Cazademonios: 5 buenos modelos de conducta en la serie (y 5 malos)

La serie Demon Slayer está llena de personajes tanto extremadamente buenos como extremadamente malos. Personajes como Tanjiro Kamado son conocidos por su compasión y bondad, incluso frente a la increíble maldad (como se ve cuando Tanjiro se siente mal por los demonios que debe matar). Otros personajes son despiadados, como Shinobu Kocho, que pide a los demonios que sean sus amigos antes de matarlos dolorosamente.

Estos personajes hacen lo que deben para alcanzar sus objetivos, mantener a su familia/compañeros a salvo o sobrevivir. Sin embargo, esto hace que algunos de ellos sean mucho mejores modelos de conducta que otros.

10 buenos: Tanjiro es la encarnación de la compasión

Tanjiro Kamado comienza la serie demostrando su bondad al ayudar a varios aldeanos, y cuando encuentra a su familia muerta y a Nezuko convertida en demonio, nunca se da por vencido. Cree en ella y la protege pase lo que pase. También siente tristeza por los demonios que debe matar, ya que puede ver de dónde vienen y por qué están tan enfadados.

Sin embargo, Tanjiro quiere detener a Muzan y a su ejército de demonios para evitar que el destino de su familia le ocurra a otra. Por ello, dedica su vida a su hermana y a personas que ni siquiera conoce.

9 Malos: Shinobu es una cazadora increíble pero despiadada

Shinobu Kocho es una luchadora increíble. Es el insecto hashira y se mueve con gracia. Sin embargo, su táctica de lucha es cruel, ya que utiliza veneno para derrotar a sus enemigos. Además, odia a los demonios.

Aunque Shinobu odia a los demonios por su sed de sangre y mata a cualquier demonio que haya matado a un humano, lo hace de forma cruel. Cuando lucha contra los demonios araña, les da una falsa esperanza de que pueden vivir sólo para quitársela y matarlos de forma dolorosa.

8 Bueno: Nezuko tiene una fuerza de voluntad tan fuerte que puede defenderse de su naturaleza demoníaca

Nezuko Kamado es tan impresionante como su hermano. Aunque fue convertida a la fuerza en un demonio, nunca actuó según su impulso de matar y comer humanos, y como resultado, obtuvo increíbles poderes. Sin embargo, Nezuko nunca habría sido capaz de hacerlo si no fuera por su impresionante fuerza de voluntad.

Nezuko recuerda a los demás que la compasión puede superar la sed de sangre demoníaca y que no todos los que parecen malvados o tienen un origen malvado son realmente malvados. A muchos de los hashira les vendría bien aprender esta lección.

7 Malos: El Zenitsu puede ser un bicho raro

Zenitsu es el cobarde asesino de demonios que sólo lucha cuando está inconsciente. Sin embargo, cuando está inconsciente, se vuelve increíblemente poderoso. A pesar de su poder, habilidad e inocencia, tiende a ser espeluznante con las mujeres, por lo que no puede considerarse un buen modelo a seguir.

Obviamente, Nezuko no quiere que Zenitsu la persiga, pero Zenitsu no lo tiene en cuenta y sigue molestándola. Lo hace incluso con las mujeres que expresan su descontento con las acciones de Zenitsu.

6 Bueno: Giyu sabe cuándo ser compasivo y cuándo ser firme

Giyu se esfuerza por salvar a tantos inocentes como pueda; por eso se unió al Cuerpo de Cazadores de Demonios. Cuando se encuentra con Tanjiro, éste intenta decirle que Nezuko es una causa perdida, pero Nezuko intenta proteger a Tanjiro. Giyu cambia de opinión en ese momento.

Giyu es compasivo, y cuando ve el potencial de Nezuko, les ofrece a ella y a Tanjiro la mejor oportunidad de sobrevivir y de salvar a Nezuko de su naturaleza demoníaca. Los envía a Sakonji y los deja ir, a pesar de su deber de matar a cualquier demonio con el que se cruce.

5 Malos: Rui es la defensa de las relaciones familiares tóxicas

Rui es uno de los poderosos Doce Kizuki de Muzan, demonios con gran potencial. Fue un demonio araña, y gracias a su trauma pasado derivado de cuando sus padres intentaron matarlo por convertirse en demonio, está obsesionado con crear una familia. Así, intenta hacer una familia de demonios araña, pero su familia es tóxica y retorcida, siendo muchos de sus miembros obligados a formar parte de ella. Finalmente, Rui muere, pero no antes de aterrorizar tanto a su "familia encontrada" como a Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke.

4 Bueno: Rengoku es un dechado de héroes honorables

Rengoku Kyojuro era el hashira de la llama y uno de los pocos que apoyaba a Tanjiro. Siempre fue optimista y confiado, incluso cuando las probabilidades estaban en su contra. Aunque a menudo era conocido por su intensidad, era inteligente y capaz de idear grandes planes de batalla.

Rengoku era un luchador increíblemente poderoso y espadachín de Nichirin, sin embargo, al principio no apoyaba que Tanjiro protegiera a su hermana convertida en demonio. Con el tiempo, se convence de la idea después de conocerlos, lo que demuestra su capacidad para tener una mente abierta y no seguir ciegamente las reglas.

3 Malos: Sanemi Shinazugawa es cruel y grosera

Por otro lado, Sanemi Shinazugawa era otra hashira que no apoyaba la existencia de Nezuko. Sin embargo, en lugar de simplemente votar en contra de permitirle vivir, la ataca. Su intenso odio hacia los demonios le impide ver el beneficio de la supervivencia de Nezuko ni su corazón puro. Incluso intenta apuñalarla varias veces y trata de engañarla para que le ataque.

Tarda un tiempo, pero Sanemi acaba aceptando a Nezuko, aunque ciertamente no fue por su naturaleza demoníaca. Además, es uno de los hashira más gruñones.

2 Bueno: Sakonji hizo lo que tenía que hacer para que Tanjiro estuviera preparado para la selección

Sakonji Urokodaki es el mentor de Tanjiro y maestro de la técnica de respiración acuática. Cuando Tanjiro y Nezuko acuden por primera vez a Sakonji, éste permite sorprendentemente que Nezuko se quede con ellos y le da una oportunidad. Aunque fue duro con Tanjiro cuando lo entrenó, sólo lo fue porque conocía los peligros de la selección.

Al fin y al cabo, Sakonji entrena bien a Tanjiro y les proporciona seguridad a él y a Nezuko al comienzo de la serie. Tanjiro nunca lo habría conseguido sin su tutela.

1 Mal: Muzan manipula a los demonios y a los aspirantes a demonios

La elección más obvia para un mal modelo de conducta en Demon Slayer tiene que ser el propio Muzan. Es un demonio que crea demonios, y si no le hacen caso o no completan los objetivos que les marca, no duda en acabar con sus subordinados. Además, mata a los humanos sin remordimientos y los convierte a la fuerza en demonios (como hizo con Nezuko).

Por si fuera poco, Muzan es manipulador no sólo con los humanos, a los que a veces engaña para que se conviertan en demonios, sino también con los que trabajan a sus órdenes.

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