Oficial: el mundo se acabará el 24 de junio de 2018
Durante muchos años, las civilizaciones han estado discutiendo cómo terminaría el mundo. Por ejemplo, en el caso de los mayas, creían que una vez que su calendario agotara todos sus días en un año, el mundo terminaría. Afortunadamente, aunque ha pasado el año maya, el mundo todavía existe, y todo está bien. ¿O no?
El teórico de la conspiración Mathieu Jean-Marc Joseph Rodrigue cree que la clave de los secretos del Armagedón se encuentra dentro de un pasaje bíblico. El pasaje en cuestión es del Libro de las revanchas, que describe el Día del Juicio Final: una gran batalla entre el cielo, el infierno y el Hijo de Dios, el que hace las cosas bien. Él cree que una cierta línea en el pasaje, "Le dieron autoridad para actuar durante 42 meses", en el contexto de los precios de las cosechas recogidas en el resto del libro, da pistas sobre cuándo terminará el mundo.
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Rodrigue continúa citando otra línea, donde dice haber escuchado una "voz en medio de los cuatro seres vivientes", que representa a un hombre con una figura de 666. Para aquellos que no saben, 666 es el número asociado con el diablo. Con la ayuda de algunas matemáticas, agrega la cifra 66 a los 42 meses en el libro de las Revelaciones. Según sus cálculos, el fin del mundo será el 24 de junio de 2018, aunque el extraño conspirador aún no ha descubierto cómo sucederá.
Para aumentar su credibilidad, el famoso profeta del siglo XVI Nostradamus también creía que la Tierra llegaría a su fin en 2018. El profeta tiene algunas predicciones que en realidad se hicieron realidad: predijo correctamente que los terremotos aterrorizarían a la Tierra cuando Saturno, Júpiter, y Mercurio se alinearía dentro de la constelación de Tauro en el mes de mayo.
Quizás el fin de la Tierra esté cerca, y debemos prepararnos para lo peor. ¿O deberíamos dejarlo al azar y esperar que el mundo todavía exista en 2019? De cualquier manera, preferiría sentarme, relajarme y disfrutar el Año Nuevo mientras aún exista. Bien pensado, los cruces de declaraciones entre Donald Trump y Kim Jong-un no tranquilizan demasiado.
