Diez directores olvidados que deberían volver a rodar una película
No es ningún secreto. El cine ha cambiado mucho, y los directores que allanaron el camino a las nuevas generaciones no tienen sitio en este mundo de finanzas y millennials. Blockbusters de 200 millones de dólares de presupuesto para jóvenes con talento pero sin experiencia que crecieron adorando el cine de los maestros apartados hoy. ¿Qué sería hoy de la generación de Adam Green o Joe Lynch sin estos viejos colosos? Mientras en Europa se les venera, se publican libros y son invitados a todos los festivales que puedan celebrarse, en Estados Unidos nadie quiere financiar sus trabajos. Y los echamos de menos. Estos son los directores olvidados que deberían volver a rodar una película.
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Megalómano, soso, pasado de vueltas. John Landis nunca ha querido hacer cine pequeño, así que él es el ejemplo más claro de “no me quieren y yo no quiero”. Desde los tiempos de Animal House o sus obras maestras, Un hombre lobo americano en Londres y The Blues Brothers, Landis demostró que, bien rodeado, podía ser un clásico: Tres amigos o El príncipe de Zamunda eran descomunales. Perdido con la llegada de los 90, Landis lleva casi una década sin levantar un proyecto desde la decepcionante Burke & Hare de 2010, que era su primera película… desde 1998.
Joe Dante
El director de Gremlins, El chip prodigioso, No matarás al vecino, Aullidos o Matinee tiene un par de proyectos sobre la mesa, pero Enterrando a la ex no fue recibida como merecía. Desde aquí confiamos en que Labirintus y The Man with Kaleidoscope Eyes devuelvan al director al sitio que merece.
Jubilado por voluntad propia… y por la industria del cine, que nunca ha confiado en él. El maestro del fantástico se despidió del cine con la mediocre Encerrada en 2010, indigno fin de fiesta para un creador y un artesano como el fantástico no ha vuelto a ver.
William Lustig
Hace más de veinte años que el director de Maniac Cop o Vigilante no rueda una película, pero siempre es uno de los invitados destacados de cualquier festival de género. El mundo del cine fantástico moderno actual no tiene sitio para un hombre capaz de dar un paso más del que dio Carpenter en Asalto a la comisaría del distrito 13.
Larry Cohen
Compañero inseparable de Lustig, Cohen se ha dejado ver en el último festival de Sitges en forma de documental, con el divertido y estándar King Cohen. Al igual que Lustig, no rueda nada desde 1996, pero tiene un puñado de obras maestras inolvidables que estarán con nosotros para siempre.
Frank Henenlotter
Otro que fue expulsado del olimpo (de la serie b) pero supo echarle valor y dar un paso al frente. El director de Basket Case o Frankenhooker estrenó hace un par de años la pequeña Chasing Banksy, algo bastante alejado de su estilo, pero no tanto. Volverá. Siempre vuelve. Me lo dijo en persona :)
El dueño del giallo se hizo el harakiri con la película que se bautizó como el género italiano por excelencia y perpetró la peor versión de Drácula que recordamos y que vimos en Sitges hace unos años. Aregento debe demostrar que fue él quien permitió que Phenomena tenga un remake con el director de moda hoy.
Stuart Gordon
La perversa comedia negra Stuck, del año 2007, fue la última oportunidad de ver en salas algo del director de la infinita Re-Animator. Gordon es otro de esos apartados de la industria que siempre cumplía, aunque tuviera la papeleta de tratar de hacer funcionar los errores de Fantastic Factory.
Don Coscarelli
Dentro de un mes tendremos la oportunidad de llevarnos a casa la edición remasterizada de la saga completa de Phantasm, una franquicia que ocupa una vida. John muere al final ya está lejos y qué bien funcionaba. Vamos, John, vuelve.
John McTiernan
El renegado, el convicto. El loco. Que McTiernan tenía los huevos cuadrados lo demostró su tiempo en prisión por escuchas ilegales y sobornos. ¿Por qué diablos necesitaría sobornar a nadie el responsable de Jungla de cristal o Depredador? Podría volver en cualquier momento.
