Sega confirma la compra de Angry Birds y su entrada en el mercado móvil
Sega se dispone a adquirir Rovio, la empresa finlandesa responsable de los juegos Angry Birds, por tres cuartos de billón de dólares, según anunció la compañía el lunes por la mañana. El Wall Street Journal había señalado el viernes que la operación estaba a punto de cerrarse, aunque pronosticaba un precio superior de 1.000 millones de dólares.
Sega dejó claro que quería reforzar su posición en el mercado de los juegos para móviles y utilizar la experiencia de Rovio para llevar la propiedad intelectual de Sega -que incluye a Sonic the Hedgehog, por supuesto- a los móviles de una forma importante.
El acuerdo, que ha sido aprobado por el consejo de administración y los accionistas de Rovio, pone un precio de 706 millones de euros (775 millones de dólares) al estudio de Angry Birds. Sega afirma que espera poder completar la adquisición a finales de septiembre de 2023. Rovio pasará a formar parte de Sega Europe, la filial con sede en el Reino Unido que también engloba estudios como Creative Assembly (Total War) y Sports Interactive (Football Manager).
La compra de Rovio por Sega llevará 'Angry Birds' a consolas y PC
La aplicación móvil Angry Birds tendrá una película
En un comunicado de prensa, Sega dijo que espera que los juegos móviles crezcan hasta alcanzar el 56% del mercado global de juegos en 2026, y que pretende utilizar "los conocimientos distintivos de Rovio en la operación de juegos móviles de servicio en vivo para llevar los títulos actuales y nuevos de Sega al mercado global de juegos móviles, donde hay un gran potencial, y se puede acceder a muchos usuarios."
A cambio, Sega afirma que ayudará a Rovio a expandirse fuera de los juegos para móviles y a lanzar sus juegos en otras plataformas. También señala que ambas empresas han tenido bastante éxito en el ámbito multimedia, llevando Angry Birds y Sonic the Hedgehog a las salas de cine.
El original de Rovio de 2009 fue uno de los primeros juegos de éxito en los teléfonos inteligentes y se convirtió en la base de una extensa franquicia de juegos casuales de puzles físicos. Pero a Rovio le ha costado salir del negocio de Angry Birds. A principios de año, el estudio suscitó polémica cuando retiró de la lista el juego original de pago en Android y lo rebautizó como en iOS, porque dominaba los resultados de búsqueda de la tienda de aplicaciones. Dependiendo de a quién se crea, el precio único de 0,99 dólares estaba tentando a los jugadores a abandonar las versiones gratuitas del juego, más lucrativas posteriormente, o (como dijo Rovio a Axios) disuadiéndoles de descargarse cualquier juego de Angry Birds.
El movimiento de Sega demuestra que la oleada de adquisiciones que se ha apoderado de la industria del videojuego en los últimos años sigue en marcha, aunque se haya ralentizado. El capital barato y el rápido crecimiento durante la pandemia han dado lugar a grandes operaciones, como la adquisición de Bungie por Sony por 3.600 millones de dólares y la saga aún en curso de la compra de Activision Blizzard por Microsoft por 68.700 millones de dólares.
