sus entornos estrechos, sus retos y sus extraños rompecabezas, Resident Evil es en realidad el primer juego que lleva el apelativo de survival horror. El género ha despegado desde entonces, pero nadie puede negar que los tres juegos originales ayudaron a solidificar y codificar sus tropos más queridos.

Las historias de los videojuegos, incluso las tan ridículas como las de Resident Evil, viven y mueren por sus personajes. En cualquier ficción, el público tiene que simpatizar con los protagonistas, pero esto es especialmente cierto en los videojuegos, donde el público también tiene que controlarlos. Por suerte, los personajes de los juegos de Resident Evil, sobre todo los originales, son algunos de los más queridos de los videojuegos.

Parte de ello proviene del humor y los memes, especialmente cuando se trata de personajes como Chris Redfield o Barry Burton. Sin embargo, incluso con eso, hay una genuina admiración y simpatía por personajes como Jill Valentine y Leon Kennedy, personajes que siguen siendo icónicos a día de hoy.

Como medio que permite al jugador controlar la acción, la libertad es un factor importante en los juegos. Pocos dan tanta libertad como los juegos de Resident Evil de los 90, especialmente el original. Con una premisa y un argumento bastante sencillos, en los que el jugador se limita a explorar la mansión Spencer, el juego tiene mucho que hacer.

Aunque los tres comienzan a avanzar de forma más lineal hacia el final, la mayor parte de su jugabilidad consiste en la exploración abierta y la resolución de problemas. Esto da a los juegos una enorme rejugabilidad y libertad que no tienen muchos juegos más de veinte años después.

Resident Evil es un poco anterior al enorme auge de los zombis de la década de 2000, pero sigue siendo uno de los ejemplos icónicos de la ficción zombi en la actualidad. Sus zombis, sobre todo en las entregas originales de los 90, son monstruos de juego muy queridos, pero no son los únicos que destacan en la franquicia.

Desde tiranos como el Sr. X y Némesis hasta el enorme caimán de Resident Evil 2 o los icónicos perros que rondan la Mansión Spencer, los juegos de los 90 tienen algunos de los enemigos más creativos y desagradables de la franquicia. Los juegos posteriores tienen dificultades para igualar su variedad o imaginación.

Aunque contienen combates y peleas contra jefes, el trío de juegos de Resident Evil de los 90, más que la mayoría de la franquicia, no son juegos de acción. Entre la munición y la curación limitadas, la gran cantidad de monstruos y la fragilidad de los personajes, se anima a los jugadores a evadir o huir de los combates en lugar de matar a todo lo que encuentren en su camino.

En su lugar, la jugabilidad se centra en sobrevivir a entornos llenos de hostiles mientras se resuelven puzles y se desbloquean más partes del mapa del juego. Esto fue único en su momento y sigue siendo uno de los aspectos más populares de la serie. En comparación con los juegos más llenos de acción de la generación moderna, los fans recuerdan con cariño la jugabilidad de los tres primeros juegos.

Muchos juegos se conforman con crear un núcleo de juego sólido y luego se basan en él a lo largo del juego. Sin embargo, los primeros juegos de Resident Evil no tienen miedo de pillar a su público desprevenido, cambiando las cosas entre partidas o incluso dentro del juego. Las entregas de los 90 no permiten en ningún momento que los jugadores se conformen.

Desde el horror acechante de Mr. X y Nemesis hasta las secuencias de escape cronometradas y las decisiones en fracciones de segundo de Resident Evil 3: Nemesis, hay mucha variedad en los juegos de los 90. Muchos de los juegos más modernos también tienen estos elementos y son agradables por ellos, pero no son tan frescos como antes.

Un elemento recurrente en los juegos de Resident Evil de los 90 son los protagonistas múltiples. En Resident Evil, el jugador elige entre Chris Redfield y Jill Valentine, en Resident Evil 2 elige a Clare Redfield o a Leon Kennedy, y en Resident Evil 3: Nemesis, suele controlar a Jill pero juega como Carlos Oliveira durante algunos periodos del juego.

En Resident Evil 2las cosas van un paso más allá con el sistema A Story/B Story. Cuando los jugadores superan la historia con un personaje, desbloquean una historia alternativa protagonizada por el otro, en la que se detallan sus acciones durante el recorrido del otro. Esto crea un elemento de juego y de narración único, y es algo que los fans se sintieron decepcionados al ver que no se realizaba del todo en el remake de Resident Evil 2.

Casi tan emblemáticos como los zombis de Resident Evil son la forma completamente disparatada en que los arquitectos y las fuerzas de seguridad diseñan las instalaciones. Desde los rompecabezas de ajedrez en las alcantarillas hasta tocar Moonlight Sonata para desbloquear una puerta o usar una escopeta rota para evitar que un techo aplaste al personaje del jugador, los rompecabezas de los juegos son infames.

A pesar de su ridiculez, los fans los adoran. Se suman a la estética y a la narrativa únicas de los juegos, obligando a los jugadores a pensar de forma innovadora y a recordar todo lo que se han encontrado antes. Los juegos posteriores tienen sus propios rompecabezas extraños, pero ninguno supera la ridiculez de la trilogía original.