Primavera Sound, día 3: Sharon Van Etten, Veronica Falls, Beach House, Chromatics, Justice...

2 DE JUNIO @ PARC DEL FÓRUM (PRIMAVERA)




En la última jornada del Primavera Sound, la del sábado 2 de junio, se notó, y mucho la ausencia de Björk. Sin ningún cabeza de cartel reconocible -Justice podrían haberlo sido en el FIB, por ejemplo, pero en el PS el protagonismo se diluye- el Parc del Fórum estaba bastante más vacío que el viernes. Aun así, descubrimos grupos estupendos y disfrutamos de grandes actuaciones como la de Sharon Van Etten, Chromatics o los propios Justice. Vamos a ello.

Sharon Van Etten



A las 6 de la tarde Sharon Van Etten, sobria pero juvenil, hizo aparición en el escenario San Miguel. En una de las actuaciones más esperadas del Primavera Sound, la de Brooklyn, rodeada de unos músicos magníficos, desgranó su último y aclamado álbum, 'Tramp', que aderezó con sonrisas y bromas: "Hey birds!", llamaba a los que le silbaban desde el público.

Eso sí, en un momento del concierto tuvo que echar una regañina a algún fan poco respetuoso de las primeras filas que se dedicó a parlotear durante uno de los temas, problema que se ve demasiado a menudo en los festivales. Son muchas horas de música, hija, qué le vamos a hacer. Volviendo a lo que nos atañe, la guitarrista bordó temas como Leonard, Give Out o Don't do it, incluido este último en su álbum 'Epic' (2010).

El momento épico de la actuación llegó con la ya clásica Serpents, uno de los mejores temas de este 2012 sin lugar a dudas, y perfecto en directo: comienza suave, casi acústico, para terminar con un estupendo coro de voces grabando en tu cabeza ese "Everything changes... in time". Nos alegramos sobremanera de haber pasado de la rueda de prensa convocada a esa hora, desde luego.

Momento amor: en el momento de presentar a su banda, en la que destaca la fantástica multi instrumentista Heather Woods Broderick, no se olvidó del técnico de sonido, lo que nos parece un detalle precioso. Eso sí, habría sido una maravilla que Zach Condon, líder de Beirut, apareciese en escena para cantar con ella We are fine, pero suponemos que Condon ya no andaría por Barna.

Veronica Falls



Lo de Veronica Falls fue la primera decepción del día. Así como en su versión de estudio son un grupo de lo más agradable para escuchar -que nos metamos con ellos por ser unos modernos de libro pirómanos nos significa que no nos gusten- pero en directo son flojos, muy flojos.

Para empezar, Roxanne Clifford no da la talla en directo. No llega a los agudos, desafina y da vergüencita ajena. Quizá por eso, el grupo no consigue transmitir lo más mínimo en directo y acaban convirtiéndose en un grupo que escuchar de fondo, sentado, esperando a lo gordo de la jornada con una cerveza en la mano, pero ni temas tan alegres y 'buenrollistas' como Bad Feeling o My Heart Beats consiguieron subir la media del concierto.

Sleepy Sun



Hartos de 'pavisosidades' nos fuimos huyendo al escenario ATP, donde Sleepy Sun estaban dando un espectáculo impresionante. Psicodelia rock a tope, guitarras distorsionadas y ruido, mucho ruido. Repetían en el Primavera Sound aunque, como ellos mismos admitían, en su última visita los vieron bastante menos personas.

Aunque faltaba la antigua cantante Rachel Fannan, que abandonó el grupo en 2010, y que le daba un toque levemente dulce -dentro de lo que cabe- al brutal directo de los Sleepy Sun, el grupo sigue sonando increíblemente potente. Un espectáculo que no te debes perder si tienes la oportunidad, desde luego.


Atlas Sound



Bradford James Cox, el hombre tras Deerhunter se presentó en el escenario Pitchfork totalmente solo y armado con una guitarra. Poco ayudado por el sonido, que falló en numerosas ocasiones, Cox presentó los temas de su proyecto en solitario, Atlas Sound. No ayudó que el resto de instrumental que componen los temas de Atlas Sound, que toca el propio Cox, estuvieran pregrabados.

Aunque intentó quitarle hierro al asunto haciendo bromas como soltar sin venir a cuento y en medio de una canción: "Mirad, ¡un barco!", mientras un velero pasaba por el embarcadero del Parc del Fórum -no nos vamos a despistar por eso, Cox- Atlas Sound suenan bien en tu casa, rollo Veronica Falls, pero, en directo, mejor elegir otra opción.





Beach House



Con Beach House nos quedamos más bien fríos. Exquisitos en directo, igual de etéreos y correctos que en el estudio, pero sin fuste, sin empuje. Presentando su último disco, 'Bloom', casi en su totalidad -cayeron 8 de sus 10 temas-, Beach House gustaron, sí, pero no transmitieron, a diferencia de lo que hacía su compatriota Anthony Gonzalez en ese mismo escenario la noche anterior.

Aun así, su dream pop, poco favorecido por la acústica del escenario Mini -que no fue la mejor opción para ese estilo de música pero cuya elección se justificaba, una vez más, por la cantidad de gente que acudió en masa a verlos- consiguió puntos álgidos como con Myth, uno de los mejores temas de su último trabajo, o Zebra, uno de los temas clásicos del grupo de origen francés, perteneciente a su álbum 'Teen Dream'.


Saint Ettiene



A las 11 de la noche había una disyuntiva en el Parc del Fórum: ¿Saint Etienne o Chromatics? Dado que Saint Etienne comenzaban primero, y se les encomendaba la nada agradable tarea de sustituir a Björk, cuya caída se notó sobremanera en la asistencia del sábado, decidimos pasarnos por allí para ver cómo se lo montaban Sarah Cracknell y compañía.

En un concierto ascendente, bastante frío al principio y con problemas de sonido -para variar- Cracknell y compañía consiguieron levantar al público que se había reunido en el San Miguel y que, aunque no llenaba la explanada frente al escenario, sí que se mostró entregado. Temas fáciles pop como You're in a bad way o el clásico He's on the phone hicieron bailar al personal que, al fin y al cabo, estaba ahí para eso, para escuchar hits fáciles.

Cracknell peloteó al personal diciendo cada X tiempo "You're brilliant. You are brilliant" y se paseó por el escenario contoneándose con su boa (entiéndase como prenda de vestir) al cuello y su vestido plateado -aunque nos quedamos con el de Madelaine Hart de Baxter Dury- aunque a nosotros, a decir verdad, nos cansó sobremanera, así que nos fuimos al escenario Pitchfork.


Chromatics



Muy acertadamente, como comprobamos tras escucharlos en directo, nos pasamos por el escenario Pitchfork a escuchar a los Chromatics. Haciendo alarde de un synth pop elegante, oscuro y a la vez cándido -representado estupendamente por el tema Tick of the clock, famoso por pertenecer a la fantástica BSO de la película 'Drive'- los Chromatics reunieron a bastante personal frente a ellos, que bailaban hipnotizados ante los chicos de Oregon.

Cayó su versión del clásico de Kate Bush Running up that hill que, aunque pierde el punto turbio y fantasmagórico de la original, conserva su tristeza y su capacidad evocadora. Escuchar a los Chromatics -y verlos en directo, más- es como entrar en un mundo futurista, frío, pero a la vez soñador y electrizante. Muy buen grupo, sí señor.





The Weeknd



Y, para hacerle honor al dicho "Una de cal, otra de arena", decepción absoluta con The Weeknd. Uno de los hypes de 2011, con su mezcla de electrónica y R&B, no consiguió en absoluto animar al público. Vale que el sonido no le acompañó -otro más al que le falló el escenario Pitchfork- ya que 'petó' en la primera canción, pero cuando intentó reanimar al personal lanzando la mítica frase de "make some noise" su música no acompañaba.

Lo más "bailable" que pudimos escuchar en la actuación de The Weeknd fue una versión de Dirty Diana, de Michael Jackson, rebautizada como D.D., pero su música es de todo menos seductora. Más que un artista innovador, como esperábamos que fuese, sus temas son muy, muy poco contagiosos en directo y recuerdan más a baladas pop de los noventa que a lo que nos han vendido del canadiense.

Lo que más se escuchaba por el público era "Mira que el chico lo intenta, ¿eh? Pero es que no". Ni si quiera Crew Love, el cover de la canción en la que colaboró con Drake, consiguió levantar los ánimos. Es que, además, es un tema hecho con muy mala leche: te calienta para el subidón, parece que llega, sí, no... No. No llega. En ningún momento de la canción. Y claro, la gente se quedó con ganas de bailar...


Justice



... lo que explica que Justice se petase. Aunque muchos se quejaron de esta confirmación del Primavera (pasó lo mismo con Franz Ferdinand) el dúo francés llegó en el momento justo. Con un equipazo de altavoces que ocupaban la mitad del escenario y con su característica mesa presidida por un crucifijo luminoso, Gaspard y Xavier se metieron a los asistentes en el bolsillo desde el primer tema.

Eso sí, es un grupo que tortura en directo. Primero te sueltan el estribillo ("Do the d a n c e, 1 2 3 4 5") y luego te meten, como si tal cosa, la base de Helix, por ejemplo. Tras unos minutos de espera, en los cuales sigues bailando, por supuesto, ya sí, te lanzan las notas de su clasicazo D.A.N.C.E. y la gente entra en éxtasis.

Lo mismo hicieron para presentar We are your friends, uno de sus primeros hits, aunque la introducción fue más dramática: tras acabar con el temazo Stress, incluido en su primer disco, ambos se quedaron paralizados durante unos minutos en el escenario, con pose 'Fiebre del sábado noche', para luego arrancar con la archiconocida frase "Because we are your friends...".

Para que os hagáis una idea de la espectacularidad del concierto, tremendamente calculada -y por ello, quizás, demasiado fría y forzada- hubo un momento en el que la mesa en la que estaban pinchando se abría por la mitad y aparecía un piano blanco en el que se sentaba Gaspard. Falta un punto auténtico y espontáneo, sí, pero Justice saben cómo hacer bailar, de eso no hay duda.


Neon Indian



Para acabar la noche nos pasamos por Neon Indian. Alan Palomo, de origen mexicano, hablaba a la audiencia a ratos en inglés, a ratos en castellano, insistiendo en que jamás se hubiera imaginado presidir el escenario Ray Ban en el Primavera Sound. Aunque hay que reconocerle que su chill wave suena exquisito en directo, creemos, desde el corazón, que es un género que hay que escuchar en tu casa, tranquilito, porque si te vas a las tres de la mañana con ganas de fiesta a ver a Palomo, es probable que te quedes dormido.

Eso sí, tocó hits como Polish Girl o Fallout, más moviditos, y los más fanses del grupo disfrutaron de lo lindo. Nosotros lo habríamos colocado en otra franja horaria, desde luego, pero hay que reconocerle a Palomo que se esfuerza. Y, por cierto, muy muy fanses de su baile.

En resumen...



Nos quedamos con dos grupos promesa: Sharon Van Etten y Chromatics y nos desmarcamos de dos de los grandes hype del moderneo actual, Veronica Falls y The Weeknd, por no lograr un directo apasionante que, al fin y al cabo, es para lo que casi todos vamos a los festivales, para disfrutar de la música en vivo. Y, como conclusión final de este Primavera Sound 2012: magnífico y abrumador cartel, en el que nos costó horrores ver a los cabeza de cartel por la cantidad de grupos emergentes que podían verse en los escenarios más pequeños. Pero eso, en esencia, es el Primavera: un escaparate estupendo de los grupos que, probablemente, vuelvan al cartel al cabo de los años rodeados de polémica por ser ya mainstream. C'est la vie!

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