Star Wars revela que sólo una cosa es más importante para Boba Fett que su armadura

El cazarrecompensas intergaláctico Boba Fett es uno de los personajes más populares de la trilogíaoriginal de Star Wars. Una de las principales razones de su popularidad inicial es su aspecto icónico, con su armadura con cicatrices de batalla y su elegante casco mandaloriano. Mucho antes de El libro de Boba Fett, el cazarrecompensas más mortífero de la galaxia se ganaba la vida gracias a su reputación.

Incluso después de escapar del mortífero pozo de Sarlacc en Tatooine, su reputación de asesino intrépido perduró y siguió haciéndole ganar mucho dinero, hecho que se mantuvo tanto en el nuevo canon de Disney como en la continuidad original de las Leyendas. Esto se puso de manifiesto cuando alguien cometió el error de intentar robar a Boba Fett la única cosa que es aún más importante para él que su armadura.

El cómic Legends Boba Fett: Twin Engines of Destruction (de Andy Mangels y John Nadeau) comienza con dos cazarrecompensas acercándose a un único objetivo. Uno de ellos parece ser Boba Fett, que esquiva por los pelos las trampas puestas por su presa. El otro es el cazarrecompensas rival Dengar, un corelliano con cicatrices que mantiene una tensa pero respetuosa rivalidad profesional con Boba. Sin embargo, Dengar pronto se da cuenta de que el cazarrecompensas que se esconde bajo la cicatrizada armadura mandaloriana no es en realidad Boba Fett, sino un impostor llamado Jodo Kast.

Aunque es un cazarrecompensas relativamente menor, Kast era sorprendentemente ingenioso y duro. Sin embargo, esas habilidades no eran suficientes para ganar las cantidades de dinero que quería, así que empezó a vestirse con una armadura mandaloriana que recordaba a la que llevaba Boba Fett. A veces, la gente contrataba a Kast por el prestigio que le proporcionaba esta armadura, pero más de una vez se hizo pasar por Fett para poder conseguir contratos más lucrativos.

Dengar alerta al verdadero Fett de lo que está ocurriendo, y ambos conspiran para acabar con el impostor. Tras falsificar una nueva identidad propia con el seudónimo de Madak, Fett se acerca a un gremio de cazarrecompensas y pone un contrato. El objetivo no existe, pero está seguro de que atraerá a Jodo Kast a una trampa. Cuando el representante del gremio pregunta por qué Madak quiere contratar a un cazarrecompensas tan caro, éste responde que Boba Fett no está disponible.

Mientras los dos se ponen en marcha juntos, Dengar comenta que todas las cicatrices dejadas por el Sarlacc explican por qué Fett nunca se quita el casco para mostrar su rostro. En respuesta, Fett responde que el casco es su verdadero rostro. Esto, más que cualquier otra cosa, es el núcleo de la cuestión. Boba Fett está orgulloso de su trabajo. Su reputación no es simplemente su activo más valioso, sino que es una parte fundamental de su identidad que está inseparablemente conectada a su armadura. Jodo Kast no necesitaba robar la armadura real de Fett. Se llevó algo mucho más valioso cuando robó la imagen que la armadura representaba.

Una vez que Boba Fett captura al impostor, el legendario cazarrecompensas deja algo muy claro: Kast es un don nadie que nunca podría haber aspirado a emular al auténtico. Para demostrarlo, le ofrece a Kast la oportunidad de escapar con vida, si es capaz de realizar una hazaña que Fett podría llevar a cabo fácilmente. El fracaso de Kast demuestra que sólo hay un Boba Fett, un hecho que el impostor se lleva a la tumba.

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