Las 10 peores cosas del fandom moderno de Star Wars

El fandom de Star Wars es uno de los más positivos del mundo. Su público está lleno de amor y apoyo mutuo, y la Star Wars Celebration es siempre el epítome de ello. Sin embargo, hay un pequeño sector del fandom que sigue mostrando un comportamiento negativo que tiene repercusiones, especialmente en las redes sociales.

Por eso, aunque hay muchas cosas positivas que decir sobre quienes adoran la galaxia muy, muy lejana, también hay aspectos criticables y mejorables. Con el tiempo, no cabe duda de que estos puentes se pueden reparar y todo el mundo puede ser aceptado en la comunidad sin importar lo que le guste.

Una vez que Disney compró Lucasfilm, la Casa del Ratón siempre iba a producir una nueva trilogía. Sin embargo, desde el principio, una parte del fandom se mostró muy contraria a la idea de que la saga Skywalker continuara. Este odio creció, una vez que sintieron que El Despertar de la Fuerza simplemente copiaba las entregas anteriores.

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Así, Disney cambió de táctica, produciendo Los últimos Jedi, que partió en una dirección muy diferente. El fandom volvió a mostrarse descontento, odiando la idea de que se introdujeran cambios en personajes muy queridos. Así, El renacer de Skywalker volvió a terreno conocido y, una vez más, se encontró con respuestas negativas. La naturaleza voluble de una parte del fandom hizo que las secuelas fueran odiadas sin importar lo que intentaran hacer.

George Lucas había creado un monstruo absoluto, con Jedis increíblemente geniales, cazarrecompensas irresistibles, extrañas especies alienígenas y aterradores Señores Sith. El legado de Lucasfilm requería un par de manos fuertes que pudieran mantener todos estos platos girando mientras Star Wars miraba hacia el futuro.

Nadie estaba más equipado que Kathleen Kennedy, cuya carrera es legendaria. Pero un pequeño sector de la afición sólo la ha criticado a ella. Si analizamos todo lo que Kennedy ha supervisado, desde Andor y Jedi: Supervivientes hasta El Mandaloriano y La Alta República, no cabe duda de que hay más éxitos que fracasos. Pero algunos fans están obsesionados con sólo reconocer las contribuciones de Kennedy desde una perspectiva negativa.

Andor rompió el molde de las series de televisión de Star Wars. Era la antítesis de todo lo anterior, con un toque más descarnado dirigido a un público más maduro. Pero el objetivo de Star Wars es que haya algo para todo el mundo. En el amplio abanico de historias, Andor llenaba un hueco único.

Pero ahora los fans lo comparan todo con Andor. Aunque es comprensible en una conversación sobre calidad, lo que no es justo es esperar el mismo tono descarnado de cada nuevo proyecto. The Mandalorian , por ejemplo, atrae a un público diferente, como lo harán Skeleton Crew y The Acolyte en el futuro. Pintar todo con brocha gorda y apostar sólo por Andor no refleja lo que Disney intenta hacer con su variedad.

Star Wars es mucho más que películas de acción real y programas de televisión. Algunas de las mujeres más infrautilizadas de la historia de Star Wars, por ejemplo, han tenido la oportunidad de brillar en la página o dentro de la animación y los videojuegos. Pero hay una parte de la afición que se niega a reconocer estos materiales más amplios.

Proclamar que series como Rebels son para niños, o que los cómics no aportan nada de valor, es fundamentalmente erróneo. Cada historia de Star Wars es emocionante y desarrolla el mundo un poco más. Todas son canon y se influyen mutuamente. Los que se niegan a disfrutar de estos otros medios se están perdiendo unas historias fantásticas.

Algunos fans de Star Wars sienten un profundo amor y respeto por los cómics, libros y videojuegos, pero no por los canónicos. Hay una gran parte de la afición que creció con el Universo Expandido, que ahora se conoce como Leyendas. Esas historias no se han ido a ninguna parte y, de vez en cuando, Disney añade un poco más de material de Leyendas.

Pero lo que es importante señalar es que estas áreas tampoco se ignoran. Thrawn, por ejemplo, ha pasado de Leyendas a canon. La base de fans que se niega a reconocer el canon y sólo quiere repeticiones de Legends no comprende el sentido de esta estrategia narrativa dual. Ambas pueden existir y disfrutarse al mismo tiempo, ya que una ofrece un potencial ilimitado y la otra adapta personajes muy queridos a una nueva forma. Odiar una para servir a la otra no tiene sentido.

Desgraciadamente, las emociones de la comunidad pueden llevar al odio directo hacia los actores que encarnan a estos personajes divisivos. Un ejemplo clásico se remonta a la forma en que los fans trataron a Ahmed Best tras interpretar a Jar-Jar Binks. La comunidad fue tan crítica con el actor que afectó profundamente a su salud mental.

La historia se repite hoy con actores como Kelly Marie Tran, de Rose Tico, y Moses Ingram, de Reva Sevander, que reciben el mismo tipo de acoso. Esto no debería tener cabida en la comunidad, y es una pena que tantas voces positivas se vean ahogadas por quienes buscan hacer daño solo porque no les gustó un personaje.

A los fans de Star Wars les encanta inventar conspiraciones sobre el desarrollo de las películas y las series de televisión. Ya se trate de por qué un director o guionista ha dejado de trabajar en un proyecto, o de quién está realmente al mando entre bastidores, la difusión de estos falsos cotilleos no tiene ninguna utilidad.

La línea actual es que hay una batalla interna entre Jon Favreau y Dave Filoni y Kathleen Kennedy sobre el futuro de la franquicia. Argumentos como éste son ridículos, ya que los tres están trabajando juntos en múltiples proyectos y comparten una visión de cómo puede desarrollarse todo. Al fin y al cabo, fue decisión de Kennedy darle una película a Filoni.

Existe una gran similitud entre la comunidad del MCU y la de Star Wars. Ambos grupos predicen lo que les gustaría que ocurriera en la próxima película o serie de televisión y se enfadan si la franquicia va en otra dirección, ignorando sus teorías.

Por supuesto, esto va a suceder, ya que no todo el mundo puede estar contento. A veces es más divertido simplemente disfrutar del viaje en el que estos proyectos llevan al público, en lugar de anhelar algo que probablemente no va a suceder de todos modos. Desde la escritura de Luke Skywalker hasta la representación del Gran Inquisidor, no todo va a satisfacer las expectativas de todos, y eso está bien.

Algunos sectores de la comunidad de Star Wars olvidan que George Lucas siempre quiso que la franquicia fuera para niños. Por eso, lo peor de los fans de La guerra de las galaxias es que ridiculizan cualquier contenido pensado para un público más joven, aunque haga honor a la visión original de Lucas.

Es cierto que algunos de los personajes más molestos de Star Wars se crearon inicialmente para los niños. Pero son molestos para los espectadores mayores porque no son para ellos. Nadie les obliga a ver Young Jedi Adventures ni a amar todo lo que está pasando con Grogu. Como siempre, hay para todos los gustos, y es vital que una nueva generación conozca este mundo a su manera.

El control de las puertas de acceso está presente en toda la cultura pop. Ya se trate de videojuegos o de cómics, siempre hay fans que creen que no se debe permitir la entrada en la comunidad a cualquiera que no tenga un nivel de conocimiento experto, que no se le debe permitir disfrutar de Star Wars a su manera.

Eso es categóricamente falso y completamente absurdo. Todo el mundo debería poder disfrutar de Star Wars en la medida que desee. En su mayor parte, la base de fans es una comunidad acogedora y hay muchas formas de entrar. Los nuevos fans no deberían sentirse intimidados por los veteranos, y sin duda es fantástico encontrar a más personas con ideas afines que amen la galaxia muy, muy lejana.