Pokémon a los 25 años: cómo ha crecido Ash en el anime

Ash Ketchum,de Pokémon , lleva 25 años de edad, pero eso no significa que no haya crecido un poco en ese tiempo. Desde sus comienzos como un niño que se quedaba dormido y apenas conseguía su Pokémon inicial, hasta el Campeón de Alola y actual asistente de investigación de la Profesora Cerise, Ash ha ido cambiando y madurando a lo largo de su viaje, convirtiéndose en una mejor persona.

En los tiempos de la Liga Índigo, la personalidad de Ash era casi irreconocible en comparación con la de su homólogo actual, aparte de algunos rasgos clave. El primero y más obvio de estos rasgos clave es su tendencia a precipitarse sin pensar, como cuando intentó atrapar a un Pidgey lanzándole piedras en el primer episodio.

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Otro aspecto posiblemente más importante del personaje de Ash es su disposición al autosacrificio: desde la protección de Pikachu en el Episodio 1 hasta la muerte en múltiples ocasiones en las películas, Ash no tiene ningún problema en arriesgar su vida si eso significa hacer lo correcto. También se preocupa mucho por sus Pokémon y respeta sus decisiones: ya sea por evolución o por amor, Ash no obligará a ninguno de sus Pokémon a hacer nada que no quiera.

Pero el amor de Ash por los Pokémon no se traduce necesariamente en madurez, sobre todo porque al principio de la serie sentía muy poco amor por sus semejantes. Cuando la serie empezó a emitirse a finales de los 90, Ash estaba atrapado por algunas de las ideas de la época y a menudo se burlaba de Misty por su feminidad, a pesar de que normalmente era una entrenadora mucho más capaz que él. Del mismo modo, el Ash de la serie original luchaba mucho con el orgullo y el exceso de confianza, presumiendo de sus logros mientras ponía muy poco empeño en conseguirlos.

Era bastante perezoso, y tomaba todos los atajos que se le ocurrían para eludir el duro trabajo necesario para ganar sus insignias: de sus cinco primeras, sólo una la ganó derrotando al líder de gimnasio en un combate justo. Aunque su amabilidad le hizo ganarse la lealtad de sus Pokémon, fue su fuerza y no su habilidad como entrenador lo que le valió un puesto entre los 16 mejores de la Liga Añil.

Por suerte para Ash, tuvo muchas oportunidades de aprender. Viajar con Misty por dos regiones permitió a Ash ver lo fuertes que podían ser las chicas. Cuando conoció a May, la consideró como una igual y apoyó sus objetivos, sentando un precedente para el resto de su viaje. Del mismo modo, Charizard enseñó a Ash que la amabilidad no era suficiente cuando se trataba de entrenar a los Pokémon: tenía que ganarse su respeto, darles espacio cuando lo necesitaran y trabajar con ellos para que desarrollaran su propio estilo de batalla. Dejó de tomar atajos en las Islas Naranjas, y a lo largo de Johto y Hoenn, empezó a trabajar en el entrenamiento con cada uno de sus Pokémon, no solo para hacerse más fuerte, sino para profundizar en la relación entre él y sus Pokémon, un rasgo que ha continuado hasta hoy.

Ash también empezó a fijarse más en los demás al salir de Kanto. Mientras que antes era egocéntrico y fanfarrón, ahora descubrió la alegría de ayudar a los demás a conseguir sus sueños, como por ejemplo animar los inventos de Clemont o ayudar a Mallow a encontrar Néctar Amarillo para hacer el plato legendario de su restaurante. Como resultado de la creciente preocupación por sus compañeros humanos, no solo fue capaz de aceptar la derrota, sino incluso de felicitar sinceramente a sus amigos cuando le superaban, como ocurrió con Iris en el episodio 42 de la temporada 14, "Final de la batalla del club: El desenlace de un héroe". En el mismo sentido, Ash también se volvió más independiente a medida que avanzaba la serie: pasó de depender de Brock para atender sus necesidades a convertirse en un entrenador que podía viajar cómodamente solo. Incluso fue capaz de tomar las lecciones que había aprendido en sus viajes y utilizarlas para ayudar a otros, enseñando a May lo básico en Hoenn y tutelando con confianza a Dawn en Sinnoh.

Sin embargo, quizá la forma más importante en la que Ash ha crecido es con respecto a sus rivalidades. Al principio de la serie, la rivalidad de Ash con Gary podría calificarse conservadoramente de "tóxica", ya que Gary le reprendía y superaba constantemente de todas las formas posibles, lo que quizá llevó al joven de buen corazón a emular la jactancia y la arrogancia de Gary. Todo cambió cuando Ash finalmente derrotó a Gary. No lo hizo por puro poder, sino por la rapidez de pensamiento y el uso del entorno, exactamente el tipo de estilo de batalla poco ortodoxo por el que ahora se conoce a Ash. La derrota permitió a Gary ver a Ash como un igual y a Ash dejar atrás su rivalidad. Ambos se han hecho mejores gracias a ello.

En ningún lugar es más importante esa base que en lo que respecta a la rivalidad de Ash con Paul en la región de Sinnoh, que ayudó a solidificar el estilo de entrenamiento y las motivaciones de Ash. Paul creía que solo los Pokémon fuertes eran dignos, y liberaba a los que no estaban a su altura sin tener en cuenta los sentimientos del Pokémon. Ash pasó gran parte de la serie Diamante y Perla intentando demostrar que Paul y sus duros e insensibles métodos estaban equivocados, demostrando que cualquier Pokémon puede hacerse fuerte mediante el entrenamiento, el trabajo duro y la bondad. Aunque los métodos de Paul mostraban resultados inmediatos, el vínculo de respeto y amor entre Ash y sus Pokémon les permitió finalmente derrotar a Paul cuando era importante.

Aunque Ash siga teniendo 10 años para siempre, lo cierto es que ha crecido mucho a lo largo de la serie, y tampoco ha terminado todavía. Todavía se precipita en las cosas con el entusiasmo propio de un niño de su edad, y aún no ha aprendido el significado de "tacto". Aun así, Ash se ha suavizado mucho desde su primera aparición, se ha vuelto más tolerante y compasivo con los demás, e incluso se ha humillado al tratar de convertirse en un mejor entrenador digno del título de "Maestro Pokémon".