Cómo Demon Slayer puso a Studio Ufotable en el mapa del anime convencional

Con el éxito masivo de Demon Sl ayer, la compañía de animación Ufotable se ha hecho conocida en la comunidad del anime. Aunque la empresa no es en absoluto nueva, ya que ha animado la serieFate y varias adaptaciones al anime de la serie Tales of, ha visto aumentar su popularidad por la forma en que ha manejado el anime y la película de Demon Slayer. Esta última incluso ha batido el récord de la película más taquillera de Japón, título que hasta ahora ostentaba Spirited Away, de Studio Ghibli.

Ufotable fue fundada en Nakano, Tokio, en octubre de 2000 por antiguos empleados de Telecom Animation Film, dirigidos por Hikaru Kondo. Aunque la empresa tuvo una producción constante durante varios años en forma de colaboraciones e intermedios para algunas series, no sería hasta The Garden of Sinners, de 2007, cuando Ufotable irrumpiría en la corriente principal. La compañía no sólo se dio a conocer por su detallada animación, sino también por el uso de la plastilina para algunas escenas, como en Tales of Symphonia y The Garden of Sinners.

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La empresa comenzó con 90 miembros de la plantilla, pero a partir de 2016, ese número ha aumentado a 200. El personal se divide en dos edificios y tiene una filial en la prefectura de Tokushima. Ufotable no solo se encargaba de la animación de las series de televisión, sino que también proporcionaba escenas de corte para juegos como Fate/stay night y Black Rock Shooter: The Game. La calidad de sus producciones se debe a que realiza pocos proyectos y utiliza personal interno para animar, al igual que Kyoto Animation. Por lo general, las empresas se centran en producir el mayor número posible de programas, recurriendo a trabajadores autónomos y a horas extras para cumplir con los ajustados calendarios.

Esto provoca incoherencias en la calidad y el estilo de la animación, mientras que mantener los proyectos dentro de la empresa garantiza un aspecto más cohesivo de la animación. Ufotable también incorpora más CG en sus trabajos que otros estudios, mezclando animación 2D con 3D para crear planos más dinámicos.

A pesar de que Demon Slayer funcionó tan bien, Hikaru Konda y Ufotable fueron investigados por evasión de impuestos. Se descubrió que el estudio debía más de 400 millones de yenes (unos 3,85 millones de dólares) en impuestos, y en 2020, Kondo fue acusado de no pagar 139 millones de yenes (unos 1,28 millones de dólares) en impuestos. Tanto él como el estudio fueron acusados en virtud de la Ley del Impuesto de Sociedades y la Ley del Impuesto sobre el Consumo, y la empresa emitió una declaración de disculpa pública.

A pesar de sus problemas financieros, Ufotable sigue siendo muy alabada por su gestión de Demon Slayer y su material original. Fue la primera serie de batallas shonen del estudio, un gran cambio respecto a las adaptaciones habituales de novelas ligeras y juegos. La animación de las escenas de lucha ha sido alabada por sus secuencias de acción limpias, coloridas y dinámicas.

Además, no ha evitado mostrar a los personajes tal y como fueron escritos, ni les ha quitado su personalidad para intentar satisfacer a los fans del anime. Los ha dejado tal y como son, y eso le beneficia. En demasiadas ocasiones, los estudios intentan recortar gastos y atraer a ciertos tipos de fans, pero Ufotable ha contado una historia que rinde homenaje al material original.

El éxito de la película demuestra que el estudio es capaz de hacer grandes cosas y que su modelo de producción de obras es beneficioso, tanto financiera como estilísticamente. Ufotable fue capaz de tomar una historia en un medio más nicho y hacerla accesible a un público más amplio.

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