La familia de Alain Delon desmiente el deseo del actor de practicar la eutanasia a su perro

El deseo de Alain Delon de ser enterrado junto a su perro de compañía ha sido anulado por su familia, que ha confirmado que el can "no será sometido a eutanasia".
La leyenda del cine francés de la Nouvelle Vague falleció el domingo (18 de agosto) a la edad de 88 años. Un comunicado confirma que "falleció en paz en su casa de Douchy, rodeado de sus tres hijos y su familia". Delon había tenido problemas de salud en los últimos años y se había recluido en su última etapa de vida.
Uno de sus deseos era que, tras su muerte, su querido perro Loubo, un malinois belga de 10 años, fuera sacrificado humanitariamente y depositado junto a Delon en su tumba.
La Société Protectrice des Animaux declaró que "la vida de un animal no debe depender de la de un ser humano". Añadieron que estarían "encantados de acoger a su perro y buscarle una familia".
Ahora, la hija de Delon, Anouchka, ha asegurado a la opinión pública que el perro se quedará con la familia y que no será sacrificado.
La Fundación Brigitte Bardot, una organización benéfica francesa de alto nivel dedicada a los animales, citó a Anouchka diciendo que "tiene su hogar y su familia", y la organización benéfica añadió: "Por supuesto, Loubo no será eutanasiado".
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Delon había dicho a la revista Paris Match en 2018 que había tenido 50 perros en su vida, "pero tengo una relación especial con este. Me echa de menos cuando no estoy".
"Si muero antes que él le pediré al veterinario que nos deje ir juntos. Le inyectará para que muera en mis brazos. Prefiero eso a saber que se dejará morir en mi tumba con tanto sufrimiento", dijo.
Delon fue una gran estrella en la época dorada del cine francés, sobre todo en los años 60, y a menudo interpretó papeles de tipo duro en películas como El Samurai, Borsalino, El Leopardo y Rocco y sus hermanos. Incluso se le llegó a describir como "el hombre más guapo del cine", aunque nunca llegó a triunfar en Hollywood.
Sus papeles se hicieron menos frecuentes a partir de los años 90 y no se le veía en público desde 2019, cuando recibió una Palma de Oro honorífica en el Festival de Cannes. Allí pronunció un emotivo discurso que se interpretó como su despedida del cine.
El presidente Emmanuel Macron se encuentra entre los que rinden homenaje, diciendo que Delon "hizo soñar al mundo" y que no era solo una estrella, sino "un monumento francés".
