Clasificación de las 10 mejores series históricas británicas

Numerosas series históricas se han emitido a lo largo de los años, y este tipo de proyectos suelen ser alternativas ideales para los espectadores que buscan aprender un par de cosas sobre el pasado sin tener que ver películas o documentales. Estas propuestas televisivas se diferencian de otros dramas de época por abordar personajes o acontecimientos de la vida real, sin dejar de incluir algunos elementos de ficción.

Hoy en día, podría decirse que la televisión británica ha superado a la estadounidense en este género. Muchas series históricas populares están ambientadas en Gran Bretaña y fueron realizadas de forma independiente por productoras británicas o en colaboración con servicios de streaming y cadenas estadounidenses.

Pocas historias de ascenso y caída son tan entretenidas como Wolf Hall. La serie narra la carrera de Thomas Cromwell -más conocido por ser el consigliere de Enrique VIII y un famoso "hacedor de reinas"- y, a través de sus intrigas, los espectadores ven con qué facilidad una persona influyente puede cambiar el curso de la historia.

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Adaptación de los libros de Hillary Montel, Bring Up the Bodies y Wolf Hall, la serie es una alucinante amalgama de patriarcado, religión y política. Es fascinante ver cómo Cromwell ayuda a Enrique VIII a convertirse en el líder de la Iglesia de Inglaterra para que pueda casarse con una nueva esposa sin la aprobación del Papa. Curiosamente, el objetivo final no es otro que conseguir un heredero varón para el trono. Lamentablemente, los días de gloria de Cromwell acaban teniendo un final brutal.

Call The Midwife es una delicia para los aficionados a la historia y a los dramas médicos, ya que sigue a un equipo de comadronas del East End londinense en los años cincuenta. El detallado programa sirve en parte como herramienta educativa al abordar problemas sanitarios relacionados con la maternidad, como mortinatos, abortos, abortos espontáneos, infertilidad y discapacidades congénitas. Y a medida que los protagonistas se esfuerzan por resolver los problemas, se ven afectados de un modo u otro por los procedimientos políticos de la época.

Aunque algunos de los acontecimientos parecen bastante disparatados, hay cierta sensación de legitimidad, ya que la serie se basa en los diarios de Jennifer Worth, que formaba parte de la orden de enfermeras de la Comunidad de San Juan el Divino. Aparte del patetismo y el sentimentalismo, Call The Midwife pone de relieve los principales retos a los que se enfrentan las mujeres en el lugar de trabajo, muchos de los cuales siguen siendo de actualidad.

La trama de The Crown se desarrolla como la prosa de los tabloides, ya que se basa en gran medida en el sensacionalismo, pero es exagerando y cocinando los hechos como acaba resultando apasionante. Aun así, el drama de Netflix maneja todo con un toque de clase. Los diálogos son nítidos y la fotografía cambia ligeramente a medida que la serie salta de una época a otra.

También se pone mucho empeño en el diseño de los trajes. Muchos de los trajes que lucen los personajes son los mismos con los que fueron fotografiados en la vida real. Y lo que es más importante, The Crown ofrece a los espectadores una comprensión más profunda de cómo se juegan las cartas en la monarquía y en los pasillos del poder del número 10 de Downing Street. De este modo, se consolida como uno de los dramas políticos más recomendables.

The Last Kingdom ha luchado por superar a Vikings en popularidad, lo cual es comprensible ya que esta última es una de las series de televisión con mejores secuencias de batallas. Los dos proyectos se comparan porque ambos tienen muchos personajes nórdicos, pero el último se centra en el lado sajón de la historia y sigue la búsqueda del rey Alfredo para unir diferentes reinos en lo que es la Inglaterra actual.

Al igual que su serie rival, The Last Kingdom recurre a los ingredientes habituales: traición, intrigas y trabajo en equipo. Hay muchos personajes bien escritos, la mayoría ambiciosos y emprendedores. Además, los periodos de tiempo son correctos: cada temporada abarca un número determinado de años que el espectador conoce.

Poldark hace bien en describir algunas de las duras realidades a las que se enfrentan hoy en día los veteranos de guerra. Tras luchar en la Guerra de Independencia de Estados Unidos, el capitán Ross Poldark regresa a casa y descubre que su amante se ha casado con su prima y que su padre ha muerto.

Adaptarse a su nueva vida se convierte en una lucha, pero la historia pronto se transforma en una clásica aventura romántica cuando el protagonista se enamora de una criada que contrata. La química entre Aidan Turner y Eleanor Tomlinson también es maravillosa. Incluso cuando los acontecimientos se ralentizan, los dos dan a los fans una razón para seguir viéndola.

Gentleman Jack ahorra a los espectadores las monótonas historias de conquistadores y políticos, llevándoles a través de las aventuras de Anne Lister y Ann Walker, dos mujeres que celebraron la primera boda LGBTQ de la historia en Gran Bretaña. También ahonda en el capitalismo, la codicia y el acoso a través de una subtrama en la que Anne descubre yacimientos de carbón muy rentables en sus tierras y tiene que luchar contra un par de hombres por conseguirlo.

A pesar de las tribulaciones, Lister y Walker muestran una gran compasión y afecto el uno por el otro, convirtiéndose en una de las mejores parejas LGBTQ de la televisión de todos los tiempos. Lo impresionante es cómo sortean el gran obstáculo de la religión y solemnizan su unión tomando el sacramento en Pascua.

CunkOn Earth merece figurar en cualquier lista de los más divertidos mockumentaries de todos los tiempos, dados los desternillantes comentarios de la protagonista sobre la historia de la humanidad y las absurdas preguntas que no deja de hacerse. En él, la comediante Diane Morgan interpreta a Philomena Cunk, una versión semi-ficticia de sí misma que es una investigadora empeñada en extraer toda la información que pueda de los historiadores.

Ya sea dando sólidos argumentos sobre si la Unión Soviética debería llamarse la "Cebolla Soviética" o afirmando que el diseño de las pirámides se inspiró en la necesidad de impedir que los vagabundos se reunieran en ellas, Cunk nunca deja de impresionar. El programa funciona porque el cómico nunca rehúye la estupidez y, lo que podría sorprender a algunos, su showrunner es el creador de Black Mirror, Charlie Brooker.

Basado en las novelas de Diana Gabaldon, Outlander ofrece el tipo de imágenes que los aficionados al género siempre desean. Hay maravillosos campos verdes, extensas colinas en picado, veloces caballos a toda velocidad e impresionantes piezas arquitectónicas. Además, el vestuario es un fiel reflejo de la época y de la cultura escocesa en su conjunto.

Outlander es también algo más que un drama histórico al uso, ya que presenta casos de viajes en el tiempo. Esto le permite saltar entre el siglo XVII y el XX. Y aunque los personajes principales son ficticios, la serie abarca muchos acontecimientos reales, como el levantamiento jacobita y la batalla de Culloden.

Downtown Abbey está ambientada en una finca ficticia de Yorkshire, pero los principales acontecimientos posteriores a la era eduardiana que se ven en la serie son todos reales. Desde la tragedia del Titanic hasta la Guerra de Independencia irlandesa, los fans son testigos de cómo las vidas de los aristócratas se ven afectadas cuando el mundo que les rodea se transforma en algo a lo que no están acostumbrados.

Con 69 nominaciones a los Emmy, Downtown Abbey sigue siendo una de las series más condecoradas de todos los tiempos. Gran parte de su brillantez se debe a la precisión, ya que incluso los acentos se adaptan a la región inglesa de la que procede un personaje o a la época en la que se desenvuelven.

Las libertades creativas hacen que Peaky Blinders sea mejor, ya que la banda de Birmingham de la vida real nunca tuvo un miembro destacado que llegara a triunfar tanto en el crimen como en la política. En varias etapas, el Tommy Shelby ficticio interactúa e incluso forma alianzas con figuras históricas como Winston Churchill y Oswald Mosley.

Como Tommy es un protagonista muy formidable, se enfrenta a varios enemigos malévolos cada temporada, lo que crea una dinámica interesante tanto en los negocios como en la guerra de bandas. La mayoría de los personajes secundarios también son intrigantes, especialmente Alfie Solomons, interpretado por el siempre constante Tom Hardy.