Crítica de 'El Topo' ('Tinker, Tailor, Soldier, Spy')
Este viernes se estrena "El Topo", la película que ha dirigido Tomas Alfredson y que se basa en la novela "Tinker, Tailor, Soldier, Spy" de John le Carré. Este tipo de adaptaciones siempre generan el miedo en los fans acólitos, pero ya os adelantamos que no os sentiréis decepcionados. El propio Le Carré está satisfecho con el resultado, y esto ya dice mucho.
"El Topo" es una película inteligente y equilibrada; un ejercicio de estilo y de elegancia en todos sus elementos: realización, guión, música, montaje e interpretaciones.
Es fría, reposada y calculadora, o lo que es lo mismo, manteniendo la esencia del libro. No es un thriller de espionaje al uso. En muchos momentos carece de intriga y misterio, y esto no es un defecto. Es el ejemplo perfecto de que una película de espías te puede tener absorto sin carreras a tiros.
El guión capta estupendamente la esencia y la frialdad de la novela original (que no es otra que la transposición de la Guerra Fría). Dosifica eficazmente la información y no se pierde un ápice de su complicado argumento. Al final daremos un apunte para los no temerosos de los pequeños spoilers.
Favorece muchísimo al aspecto anterior el trabajo de Alfredson, no sólo en lo que a la dirección de actores corresponde, sino que vuelve a hacer gala de una realización exquisita. Demuestra que una realización sencilla y que mantiene la esencia clásica de la no presencia del director no se limita al plano-contraplano.
Al guión, dirección, diseño de arte y vestuario hay que añadirle un elemento esencial para crear ese ambiente tenso y frío: la música de Alberto Iglesias. Todo encaja con gran precisión.
Pero si hay algo que realmente hace grande a esta película son las interpretaciones. No sólo es el deleite de ese regusto aun más british de las películas con actores de habitual trabajo hollywoodiense cuando dejan salir todo su acento inglés; sino que el reparto es perfecto y equilibrado.
Colin Firth está brillante como siempre; John Hurt tiene una aparición breve pero intensa. Tom Hardy (el nuevo Bane) demuestra su gran talento como actor. Pero el que brilla con más fuerza es Gary Oldman pidiendo a gritos un Oscar.
"El Topo" es una película de visionado obligatorio para aquellos que quieran disfrutar de un buen rato de cine sin trucos, sobrio, de factura perfecta e interpretaciones brillantes. Para aquellos que no les pese un ritmo un tanto lento cuándo está justificado.
Pero la película tiene además una sinceridad abrumadora AQUÍ VIENE EL SPOILER: la evidencia de la identidad del Topo está latente durante todo el metraje y nadie pretende esconderlo. Y al espectador no le afecta.
