Después de los Oscars 2021, ¿está oficialmente muerto el espectáculo de los premios?
Las galas de premios han tenido dificultades para atraer a los espectadores este año, por lo que no es de extrañar que los índices de audiencia de la emisión de la 93ª edición de los Premios de la Academia por parte de la cadena ABC hayan caído a un mínimo histórico. El programa sólo atrajo a 9,85 millones de espectadores, lo que supone un descenso del 58% con respecto a la ceremonia del año pasado, que estableció el récord de los Oscar con menor audiencia. Ante estas terribles cifras, es fácil preguntarse si las galas de premios deberían considerarse oficialmente una reliquia del pasado. Sin embargo, teniendo en cuenta este año increíblemente inusual, hay varias razones por las que los Óscar y otras galas de premios cinematográficos no deberían descartarse todavía.
Primero, las malas noticias. Losíndices de audiencia de los premios llevan años en caída libre, y las posibilidades de que los Oscar vuelvan a alcanzar las cotas de 1998, cuando más de 57 millones de personas sintonizaron para ver cómo Titanic ganaba el premio a la mejor película, son improbables. Esto se debe a que el cine y, sobre todo, la televisión han cambiado desde entonces. Las galas de premios son un producto del antiguo modelo de emisión, pero hoy en día, entre YouTube, TikTok y otras redes sociales, los periodos de atención se han acortado. Además, gracias a servicios de streaming como Netflix, ahora esperamos poder ver lo que queremos, cuando queremos. En consecuencia, las galas de premios como los Óscar, que se prolongan más de tres horas y sólo merecen la pena ser vistas en directo la noche en que se emiten, no resultan tan atractivas para muchos espectadores, especialmente cuando pueden ver clips de las mejores partes en línea poco después de la emisión.
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Sin embargo, hay razones para creer que la caída de audiencia de este año fue una excepción. En un año que incluyó una pandemia y protestas por la justicia racial y la brutalidad policial, el glamour de los premios de Hollywood pareció especialmente frívolo. Además, con las salas de cine cerradas, las películas parecían más alejadas de nuestras vidas de lo que suelen ser, ya que los estudios retrasaron los estrenos de sus películas más esperadas en medio de la pandemia.
La ironía es que las películas nominadas eran más accesibles que nunca, con muchas de ellas a un solo clic en los servicios de streaming o a la carta. Sin embargo, debido a la pandemia, la publicidad y el marketing que suelen acompañar a las películas de los Oscar no se produjeron. Como no íbamos a los cines, no estábamos expuestos a los trailers y otros materiales de marketing que no buscábamos específicamente. Como resultado, muchos espectadores nunca estuvieron expuestos a ninguna información sobre las películas que finalmente fueron nominadas para los premios. Esto dio lugar a una temporada de premios muy apagada, en la que Nomadland se convirtió en la película ganadora del Oscar a la mejor película menos taquillera de la era moderna.
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Sin embargo, a medida que los cines vuelven a abrir sus puertas y más personas se sienten seguras saliendo a la calle, es razonable creer que los Oscar del próximo año atraerán a más espectadores. Después de todo, incluso con todo lo que compite por nuestra atención en estos días, los Oscars siguen siendo uno de los programas más vistos del año, incluso en la era de la pandemia.
Pero para mejorar los índices de audiencia y avanzar hacia el futuro, los productores de las galas de premios tendrán que reevaluar seriamente el formato de las galas de maneras que van mucho más allá de los cambios implementados en los Oscar de este año. En el futuro, la Academia podría considerar la posibilidad de limitar el número de premios que se reparten durante la retransmisión y buscar la manera de destacar al menos algunas películas con mayor presupuesto y mayor número de seguidores. Aunque la Academia ha intentado hacer esto último, aumentar el número de nominados a Mejor Película no es la bala de plata que muchos parecían pensar que sería y la adición a medias de una categoría de película popular en 2018 fue rápidamente desechada.
Sin embargo, incluso en su forma actual, los Óscar y otras galas de premios todavía tienen algo de vida. Y para muchos de nosotros, si las ceremonias del próximo año marcan un retorno a las multitudes celebratorias de los famosos de los tiempos anteriores a la pandemia, eso se sentirá como una victoria en sí misma.
