Reseña del cómic Marvel's Spider-Punk #1

Spider-Punk es una de las versiones terrestres alternativas más disparatadas de Spider-Man en el universo Marvel, que hizo su aparición durante la saga Spider-Verse de 2014. El adolescente malhablado y amante del punk Hobart Brown obtuvo sus poderes de una araña radiactiva. Spider-Punk utilizó sus dones para acabar con el presidente Osborn, que había sumido a su mundo natal de Tierra-138 en un régimen autoritario, golpeándolo hasta la muerte con su guitarra. Ahora, el héroe antifascista, junto con sus amigos anarquistas, mantiene su barrio y su comunidad a salvo de los nazis. Spider-Punk recibe por fin su merecida serie en solitario, escrita por Cody Ziglar con ilustraciones de Justin Mason y Jim Charalampidis y letras de Travis Lanham de VC.

Spider-Punk nº 1 inicia la miniserie de cinco números con una explosión. Ambientada en un mundo distópico en el que reina el punk rock, Hobie y sus amigos, el luchador por la libertad Karl Morningdew (Capitán Anarquía) y la genio Riri Williams (Riot Heart), luchan contra fascistas como los nazi-punks Kraven y los Cazadores para mantener su ciudad a salvo. Cuando un altercado casi mortal hace que la Banda Arácnida observe de cerca la tecnología que blanden Kraven y su banda, se sorprenden del nivel de energía que emana del arma. Kraven vuelve para el segundo asalto, esta vez con un as en la manga. Spider-Punk y su banda de anarquistas deben dar un paso adelante para derrotar a esta nueva amenaza.

Cuando los fascistas salen a jugar, el simpático Spider-Punk y su fiel guitarra están aquí para ayudar. Cody Ziglar escribe el personaje con mucha garra y espíritu, escupiendo blasfemias cada vez que puede y sin renunciar a una buena pelea. Y lo que es más importante, lucha por mantener su ciudad libre, con sus amigos cubriéndole las espaldas en las buenas y en las malas. Spider-Punk #1 se mueve de forma lineal, con poca o ninguna exposición que obstaculice la progresión de los acontecimientos y secuencias de lucha intermitentes, lo que mantiene la intriga. Ziglar anima el mundo de Tierra-138 utilizando un lenguaje colorido y una historia impulsada por la trama, incluso dando a algunos personajes principales una actualización cultural.

El arte de Spider-Punk nº 1 es una auténtica maravilla, ya que toma la alocada energía del punk rock y le da vida a través de una serie de ilustraciones con un entintado audaz y un estilo caricaturesco. El artista Justin Mason emplea llamativas líneas de acción y enmarca a los personajes en poses dinámicas para crear paneles llamativos. Sin embargo, los diseños de los personajes recién introducidos parecen genéricos y afines a sus homólogos de Tierra-616, con algunos motivos punkies. Dicho esto, el máximo dinamismo emana del coloreado del libro, creando un festín visual para los ojos. El colorista Jim Charalampidis utiliza los tonos más brillantes y un montón de colores terciarios, incorporando incluso las letras de Travis Lanham en los efectos, para resaltar la sensación punk del mundo distópico.

Spider-Punk #1 tiene un gran comienzo con una historia bastante sólida contada a un ritmo cautivador que mantiene a los lectores pegados a sus asientos. El equipo creativo capta con acierto el vibrante mundo de Tierra-138, llenándolo de picos, mohawks y peinados emo en una multitud de colores, cada uno de los cuales refleja la personalidad de su portador. Hobie es tan temerario como en su primera aparición, pero esta vez tiene amigos que lo mantienen en su sitio. Resulta entrañable oírles bromear entre ellos. Spider-Punk nº 1 da la bienvenida a los lectores nuevos y a los ya establecidos con un final que promete aún más batallas de rock.

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