Crítica de 'Siempre Alice'
Crítica de 'Siempre Alice', Julianne Moore y el Alzheimer
El alzheimer es una de las enfermedades más terribles que asolan a la sociedad occidental actual. La mera idea de desvanecerse lentamente dentro de uno mismo, perdiendo la identidad, la consciencia como individuo y en general todo lo que te define es una idea espeluznante por si sola. Una siniestra lotería genética que no hace distinciones de clases, modos de vida ni géneros, y que te consume lentamente desde dentro hasta no dejar más que una una sombra de la persona que fueras.
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Tomando como base el best-seller de Lisa Genova, la película dirigida por Richard Glatzer y Wash Westmoreland busca abordar el drama que supone sentir en tus carnes como todo tu mundo se viene abajo cuando descubres que padeces una de las formas más agresivas de la enfermedad. Vehículo de lucimiento para Julianne Moore, 'Siempre Alice (Still Alice)' tiene como principar aliciente asistir al recital interpretativo de de la actriz de 'Magnolia' y 'El Gran Lebowski', como mujer de clase acomodada que -a sus 50- se da de bruces con la enfermedad. Todos los demás elementos y personajes de la cinta, desde un Alec Baldwin que no pasa de aceptable y una Kristen Stewart a la que el papel le viene grande, languidecen en una cinta cuyo principal mérito es conseguir que realmente sientas la angustia y el desamparo de estar a merced de una enfermedad neurológica crónica frente a la que no puedes hacer nada, y su defecto el abuso del melodrama.
Melodrama que ha recibido unas duras críticas por su pornografía emocional y abuso de artimañas manidas en busca de la lágrima fácil, no hay que olvidar la seriedad del tema que aborda y que -aun con un envoltorio pobre- una cabeza de cordero sigue siendo una cabeza de cordero. Y a pesar de que las virtudes cinematográficas de 'Siempre Alice' son más bien limitadas, su protagonista consigue hacernos sentir en cada uno de los estadíos de su enfermerdad lo que supone diluirse mientras el alzheimer avanza, resultando efectiva a la hora de involucrarnos en sus circunstancias.
Desde el terror de la incapacidad de comprender que le sucede cuando llegan las primeras lagunas y comienza a sentir la perdida de su consciencia del entorno, hasta la vergüenza de saber que puede haber condenado a sus hijos a seguir su mismo camino o su desesperación por aferrarse a su vida profesional como un mecanismo de protección con el que tratar de escudarse inútilmente de la enfermedad, el drama de la Alice de Julianne Moore angustia. Es un gran papel aunque quizás no tanto como para arrebatarle el Globo de Oro a mejor actriz dramática a otras de las grandes favoritas -y veremos si no repite con los Oscars 2015, aunque esto ya irá de gustos-, pero si para hacernos llegar el drama de su personaje hasta el punto de que duele y no cuesta verse en la piel de ella.
Y con eso ya podremos decir que 'Siempre Alice' cumple su cometido de aproximarnos al Alzheimer, y hacernos participes de lo que supone estar en las garras de tan terrible enfermedad neurológica. Cinematográficamente no nos va a descubrir nada nuevo que no hayamos visto ya en centenares de melodramas familiares, pero por la gravedad del tema que aborda, merece la pena su visionado para cualquiera interesado en el aspecto humano de la enfermedad o en dejarse emocionar por la interpretación de Julianne Moore.
¿De que va 'Siempre Alice'? De Julianne Moore y el Alzheimer. La forma en la que tu vida cambia de la noche a la mañana desde el momento en el que los doctores te comunican la nunca deseada noticia, y como destruye paso a paso toda tu percepción de la vida.
Y para terminar, 10 películas sobre el alzheimer o relacionadas con la enfermedad, para todo el que le apetezca seguir ahondando en la materia de la última película de Julianne Moore:
