¿Cómo se hizo la Liga de la Justicia? Cronología de un desastre
Salen a la luz reveladores detalles de cómo se hizo la Liga de la Justicia. Cronología de un desastre anunciado
600 millones de dólares. Es todo lo que parece que va a ser capaz de recaudar a estas alturas la taquilla de la Liga de la Justicia, y también la cifra que tendría que superar para comenzar a ser rentable según hizo público la revista Forbes hace unos meses. Un auténtico drama para una compañía que esta viendo como su principal caballo de batalla no está aguantando nada bien el chaparrón de diciembre, pudiendo complicar seriamente el futuro de la franquicia.
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Sin embargo, los últimos informes apuntan a que nada de esto es en absoluto una sorpresa, y sí un proceso que se ha gestado lenta, agónica e imparablemente desde que la saga de la Liga de la Justicia se puso en marcha. Por resumirlo de alguna manera, fueron los ejecutivos de Warner Bros quienes forzaron que el proceso de producción de la película de la Liga de la Justicia se acelerase a proposito, para obtener de ella ingresos rápidos aunque a Zack Snyder aun le quedaba un largo trecho para llegar a finiquitarla. Esto conllevaría entre otras cosas que no esperemos a ver una versión extendida de la Liga de la Justicia montaje del director de Zack Snyder, ya que esta no existe. Incluso antes de que Joss Whedon ocupase su lugar, Snyder ya había desterrado cualquier posibilidad de llevar a cabo la película de la Liga de la Justicia que él quería crear, amoldándose a la película de la Liga que los ejecutivos de Warner le estaban forzando a dirigir.
Pero no nos adelantemos todavía, porque mucho antes de llegar a ese punto, el drama comenzó a cocerse cuando tras la trilogía de El Caballero Oscuro de Christopher Nolan, el director de Dunkerque se negó a dirigir una nueva película de Superman como Warner querían que hiciera. Nolan ya había tenido suficiente cine de superhéroes, así que en su lugar se dispuso a producir la cinta, proponiendo a Zack Snyder como director.
Aparte de ser amigo personal de su familia, Snyder tenía un curriculum que incluía un hit como 300, y una película de superhéroes de culto como era Watchmen, así que ¿quién podía haber mejor? Warner confió tanto en Zack Snyder que le dieron vía libre al director para reimaginar al personaje para crear su saga, e incluso cuando El Hombre de Acero no obtuvo los resultados de taquilla a los que aspiraban, continuó apostando por el director de Sucker Punch para que fuera quien se encargase de reconducir el proyecto llevando acabo Batman v Superman, reimaginación de El Regreso del Caballero Oscuro y primer peldaño para trasladar la Liga de la Justicia al cine.
Un proyecto tan mastodóntico, que cuando comenzó a complicarse postergandose durante años y años en los que competidoras directas como Marvel Studios, Fox o Sony Pictures no dejaban de sacar películas, derivando en que al CEO de Warner algo le comenzase a oler mal en todo aquello. Fue entonces cuando este decidió implicarse más de cerca en la película de Batman y Superman, y todas sus alarmas se dispararon al considerar que Snyder había embarcado a Warner en una gargantuesca travesía del Titanic destinada a naufragar.
Al CEO de Warner lo que estaba haciendo Snyder le pareció tan aberrante, que en seguida comenzaron las reescrituras, las tensiones, las ediciones amputadas y hasta voces discordantes que sugerían que había que echar al director de Batman v Superman. Y así probablemente hubiera ocurrido si no fuera porque a la visión de Snyder aun le quedaban defensores dentro del estudio, pero sobre todo porque ya iban varios años tarde y el rodaje de la Liga de la Justicia acababa de comenzar.
El resultado fue que mientras El Amenecer de la Justicia hacía aguas en los cines con una taquilla que estaba muy lejos de ser la que buscaban, Snyder se vio presionado de tal forma que si le llevo tres años realizar Batman v Superman, apenas disponía de la mitad para completar la Liga de la Justicia. Vigilando cada paso que daba Zack Snyder para asegurarse que no se salía de las indicaciones que le fueron dadas, los recelos de los ejecutivos de Warner Bros siguieron creciendo hasta el punto de que tras forzar a Snyder a cambiar de rumbo en varias ocasiones, la idea de despedirlo del proyecto volvía a cobrar fuerza.
Caro que siendo parte esencial de esta reimaginación de la Liga de la Justicia, los ejecutivos de Warner temían como esta noticia podría afectar a su proyecto. Sobre todo cuando el director de la Liga de la Justicia se estaba viniendo abajo con el peso de las presiones del estudio, y para remate se vio afectado por una dura tragedia familiar. El suicido de la hija de Zack Snyder puso a todos los implicados en una situación muy difícil, que lo fue todavía más cuando el director tomo la decisión de refugiarse en su trabajo para intentar superar el grave palo del destino.
Desgraciadamente, lejos de servir para arreglar las cosas solo contribuyó a empeorarlas todavía más, generando una situación tensa en la que toda la alta esfera de Warner estaba decidida a despedir a Snyder pero nadie se decidía a dar el paso por no hacer leña del árbol caído. Esto por supuesto no impidió que las tensiones continuaran creciendo en las oficinas de Warner, cuyos ejecutivos se referían al proyecto como un monstruo de Frankenstein incoherente y sin sentido que además volvía a ser demasiado oscuro.
El culebrón finalmente terminó cuando Snyder decididó retirarse para atender a su familia, deciendo el CEO de Warner que aquel proyecto había que terminarlo cuanto antes para evitar que los gastos continuaran disparándose más allá de donde podían permitirse, optando por invertir otros 100 millones de dólares del estudio, para que a nadie se le pasase por la cabeza si quiera la idea de retrasar otro año más la película (lo que además de a la Liga de la Justicia habría afectado a Aquaman, Wonder Woman 2, The Batman y cualquier otro proyecto que Warner estuviera desarrollando con los superhéroes de DC).
Que tanto el CEO de Warner como su presidente terminasen su contrato ese mismo año aceleró todavía más el proceso, ya que en caso de estrenarse en 2018 ninguno de ellos habría cobrado unos suculentos dividendos por la Liga de la Justicia a los que no estaban dispuestos a renunciar tras todo lo invertido en el proyecto. Así que la solución fue contratar a Whedon para que diera forma a algo mínimamente estrenable con el material que Snyder había rodado, y salir del paso lanzando al cine una película medio hecha, que Whedon acabó a base de parches con la indicación muy clara de que no excediese las dos horas de metraje, frente a la historia de cerca de tres horas que había preparado Zack Snyder.
El resultado es que pudimos contemplar en pantalla. Una película que ha recibido multitud de palos a manos de la crítica, y que está teniendo tantos problemas en taquilla que se está viendo en problemas incluso para llegar a los 600 millones de dólares, lo que la convertiría en la película de superhéroes menos taquillera de este año.
De momento, la crónica de cómo se hizo la Liga de la Justicia da cuenta de la cronología de un desastre anunciado, que tarde o temprano le iba a estallar a Warner en las narices
