Crítica de 'Mucho Ruido y Pocas Nueces'

EN LA CASA DE WHEDON SE RECITA SHAKESPEARE

Crítica Mucho Ruido y Pocas Nueces

Crítica de 'Mucho Ruido y Pocas Nueces (Much Ado About Nothing)'. Joss Whedon versiona a Shakespeare

En unas fechas en las que las reuniones entre amigos y familiares son algo más que habituales, estrenar la peculiar adaptación de 'Mucho Ruido y Pocas Nueces' a cargo del creador de 'Firefly' y director 'Los Vengadores' se antojaba oportuno. Al igual que estas fiestas, el affair entre Joss Whedon y William Shakespeare ha durado en nuestras carteleras lo que un suspiro.

De forma paralela al festivo Apocalipsis que nos brindaron Seth Rogen y Evan Goldberg en 'Juerga Hasta el Fin', el creador de Buffy aprovechó un par de semanas libres para reunirse con sus compadres y dar vida a la veleidosa comedia romántica del bardo inglés. El resultado es un teatral guateque en blanco y negro en el que el gamberrismo autoparódico de la macarrada de Rogen y sus colegas se sustituye por el efervescente encanto chic de Whedon y amigos, pero que -al igual que la primera- funciona por partida doble.

Crítica Mucho Ruído y Pocas Nueces

Shakespeare al desnudo

Con la historia de los embates amorosos entre los acompañantes de Don Pedro de Aragón y las protegidas del Gobernador de Messina como hilo conductor, 'Mucho Ruido y Pocas Nueces' sirve tanto como adaptación de la comedia de Shakespeare, como de ventana desde la que acercarnos a un grupo de amigos que llevan colaborando desde hace más de quince años.

Estrenada 20 años después del 'Mucho Ruido y Pocas Nueces' Kenneth Branagh, la versión de Whedon deja de lado la pompa altisonante de su colega para dar rienda suelta a su gusto por el intercambio de diálogos ágiles desde la cercanía de la intimidad. No en vano, el director optó por rodar la película en su hogar en Santa Mónica, y esa frescura cómplice marca de la casa se deja notar.

Crítica Mucho Ruído y Pocas Nueces

 

Las cocinas tienen ojos

Optando por una anacrónica combinación en la que las líneas de Shakespeare brotan sin apenas cambio -desde los labios de unos actores caracterizados como si vivieran inmersos en un gigantesco anuncio de Martini-, el film consigue el aspecto de una irreal burbuja de champagne que nos invita a perdernos en la borrachera de alcohol y amor de sus protagonistas.

Mucho ayuda que -para todo fan de Joss Whedon- pasar por taquilla es como adquirir una entrada a una fiesta privada repleta de rostros conocidos. Desde el estirado Wesley Wyndam-Pryce de Buffy haciendo de Sir Benedick de Padua, la Fred Burkle de 'Angel' como Beatrice, el consparanoico de 'La Cabaña en el Bosque' como Claudio, el Agente Coulson de 'Los Vengadores' como Don Leonato o Nathan Fillion (Firefly) y Tom Lenk (Buffy / Angel) pasándoselo en grande como un par de descerebrados.

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El brazo fuerte de la ley

Para quien no sea habitual a los trabajos de Whedon esto probablemente no signifique nada, pero el desparpajo y la química que desprende un reparto acostumbrado a trabajar junto se contagia con rapidez, siendo imposible no dejarse atrapar en su juego de artimañas. Todo a merced de unos diálogos chispeantes fruto del combo Shakespeare / Whedon y un humor a veces ingenioso a veces trasnochado, pero siempre encantador.

'Mucho Ruido y Pocas Nueces' es en resumidas cuentas una comedia coqueta con la autenticidad de esos pequeños proyectos hechos entre amigos. Exigiendo cierta complicidad con el humor de hace cuatro siglos de William Shakespeare y un Joss Whedon en estado puro, la penúltima adaptación de la comedia del bardo se antoja como un combinado embriagador para que los fans del creador de Buffy pongan la guinda a sus Navidades.  

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