Ataque sónico a Cuba: ¿maniobra de guerra o accidente?

¿Guerra sónica entre Estados Unidos y Cuba?

Los científicos pueden haber encontrado una explicación alternativa para los sonidos que escucharon los diplomáticos en La Habana. Según el Departamento de Estado, casi dos docenas de diplomáticos en la embajada estadounidense en La Habana habrían padecido una serie de síntomas médicos misteriosos, entre ellos la pérdida de la audición y dificultades cognitivas.

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El fenómeno, que ha sido blanco de la nueva ruptura de las relaciones internacionales entre Cuba y los Estados Unidos, se hizo público por primera vez el pasado mes de agosto.

Una posibilidad es el infrasonido, un sonido de baja frecuencia que no puede ser escuchado por humanos. Un informe del Instituto Nacional de Ciencias Ambientales de la Salud en 2002 señaló que los militares han tratado de crear un arma de infrasonido, pero no habían tenido éxito porque es difícil centrar la longitud de onda. El principal efecto del infrasonido en humanos “parece ser molestia”, concluyó el informe.

Ahora bien, los informáticos de la Universidad de Michigan creen que finalmente han resuelto el misterio y que estos llamados "ataques" pueden ser completamente accidentales.

La clave, argumentan, radica en las interferencias provocadas cuando dos dispositivos de escucha de ultrasonido se colocan muy juntos.

Un sonido tan intenso como ese podría explicar algunos de los síntomas experimentados por las víctimas.

"Cuando una segunda fuente ultrasónica inaudible interfiere con otra fuente ultrasónica primaria también inaudible, la distorsión de intermodulación puede crear subproductos audibles que comparten características espectrales”.

Si bien sus hallazgos no son concluyentes, su explicación de estos incidentes es ciertamente convincente.

"Los dispositivos colocados por los cubanos podrían haber causado problemas que nadie podría predecir", dijo el ex diplomático estadounidense James Cason. "Si finalmente ese es el misterio de los ataques sónicos, es probable que los cubanos nunca lo admitan, ya que tendrían que reconocer que tienen dispositivos de espionaje en todas partes, y eso es algo que nunca podrán admitir”.

Al final, el ataque sónico se ha quedado en espías incompetentes.