La invasión alienígena de Arrival es lo mejor de la ciencia ficción por una razón importante

ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene spoilers de Invasión, ahora en streaming en Apple TV+.

En Hollywood, las invasiones alienígenas siempre han sido un tema de conversación candente en la ciencia ficción. Ya sea el envío de monolitos como en El día que la Tierra se detuvo, espías como en Señales o una guerra directa como en El día de la independencia o La guerra de los mundos, los fans siempre están intrigados. Sin embargo, aunque Invasión, de Apple TV, encadena elementos de todas ellas en su ataque cerebral al planeta, también pone de manifiesto que La llegada, de Denis Villeneuve, es la mejor del género por una razón fundamental.

En estas películas, la humanidad suele formar una alianza, ya que las potencias mundiales se dan cuenta rápidamente de que se necesitan mutuamente. Puede que no se gusten los unos a los otros, pero en aras de la autopreservación, se coaligarán para sobrevivir. Suele implicar compartir armas y tecnología, como se vio en Invasión, y la descodificación de mensajes para averiguar el plan de ataque de los seres, pintando en su mayoría historias tópicas para que todos puedan proteger su paraíso.

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Pero en Arrival, fue mucho más mental e intenso, ya que las naves alienígenas llegaron y trabajaron por separado con 12 potencias mundiales. Dejaron pistas para que sus científicos y lingüistas las resolvieran, con Estados Unidos -a través de la Louise de Amy Adams y el Ian de Jeremy Renner- combinando el lenguaje y la física para descifrar los mensajes en inglés.

Sin embargo, este enfoque no fue utilizado por todos los países en Arrival, ya que otros jugaron literalmente al ajedrez con los alienígenas, y algunos utilizaron las matemáticas en su lugar. Lo que esto hizo fue dividir a las potencias mundiales cuando los alienígenas dijeron que tenían un regalo que compartir, haciendo que todos se volvieran paranoicos mientras se acercaban a la respuesta. Sin embargo, los alienígenas simplemente estaban manipulando y poniendo a prueba a la humanidad, para ver quién era realmente bueno y si podían unirse de verdad. Al principio no fue así, ya que China acabó planeando atacar las naves, pensando que Estados Unidos había conseguido un arma de los alienígenas y se estaba convirtiendo en su socio favorito.

Rusia siguió su ejemplo y, uno a uno, todos los países se volvieron contra los demás. Esto colocó al mundo al borde de una guerra civil, ya que las naciones no sólo estaban dispuestas a derribar naves, sino también entre sí, en lo que se convirtió en una carrera armamentística. Por ello, las naves alienígenas que cayeron inicialmente podrían haber sido sólo señuelos; una primera oleada para que la humanidad entrara en un tiroteo y se eliminara mutuamente.

Aunque se sacrificaran algunos extraterrestres, la Tierra habría estado madura para la cosecha y esto demostró que una invasión, y por extensión, la colonización y el genocidio, podían ocurrir sin que el grueso de su armada estuviera siquiera allí. Y todo se debió a la naturaleza egoísta de la humanidad y a cómo temían lo que no tenían la paciencia de entender: la fuerza en número.

Afortunadamente para la humanidad, los alienígenas de La llegada eran auténticos y sólo necesitaban que la Tierra entendiera los viajes en el tiempo para ayudarles en el futuro. Pero conviene recordar que si sus intenciones hubieran sido siniestras, no habrían tenido que disparar ni un solo tiro de advertencia, ya que habrían sido unos competentes titiriteros.