Tales of the Empire convirtió a Morgan Elsbeth en un gran personaje de Star Wars
La serie antológica de animación Star Wars: Tales of the Empire es, en el fondo, otro ejercicio de expansión del canon. Sin embargo, el verdadero logro de la serie no es ampliar la tradición establecida, sino reforzar la caracterización de Morgan Elsbeth.
Hasta la fecha, Elsbeth sólo ha aparecido en otras dos producciones de Star Wars -The Mandalorian y Ahsoka- y no ha dejado su huella en ninguna de ellas. Pero esto no es necesariamente culpa de la antigua magistrada imperial; no es la villana principal ni en The Mandalorian ni en Ahsoka. De hecho, en ambas series, Elsbeth es más un obstáculo que un personaje: un reto que nuestros héroes deben superar en su viaje, más que una persona hecha y derecha. Tenemos indicios de que Elsbeth tiene algo más de lo que sugiere su gélido exterior, pero esos momentos son fugaces. Elsbeth y su historia no son el centro de atención.
Pero en Star Wars: Tales (o en la mitad, en todo caso), el arco argumental de Elsbeth es el centro de atención, y es suficiente para transformar un personaje olvidable en uno realmente genial.
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Poco sobre el debut de Morgan Elsbeth en Star Wars en la segunda temporada de The Mandalorian apunta a su potencial sin explotar. Durante todo el quinto episodio de la segunda temporada, "Chapter 13: The Jedi", Elsbeth es una mala de una sola nota: remota y despiadada. Eso es todo lo que sabemos de ella y es todo lo que necesitamos saber. Es mala y Din Djarin y Ahsoka Tano tienen que derrotarla. Muy sencillo.
Es cierto que hay indicios de que el pasado de Elsbeth esconde algunos secretos que merece la pena conocer. Al final, queda claro que está vinculada al legendario villano de Star Wars, el Gran Almirante Thrawn. Además, la lanza Beskar de Elsbeth y su destreza marcial -se enfrenta a Ahsoka y se defiende- sugieren que es algo más que una compinche imperial de nivel medio. Sin embargo, nada de esto cambia mucho el atractivo general de Elsbeth. Despojada de sus vÃnculos con Thrawn y de su kung fu espacial, no resulta especialmente atractiva.
En la primera temporada de Ahsoka las cosas son ligeramente mejores, a pesar de que Elsbeth tiene mucho más tiempo en pantalla. Por supuesto, descubrimos que es una Hermana de la Noche (algo a lo que Ahsoka alude en The Mandalorian) y hay un mayor sentido del trauma en su núcleo. Su pueblo, las Brujas de Dathomir, fue masacrado hace décadas, pero el dolor de esta tragedia sigue siendo su motor. La primera temporada de Ahsoka también pone de manifiesto la verdadera naturaleza de las lealtades de Elsbeth. Está dedicada a Thrawn y a su visión de una galaxia muy, muy lejana, más que al Imperio en general.
Todas estas piezas son fascinantes, pero Ahsoka nunca las encaja de forma satisfactoria. Hasta que Ahsoka la ensarta fatalmente, Elsbeth es la misma villana caricaturesca. Es como si hubiera asistido a una clase de "Diálogo malvado 101". Nada de lo que dice ofrece una visión significativa de sus sentimientos más profundos sobre su pasado, presente o futuro. Su objetivo final, más allá de rescatar a Thrawn, sigue siendo frustrantemente vago. Asà que, cuando Elsbeth muere, es un asunto superficial, en el mejor de los casos.
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El dibujo animado Morgan Elsbeth es 3D en más de un sentidoAfortunadamente, no hay nada superficial en la historia en tres partes de Morgan Elsbeth en Star Wars: Tales of the Empire. Por fin presenciamos la masacre de los Nightsister desde la perspectiva de Elsbeth, y es realmente conmovedor. Más que eso, establece adecuadamente el efecto corrosivo de esta experiencia en Elsbeth. Nada, ni siquiera enfrentarse a las fuerzas separatistas responsables, podrá curar la herida dejada por el genocidio de su pueblo.
Y es una herida que nunca se cura del todo. Al contrario, se encona hasta el punto de querer vengarse de la propia galaxia. Elsbeth lo admite cuando Thrawn la recluta en el segundo episodio de Tales of the Empire. Elsbeth le dice a Thrawn: "Busco el poder para asegurar mi futuro, para destruir a mis enemigos". Su venganza contra un mundo caótico consiste en hacerse con su control y no volver a ser una vÃctima.
Por eso Elsbeth es tan leal a Thrawn: sus designios de una galaxia ordenada le otorgarán el control que ansÃa. Es algo más que una motivación genérica de "dominarlos a todos", o incluso de retribución en el sentido clásico. Lo que Elsbeth quiere, a su retorcida manera, es seguridad y autonomÃa. Esto no excusa sus crÃmenes en The Mandalorian y Ahsoka, pero los hace más comprensibles.
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La trágica historia de Elsbeth reveló su verdadero potencial
Por supuesto, no todos los grandes villanos necesitan este tipo de simpatÃa. Uno de los malvados más emblemáticos de La Guerra de las Galaxias, el Emperador Palpatine, es prácticamente el diablo encarnado. Pero tampoco está de más. Al fin y al cabo, el villano insignia de la franquicia, Darth Vader, es tan fascinante precisamente por su caÃda en desgracia, demasiado humana. Lo mismo puede decirse de Morgan Elsbeth. Necesitaba una historia de fondo completa y cargada de patetismo para desplegar todo su potencial como personaje, y eso es precisamente lo que hizo Tales of the Empire.
Los seis episodios de Star Wars: Tales of the Empire están actualmente en streaming en Disney+.
