El concepto de lujo en las películas de 007

Un recorrido por el concepto de lujo en las películas de 007.

Si bien el buen gusto sigue siendo un concepto relativo, el lujo sí que viene ligado a una serie de servicios y calidades que perseguimos en lo que adquirimos, sea en propiedad, sea de manera efímera, como al reservar un buen hotel. Sin embargo, a lo largo de la historia, hemos podido encontrar ese glamour que da el lujo en ciertos estilos decorativos o en valores añadidos, y los hoteles son buena muestra de ello: los spa son relativamente nuevos, la tecnología lumínica o de climatización, también, así que son elementos que se van añadiendo a nuestro concepto de lujo.

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Como un gran ejemplo de lo que es vivir por todo lo alto, tenemos al famoso personaje de la aún activa saga del Agente 007, James Bond. Como lleva más de cincuenta años dando juego, nos permite revisar algunos de los hoteles mejor considerados de la historia reciente por todo el mundo: hoteles donde se rodaron escenas memorables de un buen puñado de sus películas, y que en ocasiones no sólo hicieron las veces de decorado, sino que, muchas de estas veces, también sirvieron de alojamiento para parte del equipo de rodaje, y por supuesto, para los distintos actores que han interpretado al señor Bond. A continuación, por orden cronológico, algunos de los hoteles reales que han quedado inmortalizados en nuestras retinas gracias al famoso personaje.

Goldfinger (1964). El Fontainebleu en Miami Beach (Florida, Estados Unidos) no sólo ha hecho su aparición en esta antigua entrega de 007, sino que lo hemos visto en más de cien películas de las últimas décadas: su balneario y su extravagancia lo convierten en un recurso muy apropiado para representar el poder adquisitivo.

Sólo se vive dos veces (1967). En Tokyo tenemos otra representación de la opulencia en el Hotel New Otani, que cuenta con un inquietante restaurante giratorio y unos bellos jardines japoneses.

007: Al servicio de Su Majestad (1969). Este film nos teletransporta a Portugal y a su Hotel Palácio, en Estoril, que cuenta con una terraza famosa por los secretos que se contaban dentro de ella, llegando a valerle el apodo de “hotel de los murmullos”.

Diamantes para la eternidad (1971). La cadena hotelera del papá de Paris Hilton aportó como decorado Las Vegas Hilton. No es de los más impresionantes pero sí de los más conocidos.

The man with the golden gun (1974). Nos trasladamos en esta ocasión a Hong Kong para alucinar con el majestuoso The Peninsula, que para esta película inmortalizó una escena en la que una inmensa flota de coches Rolls Royce Silver Shadows verdes esperan ante la puerta principal del hotel.

La espía que me amó (1977). En la isla italiana de Cerdeña, el Hotel Cala Di Volpe encuadró una bonita escena en el piano-bar, aunque sus exteriores con la costa bien pegada sin duda invitan a pasar más tiempo en la terraza.

Sólo para sus ojos (1981). También en Italia, pero concretamente en Cortina D’Ampezzo, el Miramonti Majestic Grand Hotel se ubica en un pintoresco paisaje nevado. Se filmaron varias escenas y también se empleó como alojamiento de Roger Moore.

Octopussy (1983). El Taj Lake Palace en la ciudad india de Udaipur es la guarida perfecta del villano de esta película. El famoso desnudo de la chica Bond se rodó en el estanque de lirios del mismo hotel.

Goldeneye (1995). La película con la pegadiza banda sonora interpretada por Tina Turner filmó alguna escena en el hotel londinense The Langham, una réplica del Grand Hotel Europe de San Petersburgo.

El mañana nunca muere (1997). Hamburgo (Alemania) es el encuadre perfecto para muchas escenas de la película. Concretamente los exteriores del Hotel Atlantic Kempinski aparecen mucho, aunque lo recordarás por la escalada de Brosnam a su techo y las escenas en el interior, en la Atlantic Suite.

Casino Royale (2006). La famosa película hace un triplete de hoteles en los que confluyen el Hotel Cipriani en Venecia, del que recordarás su puerto deportivo, el One & Only Ocean Club One Casino Drive, donde se rodaron escenas de poker, y el Grandhotel Pupp First Class en Karlovy Vari (República Checa), un precioso y muy bien equipado hotel que se incluye en la lista de los 7 mejores hoteles de película elaborada por momondo.es.

Quantum of solace (2008). Hay dos curiosidades al respecto de los alojamientos en esta película. La primera, que el hotel que aparece en el film es falso: se trata del Instituto Nacional de Cultura de Panamá acondicionado para las escenas. En cuanto al alojamiento que empleó el equipo, la Residencia Paranal, también aparece en las escenas de acción, e hicieron una excepción para alojarlos ya que está reservado al personal que trabaja en el Observatorio.

007: Operación Skyfall (2012). La voz de Adele no fue el único toque británico de la penúltima entrega de la saga: el Four Seasons Hotel London y el Virgin Active Canary Riverside Club hacen las veces de piscina de lujo de un hotel de Shangai. Obviamente, las vistas desde la cristalera a la ciudad oriental son falsas.

Spectre: 007 (2015). En esta última entrega, el hotel elegido fue el Gran Hotel Ciudad de Mexico en su celebración especial del Día de los Muertos. Sin ánimo de spoilear a los que aún no la han visto, la escena merece la pena.