Crítica de 'Mátalos suavemente': cine negro y político que sabe a poco

DE ANDREW DOMINIK

 

'Mátalos suavemente' es una película de emociones contradictorias. Un buen ejercicio de cine negro que te atrapa por su ramificada historia, pero los personajes no son tan complejos como podrían, peca de efectismo y sabe a poco. Aun así, convence su vocación política, sus pequeños toques de humor y una estructura bastante atractiva.

Trata de ser una metáfora de la realidad americana llevada a lo más bajo y más turbio: el individualismo total en una sociedad que habla de ser una comunidad en la que se apoyan los unos en los otros. Pero cada cual actúa por su propio interés aunque siempre tenga alguien ante quién responder. Cúpulas de poder de las que se habla pero no llegan a estar presentes.

Su gran fallo es que tiene una vocación estético-simbólica que se pierde en unos planos demasiado efectistas y en un par de secuencias que tratan de expresar demasiado con efectos de cámara en una película que es eminentemente dialogada. Efectos que no consiguen su misión y que se quedan en un alarde de guaicismo.

Probablemente también sea un error el mezclar esos dos niveles. La campaña política y mediática de Barack Obama y John McCain al final de la película deja de ser un canturreo constante, siempre presente en radios televisiones y carteles, para pasar a interactuar con los personajes, algo que confunde los dos estratos de realidad que presenta la película: el de las promesas y el de los hechos.

Pero en cambio, funciona cuando es sobria y sencilla. Con un puñado de interpretaciones más que satisfactorias, la película te atrapa cuando se pone cerca, cuando es real. La larguísima secuencia de un atraco nada heroico o la confirmación de que los mafiosos también lloran lo demuestran.

Y también se agradece esa sencillez cuando se toman determinaciones rápidas y frías. Funcionan mejor los asesinatos sin florituras al estilo 'The Wire' (salvando las distancias, claro) que los que pecan de efecto cámara lenta con eclosión de cristales y sangre a borbotones.

Otro de sus mejores elementos es su vocación de extensión más allá de la película. La historia de los personajes no acaba con las entradas y salidas de los actores en la pantalla, sino que hay un mundo para cada personaje que se sigue vivo más allá de esta narración.

En general, 'Mátalos suavemente' es una película que merece ver. Una sesión de noir para amantes del género y que tiene algo que decir. La pena es que lo podría haber dicho mejor y de forma más contundente.

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