Keanu Reeves regaló al equipo de especialistas de 'John Wick: Capítulo 4' camisetas con el recuento de sus muertes en pantalla

Keanu Reeves regaló al equipo de especialistas de 'John Wick: Capítulo 4' camisetas con el recuento de sus muertes en pantalla

Keanu Reeves regaló al equipo de especialistas de John Wick: Capítulo 4 camisetas con la cantidad de veces que murieron en la película.

Según The New York Times, Reeves repartió las camisetas al final del rodaje, que estaban "blasonadas con el número de veces que fueron asesinados" a lo largo de la superproducción. Se dice que algunos miembros del equipo superaron la veintena.

Muchos de los dobles de John Wick: Capítulo 4 fueron reutilizados en múltiples escenas. Durante la pelea de la escalera fuera de la Basílica del Sacré-Coeur, se utilizaron 35 dobles, muchos de los cuales tuvieron repetidas muertes en la escena.

Hablando con el medio de comunicación sobre el momento en que le hablaron de esa escena, el coordinador de lucha Jeremy Marinas dijo: "Es como, por supuesto que eso es lo que quieres. Quieres 100 tíos cayendo por las escaleras y quieres que cada reacción y cada caída sea diferente. Por supuesto que sí. Era como si fuéramos un día más de trabajo".

Y añadió: "Todos sabemos lo que es subir escaleras cuando no queremos. Sólo de pensar en lo bien que Keanu -no John Wick- Keanu era capaz de disparar hacia arriba mientras pisaba. Ya es bastante difícil ser tirador en terreno llano".

Según People, Reeves también obsequió a su equipo de cuatro especialistas con relojes Rolex Submariner personalizados una vez finalizado el rodaje de la secuela. Cada reloj llevaba grabado un mensaje personal bajo el título "The John Wick Five".

Junto a Reeves, John Wick: Capítulo 4 está protagonizada por Donnie Yen, Bill Skarsgård, Laurence Fishburne, el fallecido Lance Reddick y Rina Sawayama en su debut en la gran pantalla.

En una crítica de cuatro estrellas, NME escribió: "[El director Chad] Stahelski puede traficar con el exceso, pero al menos lo entiende: cómo la coreografía, la actuación y el estilo pueden hacer que el espectáculo exagerado se cohesione en una efervescencia de acción placenteramente abrumadora, en lugar de congelarse en una sudorosa sobrecarga de efectos especiales".

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