La iglesia católica condena Star Wars y a sus fans
El catolicismo rechaza Star Wars.
Todo empezó cuando a las pocas horas de su estreno, el párroco de Chicago, Robert Barron, comenzó el ataque. El religioso afirmaba que, estando al servicio de una ideología desequilibrada, la saga de Star Wars perdía su comprensión y el sentimiento real acerca de la humanidad.
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El cura se quedó profundamente dormido durante unos diez minutos durante la última entrega de la franquicia de Star Wars: The Last Jedi. Según él, eso no se debió solo porque la narración vagaba por un callejón muy tedioso, sino porque la Guerra de las Galaxias en general había perdido su camino. Lo que comenzó como una exploración emocionante de la filosofía se había convertido en un vehículo para la última ideología moderna, y eso, siempre según Barron, es una verdadera pena.
Como tantos otros en su generación (tenía 17 años cuando salió la primera película de la serie), Robert Barron quedó cautivado por la visión de George Lucas. Todos alucinaron con las explosiones, las naves espaciales y los efectos especiales, pero también vieron que había algo más en estas películas, algo que entusiasmaba tanto al alma como a los ojos.
Lucas era un devoto de Joseph Campbell, un estudioso de religión y mitología que había dedicado su carrera a explorar lo que él llamaba "el monomito". Esta es la gran historia que, a pesar de todo tipo de acentos y énfasis diferentes de cultura a cultura, sigue siendo fundamentalmente el mismo y que transmite algunas verdades bastante básicas sobre la naturaleza, la psique, el desarrollo humano y Dios. Por lo general, se desarrolla como una "búsqueda del héroe". Un joven (normalmente) es convocado desde la comodidad de su vida doméstica y obligado a emprender una peligrosa aventura, ya sea para asegurar un premio o proteger a los inocentes, o para someter las fuerzas de naturaleza. En el proceso, se da cuenta y conquista su debilidad, para enfrentar a los enemigos, y finalmente para comunicarse con los poderes espirituales profundos que están en juego en el cosmos. Por lo general, como preparación para su misión, es entrenado por un maestro espiritual que lo pondrá enérgicamente a través de sus pasos. Campbell estaba particularmente intrigado por la forma en que esta historia se concreta en los rituales de iniciación de los pueblos primitivos. El mentor de Lucas fue Campbell, y el maestro de Campbell fue el gran psicólogo suizo, C.G. Jung, que había pasado su carrera explorando los arquetipos del inconsciente colectivo que se juegan en nuestros sueños y nuestros mitos.
Ahora uno tendría que estar ciego para no ver estos motivos en las películas originales de Star Wars. Luke Skywalker se ve obligado a abandonar su vida doméstica mundana (¿recuerdas al tío Owen y la tía Beru?) Y bajo la tutela de Obi-Wan y Yoda, superar sus temores, descubrir su fuerza interior, enferntarse a la oscuridad y aprender a actuar en comunión con la Fuerza. Los fans de Star Wars atentos notarán, por cierto, que Yoda pronuncia una serie de los refranes bien conocidos de C.G. Jung.
A la opinión de Barron se une ahora el obispo Munilla, que expresó en el programa ‘Sexto continente’ de Radio María su descontento con ‘Star wars: Los últimos jedi’. El obispo argumenta spoilers si no has visto la película: el obispo dice que no le gusta que en la película de Rian Johnson se quemen libros sagrados y el templo sagrado de la orden Jedi, porque el largometraje defiende que “los libros sagrados no son necesarios, se puede quemar el templo (…) en el fondo, la sabiduría está dentro de ti, no está en los libros, no está en esa tradición de nuestros padres, sino quememos los libros sagrados porque la sabiduría eres tú. Aquí estamos viendo una reedición de ‘espiritualidad sí, religión no’”.
¿Se le ha ido la olla a la iglesia? ¿Están en lo cierto?
