Crítica de Día de Patriotas (Patriots Day), el mejor thriller del año

El cine de Peter Berg, con una filmografía como director de nueve largometrajes, es una de esas incógnitas de cara a la taquilla que uno no se puede explicar. Crítica de Día de Patriotas (Patriots Day), el mejor thriller del año.
A pesar de hacer mucho ruido con su debut, una pequeña gamberrada de culto como Very Bad Things, Peter Berg no lo ha tenido fácil.
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Joyas del entretenimiento más honesto, como Tesoro del Amazonas, donde Dwayne Johnson tomaba el relevo de Arnold Schwarzenegger de manera literal, no llegó a recaudar su modesto presupuesto (para una súper película de súper acción) de 85 millones de dólares. Tuvo que saltar al cine ultra americano de Friday Night Lights para tener un éxito de verdad, porque ni la extraordinaria The Kingdom, producida por Michael Mann (al igual que Hancock) o Deepwater Horizon arrasaron como deberían. La que sí lo hizo fue la película de superhéroes alcohólicos protagonizada por Will Smith, con 700 millones de dólares.
Lone Survivor, su primera colaboración con Mark Wahlberg y la mejor película bélica de los últimos veinte años (con permiso de Mel Gibson, pero hablamos de guerras modernas), también multiplicó por cuatro su presupuesto.
Su nueva apuesta, una metódica recreación de los acontecimientos sucedidos en Boston cuando dos idiotas con ollas explosivas causaron pavor, es el mejor estreno de la semana con permiso del siempre entrañable Edgar Wright.
Día de Patriotas es otra muestra del extraordinario talento de Peter Berg como director, todo pulso, sentimiento y adrenalina.

Además, lejos de caer en lo fácil, en el drama de cualquiera de los afectados (y a quienes está dedicada la película, faltaría más), algo que sí hará lo nuevo de David Gordon Green, director del próximo Halloween, en Stronger, el drama personal de una de las víctimas del mismo atentado que protagoniza Jake Gyllenhaal, la película de Peter Berg se centra en el thriller puro y duro, una recreación de la caza a los dos terroristas que lograron cerrar la ciudad de Boston durante un par de días.
Como los sucesos son relativamente recientes y aún tenemos las imágenes de los noticiarios (que, por cierto, no juegan ningún papel en la película), lo más difícil de creer es que no estemos ante un documental o, en su defecto, ante una película de 2013 y no de hace unos meses.
El reparto, como siempre en su cine, está lleno de rostros conocidos metidos en unos personajes que existieron y existen (Mark Wahlberg, John Goodman, Kevin Bacon, J.K. Simmons, Michelle Monaghan), y que en la mayoría de los casos, como se comprobará en sus últimos minutos, también cuentan con un espectacular ejercicio de caracterización.

Lo que hace Berg mejor que nadie es contar, homenajear y recrear un ejercicio de unión popular, la tremenda batalla que plantó una comunidad ante la amenaza despiadada de quien no tiene conciencia a base de, precisamente, eso mismo.
Con una narrativa que recuerda a la elogiada Zero Dark Thirty de Kathryn Bigelow, pero también con media hora menos de duración y un constante clímax, algo de lo que aquella adolecía, Día de Patriotas se guarda un inesperado toque de acción urbana más parecida al cine de Walter Hill en los años ochenta o al John Frankenheimer más apasionante.
¿La moraleja?
No hagas caso de esos tráilers lacrimógenos, esto es un thriller de primerísima categoría.
