Cómo inicié a mi hermana pequeña en el anime

Advertencia: El siguiente artículo contiene spoilers de varios animes, entre ellos Ranking of Kings y Jujutsu Kaisen.

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A veces me resulta difícil conectar con la gente. Tengo que encontrar una "entrada", si eso tiene sentido. Ser un friki antes incluso de saber lo que era supuso una infancia interesante. Era raro e hiperactivo, y casi siempre me acosaban por ser diferente.

No fue hasta la escuela secundaria (high school en EE.UU.) cuando empecé a encontrar a mi gente. Entonces nació mi hermana, y nos compenetrábamos con dibujos animados estúpidos y tontos. Íbamos juntas a las convenciones y ella me acompañaba como cámara. Cuando llegó a la veintena, decidí que era hora de dar un paso más. Era hora de iniciarla en el anime.

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El anime se hace de otra manera

Ahora bien, mi hermana conocía el anime, había visto las cosas de vainilla, la mayoría de Ghibli. Para mí, sin embargo, eso no es más que meter el dedo del pie en la piscina. Sabía que no podía arrojarla a las profundidades porque podría ahogarse. Después de todo, el anime puede ser abrumador. Los tropos y temas que se encuentran en él pueden ser radicalmente diferentes de los que se encuentran en la animación occidental. Así que empecé con algo universal: la ternura. Puse Spy x Family y Shannon se enamoró. Las travesuras exageradas de Anya Forger iluminaron a Shannon con una luz brillante e hilarante, y se volvió adicta de inmediato. Es tan adicta que asistirá a una proyección de Spy x Family: Código Blanco durante su fin de semana de cumpleaños con su prometido y mi prometida (yo estoy en una despedida de soltero, y me fastidia bastante).

Lo que me parecía tan emocionante cuando veía Spy x Family con ella era que me hacía un montón de preguntas, spoilers al margen. Quería saber si Loyd y Yor descubrirían algo el uno del otro, y cuando le dije que no, exclamó: "¿Por qué?" Le expliqué que entonces la historia se acabaría. En el anime, este tipo de narración es habitual, y la comedia de que nunca se supiera era lo que lo hacía tan brillante.

Para ir más lejos, le presenté "Ranking of Kings". Yo misma conocía el nivel de devastación emocional de esta historia y me preguntaba cómo lo afrontaría. Resultó que no estaba preparada porque, a los diez segundos de conocer al joven Bojji, mi hermana se echó a llorar. No podía soportar la idea de un joven amable, sordo y mudo que se esforzaba al máximo en un mundo que le rechazaba.

Si a esto le añadimos la matizada y compleja narrativa y los arquetipos de personajes a los que se había acostumbrado a dar la vuelta para subvertir sus expectativas, bueno, señoras y señores, mi hermana estaba maravillada. Shannon estaba enamorada de este pequeño rey (valga el juego de palabras), y a medida que avanzaba la historia y se producía una revelación impactante tras otra, se sentía emocionalmente agotada. Así que, naturalmente, hemos empezado a ver Jujutsu Kaisen. Estoy impaciente por ver hasta dónde puede aguantar Shannon atravesando ese particular espejo.

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Se trata de conectar

¿Qué he sacado yo de todo esto? Sinceramente, disfruto de la experiencia de ver a alguien vivir una historia con la que espero que conecte emocionalmente. La ventaja es que es en familia. Presenté el anime a mi prometida hace años, y esto fue similar y diferente al mismo tiempo. Vuelvo a vivir ese mismo viaje a través de cada persona a la que presento las historias que amo. Estoy seguro (espero) que mucha gente tiene este tipo de experiencia.

Es una forma de conectar, de demostrar a tus seres queridos que respetas su opinión y que quieres que estén en tu mundo. Cada vez que comparto mis intereses con mis amigos y mi familia, me siento mucho más feliz, y espero que ellos también.