Los 17 mejores momentos de la séptima tempora de 'Juego de Tronos'

¿Cuales han sido los 17 mejores momentos de la séptima temporada de 'Juego de Tronos'?
Tras siete intensas semanas en las que la guerra entre Lannister, Targaryen, Greyjoy, Stark y el resto de las familias y poderes del norte nos han mantenido en vilo, el final de Juego de Tronos y su séptima temporada marca un punto y aparte en la historia de la serie de HBO, a partir del cual solo queda aguardar para la esperada recta final. Una espera que se va a hacer muy larga al tener que esperar hasta 2019 -medio año más que de costumbre- para poder disfrutar de los seis episodios que quedan para llegar hasta su conclusión, pero que prometen merecer la pena viendo lo que nos ha dejado la que se despide a ahora.
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En generar, ver la séptima temporada de 'Juego de Tronos' ha sido una experiencia tan vertiginosa como la velocidad con la que los cuervos parecían llegar a una punta a otra de Poniente, pero aun con sus más y sus menos se hace difícil volver atrás la mirada sin tener la impresión de que ha sido un viaje más que satisfactorio.
Vistos y revisados todos y cada uno de los siete episodios de la temporada 7 de 'Juego de Tronos', los integrantes de nuestro equipo nos hemos mantenido fieles a la tradición de echar la vista atrás -como hicimos con la tercera, cuarta, quinta y sexta- seleccionando los que consideramos han sido los momentos más destacados, locos y wtf que nos ha dado este penúltimo episodio de la serie.

Avisando antes de nada que -por supuesto- todo lo que encontraréis a continuación conlleva SPOILERS de 'Juego de Tronos', hemos reducido la selección a 17 -con algo de trampa, eso sí-, por aquello de corresponder a su año de emisión. Estos han sido para nosotros los mejores momentos de la séptima temporada de 'Juego de Tronos':
1) La Venganza Roja de Arya: Seguro que no fuimos pocos los que al comenzar la temporada no pudimos evitar pensar si HBO se había equivocado y estaba reponiendo un episodio antiguo. ¿Que demonios hacía ahí Walder Frey? Pero claro, todo empezó a cobrar sentido en cuanto comenzamos que la venganza de la cachorra de los Stark no podía limitarse a servirle en empanada a sus propios hijos al responsable de la Boda Roja y rebanarle el gaznate.
2) Samwell Tarly en la mierda: No ha habido mayor troll en la séptima temporada de 'Juego de Tronos' que el responsable de la edición de las escenas de Samwell Tarly. Y si bien la transición entre la intervención improvisada a Jorah Mormont y la reaparición de Pastel Caliente y la lectura de cierto pasaje ligado al linaje de los Targaryen, pocas secuencias habrán quedado tan grabadas como la que relata los primeros menesteres del antaño compañero de Snow en la Ciudadela.
3) Los pecados del Perro: Una de las grandes virtudes de la serie de HBO es conseguir que nos impliquemos incluso con los secundarios que a priori pudieran ser más difíciles para tal labor, y Sir Sandor Clegane uno de los que más ha conseguido en dicho aspecto. Tanto, que con su inesperado regreso al hogar de la misma familia a la que le arrebató el oro hace ya unas cuantas temporadas, es posible sentir como a cada golpe de pala la ira y el remordimiento por el hombre que una vez fue le consumen por dentro.
4) Dragonstone: Si ya de por si la escalinata de San Juan de Gaztelugatxe es imponente, verla convertida en la entrada del otrora hogar familiar de los Targaryen ha terminado por ser la guinda perfecta para otorgarle al tan largamente esperado regreso de Daenerys a Poniente el poderío regio y la grandeza que merecía. Shall we begin?
5) La comida de Gusano Gris y Missandei: Si hay otro aspecto al que Juego de Tronos deba su fama es por sus tensiones sexuales no resueltas, varias de las cuales han llegado a su fin en esta temporada, pero pocas con tanta voracidad y capacidad para generar chascarrillos como la bajada al pilón del virginal general de los Inmaculados en el lecho de la interprete y mujer de confianza de Daenerys.
6) La Loba Errante: No hay camino de vuelta al hogar. Algunos viajes dejan una huella tan profunda que no hay regreso posible, y atribulada Arya sintió esa pesada carga sobre sus hombros en una escena tan simbólica como en la que -después de abandonar la senda de venganza para partir en busca de los suyos- se reencontrase con Nymeria.

7) Por que NO me convertiré en El Rey de los Piratas: Tras recibir una visible promoción -customización molona incluida- respecto a la anterior temporada, Euron Greyjoy ha dejado claro que aspira a ser uno de los personajes de peso en 'Juego de Tronos', ya sea haciéndoselas pasar putas a Jaime Lannister en su relación con su hermana con propuestas anales, o alardeando de poderío en alta mar. Con una flota de leviathanes transoceánicos a su servicio, sus sobrinos y las Serpientes de Arena tendrían la desgracia de probar en sus carnes esto último, en la mayor ¿batalla? masacre naval que se haya visto en la serie desde Aguas Negras. Para el recuerdo, la entusiasta entrega de Theon a la hora de realizar un picado doble sin red.


8) La Justicia de la Reina: A pesar de que esta ha sido la temporada en la que Cersei ha consumado su rol como gran villana de la serie y absoluta heredera de Tywinn, ha sido más como una presencia constante e inamovible, que disfrutando de momentos tan álgidos como los que protagonizo en las anteriores temporadas. Aun así, tampoco es que le hayan faltado secuencias para el recuerdo, desde su sorpresa para Jaime, demostrar que quizás no sea tan diferente de su otro hermano como podría imaginarse, su encontronazo con los horrores del norte o las gestiones con Mycroft para solventar el omnipresente problema del Banco de Hierro, pero en pocas se le ha visto tan exultante y entregada a su propia embrieguez de poder que al cobrarse su venganza de las serpientes de arena y su posterior y enloqueciada celebración fraternal. Nunca una boca fue capaz de dar tanta muerte y pasión, como nunca hemos visto a una Cersei dejando más claro haber dejado atrás cualquier tipo de atadura o complejo respecto a lo que hablen, piensen o sientan sobre ella los demás.
9) Hielo y Fuego: Rocadragón ha sido el escenario de algunas de las mejores escenas de personajes de la última temporada de 'Juego de Tronos', la mayoría teniendo lugar en forma de conversaciones a dos con Daenerys o Jon como uno de sus integrantes. Pero si hubiera que destacar una, es sin duda el esperado encuentro entre Daenerys de la Tormenta de la Casa Targaryen, La Primera de su Nombre Reina de los Ándalos, los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señora de los Siete Reinos, La que no Arde, Protectora del Reino, Rompedora de Cadenas... Y Jon Snow. Solo Jon Snow. Porque a pesar de que luego no es que se esmeren demasiado en hacer que Khaleesi entienda la gravedad de la amenaza del ejército de los muertos, Missandei y Sir Davos difícilmente podrían haber presentado mejor a sus respectivos soberanos, como la determinación de Danny porque Jon muestre pleitesía hicando la rodilla y este a no someterse hablar más de ellos mismos.

10) Doctor Branhattan: Dentro del reencuentro entre los diferentes Starks perdidos que ha tenido lugar a lo largo de la temporada, ninguno ha sido tan inesperadamente turbador como el acontecido entre Sansa y Bran. Cada vez más alejado de la humanidad absorbido por su rol como Cuervo de Tres Ojos, su actor Isaac Hempstead-Wright llegó a afirmar que los responsables de 'Juego de Tronos' le recomendaron tomar como referencia al personaje de 'Watchmen', brindándonos esa joya del mal rollo, reviviendo en vivo uno de los más dramáticos pasajes de la vida de de su hermana con su “Estabas tan hermosa en tu traje de blanco...”.




11) Dile a Cersei que fui yo: De entre las pérdidas que nos ha dejado la séptima temporada de 'Juego de Tronos', ninguna va a ser tan difícil de superar como la de Olenna Tyrell. Dejándonos perlas como su “Los señores de poniente solo son un rebaño de ovejas. ¿Tú eres una oveja? No, eres un dragón. Se un dragón”, la majestuosa Diana Riggs no podido tener un final mejor que convirtiendo en su victoria personal contra Cersei la caída de su casa ante los Lannister.

12) Lannister vs Targaryen, Round 2: Si la pasada temporada tuvo la Batalla de los Bastardos como gran secuencia de acción multitudinaria al más puro estilo Age of Empires, la séptima de 'Juego de Tronos' ha elevado el listón aun más alto, con el choque en campo abierto entre los Lannister y las hordas de Dothraki comandadas por Daenerys a lomos de Drogon. Mucho ha pasado desde que los primeros fueran responsables de la caída del reinado de Aerys y el práctico exterminio de la dinastía de los Targaryen, por lo que no es difícil pensar que la aspirante al Trono de Hierro llegada desde el otro lado del Mar Angosto haya disfrutado barriendo los ejércitos de los Lannister a voz de “Dracarys” como un aperitivo de su venganza.

Pero en general, toda la contienda está repleta de momentos para el recuerdo, desde esos piqueros en formación reducidos a cenizas arrastradas por el viento, el punto de inflexión en el que Bronn opta por jugarse la vida por lealtad en lugar del oro, su coraje a lo Bardo I frente al fuego de Drogon, los carros en llamas corriendo por el campo de batalla, el conflicto de interno de un Tyrion con un claro problema de intereses, la carga de Jamie en un intento desesperado de volver a teñirse las manos de sangre Targaryen entre un lago de cadáveres calcinados o la caída de la casa de los Tarly. Épica pura de la que crea escuela y marca unas nuevas cotas en la historia de la televisión.

13) El Verdadero Escuadrón Suicida: La séptima temporada de 'Juego de Tronos' ha sido una temporada de jugar con las emociones de los espectadores a costa de reuniones, a veces cortándose tan poco como para montar una suerte de Siete Magníficos / Doce del Patíbulo de Poniente. Que ya no era suficiente con tener a sir Davos por ahí propiciando el encuentro entre Jon Snow y un reaparecido Gendry que ni siquiera se ha molestado en ocultar su herencia Baratheon o que tierasen de deux book machina para devolver a Jorah Mormont al servicio de su reina. Ahí estaban Tormund, Sandor Cleagane, Thoros de Myr, Beric Dondarrion y hasta una -polémica- propina en forma de Benjen Stark para internarse en el territorio de los caminantes blancos y llevar a cabo la más arriesgada misión que nadie haya llevado a cabo nunca en el norte. Eje de todo un episodio, pocas horas más tensas habréis pasado este año frente la televisión que temiendo por el destino de cualquiera de vuestros personajes favoritos. Y fueran cuales fueran, reconocedlo: Sufristéis con el episodio como no lo habéis hecho en toda la serie. Sufristéis y mucho.
14) Las Piezas en el Tablero: Que la base central de Juego de Tronos no deja de ser una enorme partida de ajedrez de nueve años a cuyas piezas se ha dado una histora, personalidad y bagaje es algo que más o menos tiene claro cualquiera que haya seguido la serie en todo este tiempo. Pero los responsables de HBO ya es que han tenido tan poco reparo en esconderlo que en el último episodio se han permitido otra de las mayores frikadas de la temporada, al reunir a toodas las piezas relevantes que quedaban en danza en la serie en un mismo escenario, improvisando una suerte de tablero en Poza Dragón. Faltando únicamente el haberlo decorado con baldosas negras y blancas para plantarlo aun más en la cara, la ocasión de ver un tenso encuentro diplomático entre Daenerys, Jon Snow, Tyrion, Sandor y demás por un lado y Cersei, Jaime, Euron, Brienne, Bronn, Podric, La Montaña o Qyburn por otro lado de por si ya vale oro, pero lo de introducir a un Caminante Blanco de por medio dando a conocer a los gobernantes de los Siete Reinos la terrible amenaza que les acecha en el norte.

15) Theon Rise Again: Theon Greyjoy es uno de esos personajes por los que uno no puede sentir una suerte de empatía culpable. De esas que conllevan preocuparse por él y repulsión a la vez. Está muy lejos de ser un personaje heroico, sí. E incluso hay momentos en los que por sus decisiones uno no podía evitar odiarlo con todas sus entrañas. Pero es que el tipo las ha pasado tan putas, que al mismo tiempo era difícil no desear que se librase de una vez por todas de los demonios que han estado atormentando su cabeza, su alma y su cuerpo desde que volviera a ser convocado por la llamada de los Greyjoy y destruido por Ramsey Bolton, para que aquel Theon de aquello que esta muerto no puede morir volviese a resurgir. Y aunque le ha llevado su tiempo, tras caer lo más bajo imaginable al abandonar cobardemente a su hermana a merced del psicópata de su tío o su reencuentro con Jon en el que este le recordase todo el daño que le ha provocado a los Starks, ha tenido que ser El Rey del Norte quien le devolviese el coraje con su “Entonces, ¿a que estás esperando?”. La secuencia que sigue, con Theon debiendo volver a ganarse el respeto de sus hombres para poner rumbo en busca de Yara marca el final de un interminable calvario, en el que el último vestigio de la antigua casa de los Greyjoy puede suponer la última esperanza para que su despiadado tío Euron suponga un importante efecto desestabilizador a favor de los intereses de Cersei Lannister.

16) Cuando la nieve cae y el viento de invierno sopla, el lobo solitario muere pero la manada sobrevive: Sí. Joder, sí, sí, SÍ. Si hubiera un solo momento por el que la séptima temporada de 'Juego de Tronos' debiera ser elevada a los altares de la serie ha sido por ver como ese hijo de puta que lleva jodiendo la marrana apoyándose en paredes mientras ponía sonrisa de niño travieso desde hace demasiadas temporadas se llevaba finalmente su merecido. Y además, de que forma, volviendo a repetir la jugada de la primera temporada de la serie con Ned Stark, contemplando como maquinaba y manipulaba a todos los que tenía al alcance hasta el punto de que todo apuntaba que la serie lo estaba preparando todo para que siguiera dando la brasa como uno de los grandes villanos del final de 'Juego de Tronos'. Pero no, lo que estaba haciendo en realidad Petyr Baelish, el Meñique de las narices, era colocarse la soga al cuello sin saberlo. Revisando toda la temporada en retrospectiva, las piezas han sido minuciosamente medidas con el regreso de los Stark supervivientes, las tensiones aleatorias generadas por Baelish entre ellos, de como Brann parecía estar perdiendo el norte distanciándose de todo y las rencillas entre Sansa y Arya labrándole el camino a Baelish para consolidar su poder aprovechando la ausencia de Jon.
Pero la hermandad de los cachorros de los Stark ha sido más fuerte que cualquier maquinación de un sibilino parásito llegado del sur, y ver a Meñique desplomarse peldaño a peldaño por su escalera de los cojones ha sido uno de los mayores momentos de gozo que ha podido propiciar la serie en todo su recorrido. Ni toda su cínica astucia y autoproclamada experiencia le ha servido de nada frente a la camada de lobos de Ned y Caitlyn, siendo destrozado sin piedad por la firmeza de Sansa, el poder de Bran para ver más allá de todas sus mentiras y la implacable mano de Arya, bañando con su sangre la misma daga que otrora usara para traicionar al patriarca de los Stark. Lo que sigue, con la conversación entre las dos hermanas, difícilmente podría ser un broche más perfecto para una de las líneas argumentales mejor ejecutadas de la serie.
17) Permitame que incesto: Para poner fin a la lista solo se nos ocurría dos posibilidades, y de alguna forma u otra las dos tenían componente incestuoso de por medio... Aunque fuera en direcciones completamente opuestas. Y es que el último episodio de la séptima temporada de la serie ha cerrado dos capítulos que venían de muy lejos al respecto, por un lado con el más que anunciado fin de la historia de amor fraternal -y más que fraternal- entre Cersei y Jaime, como de la unión más allá del fanservice entre Jon Snow y Daenerys Targaryen.
Dos caminos labrados durante años, y en los que hemos asistido tanto a la amargura de un Jaime autocondenándose al exilio -incapaz de continuar apoyando a una de nuevo embarazadísima Cersei en su descenso en los infiernos-, como a la unión carnal entre el Rey del Norte y la aspirante al trono de fuego. Aproximándose a lo largo de toda la temporada en lo que al principio fueron dudas y dejar claro su postura y -poco a poco- terminó derivando en Jon metiendo a Daenerys hasta lo más hondo de La Cueva del Vidriagón hasta que viera a los ancestros o ver a Khaleesi embobada mientras mira como el otro acaricia su cabeza de Drogón, para tirar abajo todas las esclusas tras declararla como “su reina”.



¿Consumación? Que la Targaryen le abriese las puertas de su camarote mientras de fondo escuchamos a Samwell Tarly y Bran indagar su pasado para revelarnos definitivamente que (ooops) él también es Targaryen. Aegon Targaryen para más señas. La tradición familiar del incesto no quedará perdida. Si a eso añadimos a Tyrion contemplando como este encuentro furtivo tiene lugar tras mostrar el Lannister un claro interés por la aspirante al trono Targaryen a lo largo de toda la temporada -otro más en la Legión de la Friendzone-, la colisión de emociones enfrentadas de la escena difícilmente podría estar más en carne viva. Pasión entre los guapos héroes principales de la serie, desengaño, revelaciones que llevábamos esperando durante años e incesto. ¿Alguien da más?

Bonus track, El Fin del Muro: Siete temporadas. Siete temporadas han hecho falta para que los Caminantes Blancos terminasen por llegar a su objetivo, y cuando lo han hecho ha sido con toda la fanfarria y el estruendo esperado. Pero no solo eso, sino que como con el incesto entre tía y sobrino, ha tenido lugar satisfaciendo una de las más longevas teorías de los fans: El Rey de la Noche tomando control de Viserion, uno de los tres dragones de Daenerys, a quien abatiría cuando esta acudió al norte a rescatar a Jon y el resto de su partida. Ahora, el ejercito de los muertos no solo cuenta con Caminantes Blancos, zombies a miriades, gigantes, osos y un maldito dragón, sino que el inexpugnable Muro resiste al aliento de este último lo que... Bueno, solo tenéis que verlo.

Dejando fuera de nuestra selección a la aparición estelar de Ed Sheeran -lo sentimos por sus fans- o al maravilloso vestuario de toda la temporada, en general la última temporada de 'Juego de Tronos' estrenada por HBO ha destacado ante todo por su carácter fanservice, y por buscar satisfacer las ansias más primarias de sus seguidores recorriendo la mayor parte de teorías y rumbos anhelados que podían encontrarse entre foros, webs temáticas y comunidades de fans. Sin embargo, no ha sido mal fanservice, y visto en retrospectiva puede verse suficiente solidez a la hora de desarrollar las tramas en curso, aunque en más de una ocasión sea haciendo trampas con las distancias. Quizás no llegue al nivel de la segunda mitad de la sexta temporada, pero desde luego sigue manteniendo las virtudes de cara al esperado gran final del que disfrutaremos en 2019.
Hasta entonces, estas han sido los 17 mejores momentos de la séptima tempora de 'Juego de Tronos'
