Críticas a IGDA por la gestión de la polémica sobre el supuesto acoso
La Asociación Internacional de Desarrolladores de Juegos (IGDA) ha sido criticada por su gestión de una reciente polémica de acoso.
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El mes pasado, un informe de GamesIndustry.biz afirmaba que la IGDA había gestionado mal numerosas quejas formales contra su propia presidenta del Grupo de Interés Especial de las Mujeres en los Juegos, Jennifer Scheurle, que dimitió el año pasado tras las acusaciones de abuso.
En 2019, un grupo de desarrolladores presentó una queja ante la Fundación IGDA, el ala caritativa de la organización, que alegaba un "historial de engaño, intimidación, difamación y abuso", en un documento de 16 páginas que describía el supuesto comportamiento de Scheurle. La IGDA dijo que había realizado previamente una investigación sobre las denuncias, pero concluyó que no había "pruebas convincentes de que se hubiera cometido una infracción".
Jen MacLean, directora ejecutiva tanto de la IGDA como de la Fundación IGDA hasta abril de 2019, supuestamente animó al grupo de 11 denunciantes a presentar la queja formal, lo que dicen haber hecho en 2019, produciendo el documento de 16 páginas.
Como señala GamesIndustry.biz, el código de conducta de la Fundación IGDA establece explícitamente que el comportamiento inaceptable incluye "conductas intimidatorias, de acoso, abusivas, discriminatorias, despectivas o degradantes". Según lo descrito en la denuncia de 2019, Scheurle supuestamente tuvo un comportamiento intimidatorio y degradante, incluyendo la aceptación de trabajos que no eran suyos. Sin embargo, la denuncia fue desestimada por el grupo, alegando que no había pruebas suficientes.
Luego, en 2020, un grupo de 14 denunciantes y seis aliados presentaron una queja contra Scheurle específicamente ante la IGDA, entonces encabezada por la directora ejecutiva Renee Gittins, esta vez con un documento de 34 páginas. Este documento alegaba "múltiples cargos de abuso personal e infracciones profesionales llevadas a cabo por Scheurle entre el periodo de 2017 y 2020."
De acuerdo con la política de la IGDA para responder a las quejas de acoso, la organización investigará los incidentes "cometidos por, o a, un empleado, miembro del personal, miembro de la junta, líder del Capítulo/SIG de la IGDA, voluntario o miembro general de la IGDA", o si "el incidente tuvo lugar en un evento, reunión o taller afiliado a la IGDA - en línea o en persona".
La política también explica el proceso que debe seguir la IGDA, que incluye un proceso de siete pasos. A medida que crecían las acusaciones, Scheurle fue eliminada de la consideración de un premio Game Dev Hero 2020, así como de la inclusión en la Futura Clase de 2021 de los Game Awards, antes de que Scheurle finalmente renunciara a su puesto de presidenta de la IGDA en septiembre de 2021.
Cuando Scheurle renunció a su cargo de presidenta en septiembre, publicó un comunicado en Twitter: "Como parte de lo que creo, actuaré de acuerdo con los deseos de las personas a las que he perjudicado", escribió Scheurle en ese momento. "Independientemente de su decisión de desestimar las demandas contra mí, dejaré de presidir el IGDA WIG SIG inmediatamente, ya que siento que he perdido demasiado la confianza de la comunidad". Scheurle también se disculpó por "cualquier daño" que haya causado a Noni, una de las acusadoras de Scheurle.
Los denunciantes afirman que no recibieron ningún seguimiento de la IGDA en relación con su denuncia, lo que supuestamente constituye una violación de los pasos indicados en su política de "Respuesta a las denuncias de acoso". Meses después de presentar la denuncia, los denunciantes afirman que recibieron un último correo electrónico en el que se les comunicaba que la IGDA no tomaría medidas, sin explicar el motivo de esa decisión.
Un desarrollador entrevistado por GamesIndustry.biz para el reportaje se sintió frustrado por la forma en que se manejó toda la situación: "Es frustrante porque este grupo es lo más parecido a un sindicato o a un defensor que mucha gente tiene en la industria de los juegos, pero a menudo no parecen actuar teniendo en cuenta los intereses de los desarrolladores individuales, marginados y en riesgo".
Ahora, la escritora de Santa Mónica Alanah Pearce ha publicado un vídeo en YouTube en su propio canal en el que pide que se preste más atención a la historia, así como una respuesta adecuada por parte de la IGDA. "No estoy tratando de cerrar la IGDA", dijo Pearce. "Creo que lo que hacen es importante, pero sí creo que tienen que rendir cuentas para asegurarse de que están haciendo su trabajo correctamente".
La IGDA actualizó su código ético en enero de este año, y también ha formado un comité de ética para investigar quejas similares en el futuro, pero todavía no ha respondido adecuadamente a ninguna de las quejas relativas a Scheurle.
NME se puso en contacto con la IGDA para pedirle un comentario y recibió la siguiente respuesta:
"En una de nuestras recientes investigaciones de ética, revisamos los materiales que nos fueron presentados y realizamos una entrevista con el acusado antes de concluir que no había pruebas suficientes de la comisión de un delito. Este enfoque no cumplió con la "Política de la IGDA para responder a las quejas de acoso" establecida en abril de 2018, ya que nos basamos en declaraciones escritas y no realizamos entrevistas individuales a los testigos nombrados en los materiales.
"Pedimos disculpas por no haber proporcionado el apoyo y la comunicación adecuados a todas las personas con preocupaciones serias. Es una de nuestras principales prioridades que todos nuestros miembros sientan que sus preocupaciones serán tratadas adecuadamente. Como líderes de los estándares de la industria del juego, debemos cumplir nuestras propias políticas para dar un ejemplo adecuado."
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