ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene spoilers del capítulo #139 de Ataque a los Titanes"Hacia el árbol de la colina", de Hajime Isayama, Dezy Sienty y Alex Ko Ransom, ya disponible en inglés en Kodansha.Los fans que temían un final tan amargo y desesperanzador como lo ha sido gran parte de Attack on Titan se habrán llevado una grata sorpresa con el capítulo 139. "Hacia el árbol de la colina" no es un baño de sangre, sino una suave despedida del querido reparto de Hajime Isayama. Al hacerlo, también aclara el aire entre el trío central, Eren, Mikasa y Armin, cuya relación parecía estar irremediablemente dañada tras la infame escena del restaurante. Tras acusar a sus amigos de la infancia de ser meros "esclavos" de sus cuerpos de Titán y Ackerman -el de Armin y el de Mikasa, respectivamente-, Eren redobló la apuesta diciéndole a Mikasa que "siempre la había odiado". Enardecido, Armin atacó a Eren, sólo para ser golpeado salvajemente por la triple amenaza titán.Continúe desplazándose para seguir leyendoHaga clic en el botón siguiente para iniciar este artículo en vista rápida.Empezar ahoraCuando Eren se marchó para llevar a cabo su oscura misión, Armin y Mikasa tuvieron que preguntarse si había algo de verdad detrás de sus despiadadas palabras y, lo que es peor, luchar con la ineludible idea de que matar a Eren podría ser la única forma de impedir que destruyera la mayor parte del mundo con el Rumbling. Sin embargo, los lectores pueden estar seguros de que el capítulo final del manga de Ataque a los Titanes ofrece una solución pacífica a los problemas del trío, confirmando, de una vez por todas, que Eren nunca albergó ninguna mala voluntad hacia Mikasa y Armin. Todo lo contrario, en lo que respecta a la primera.Eren se reconcilia con ArminEren da a conocer sus verdaderos sentimientos al principio del capítulo, que retrocede a una conversación no vista anteriormente entre él y Armin a través de la Senda (mientras Armin se dirigía hacia el ejército de Titanes del Muro de Eren en la nave Azumabito). Los dos aparecen como niños, al principio, y poco a poco van envejeciendo hasta llegar a la actualidad mientras su charla llega a su conclusión. Armin le asegura a Eren que ahora entiende por qué Eren hizo lo que hizo: conseguir el mundo sin Titanes que la visión del futuro del Titán de Ataque le mostró durante la ceremonia de entrega de medallas se convirtió en un imperativo, sin importar el coste... Bueno, casi. "¿De verdad tenías que machacarme?" pregunta Armin, secamente. En respuesta, Eren confirma tímidamente lo que muchos han sospechado durante mucho tiempo: apartó deliberadamente a sus amigos. Sin embargo, ni siquiera él sabe del todo por qué tenía que hacerlo: "Incluso yo mismo me pregunté qué estaba haciendo... Simplemente me dejé llevar por el momento... de verdad".Armin rellena los espacios en blanco. Al convertirse en el villano, Eren, a su vez, convirtió a sus amigos que se vieron obligados a detenerlo en los mayores héroes de la humanidad. Héroes que lucharon por salvar un mundo que los tachaba de "demonios". Ese era el futuro pacífico al que Eren quería que pasaran, y el que consigue al final. Cuando su charla llega a su fin, Eren le dice a Armin que utilizará el poder del Titán Fundador para borrar su recuerdo, aunque lo recuperará una vez que haya muerto. Cuando los dos amigos se separan, Armin promete que no dejará que el "error" de Eren -convertirse en un asesino en masa- se desperdicie.Se revelan los verdaderos sentimientos de Eren por MikasaAunque los lectores pueden sentirse decepcionados por el hecho de que Eren y Mikasa no tengan un reencuentro adecuado, Eren finalmente deja claro a Armin sus verdaderos sentimientos hacia su hermana adoptiva en el último capítulo. Mikasa nunca ha ocultado su devoción por el chico que le salvó la vida, y desde entonces le ha correspondido con creces. Eren, sin embargo, siempre ha sido un libro cerrado sobre el tema, permitiendo que Mikasa permanezca a su lado pero manteniéndola, emocionalmente, a distancia. A pesar de que Armin desmintió su afirmación, Mikasa se sintió abatida después de que Eren rechazara sus sentimientos por él como si se tratara de una programación de Ackerman durante la caída del trío. Incluso dejó de llevar brevemente su icónica bufanda, que Eren le puso alrededor del cuello cuando se convirtieron en familia, pero al final encontró un cierre, imaginando el dichoso futuro que deseaba que encontraran juntos antes de acabar con su vida, con un beso, en el penúltimo capítulo.En el capítulo 139, cuando Armin presiona a Eren sobre el tema, éste acaba rompiendo, admitiendo que no quiere que Mikasa simplemente siga adelante y encuentre a otra persona cuando él se haya ido. "No quiero morir, quiero estar con Mikasa... Con todos". Aunque quiere que ella sea feliz, egoístamente, el deseo de Eren es permanecer en el primer plano de sus pensamientos incluso mucho después de que él se haya ido. Armin está un poco sorprendido por su arrebato, aunque nostálgicamente, recuerda mucho al Eren más viejo y quejumbroso. Intentando redimirse, Eren le ruega a Armin que no le repita nada de esto a Mikasa en interés de su felicidad.Por muy inesperadamente cursi que sea, el tema del amor eterno define el final de Attack on Titan. Después de todo, la revelación que lleva a Eren y Armin al tema de Mikasa es que el amor de Ymir Fritz por el rey Karl Fritz, y no su ira, es lo que la mantuvo esclavizada a él, incluso más allá de la muerte. Su amor eterno es también lo que ha mantenido la maldición de los Titanes que ella inculcó a sus descendientes durante 2.000 años.Cuando Mikasa cortó la cabeza de Eren del Titán Fundador, Ymir se limitó a observar con una sonrisa. En ese momento, su serenidad parecía extraña. Pero según Eren, este acto acabó liberando a Ymir. Siempre fue Mikasa quien debía hacerlo, no él. Por lo tanto, todo lo que hizo fue para asegurarse de que ella tomara la decisión de matarlo, acabando con la existencia de Ymir en el proceso; así, erradicando a los Titanes. ¿Por qué? Sólo Ymir lo sabe. Pero podemos especular que la madre de todos los Titanes probablemente vio algún punto en común en otra mujer cuyo amor la llevó a los confines de la tierra y de vuelta.
