¿Por qué las series Marvel de Netflix son un fracaso?

NI UNA ESTÁ BIEN, ¿VERDAD?

 ¿Por qué las series Marvel de Netflix son un fracaso?

Son media docena, pero podría ser la misma.

Hace ya unas cuantas semanas, Marvel cerraba el grifo de las series exclusivas y originales de Netflix: la compañía más poderosa del mundo promete asaltar el mundo del audiovisual doméstico ampliando su oferta con una próxima plataforma de pago que promete tener el fondeo de armario histórico más atractivo del mercado.

Puede que ese anuncio, esa limitación (ni una más, Netflix), esté jugando una mala pasada a Netflix, y de manera inconsciente la plataforma que vio nacer a Daredevil, la eterna promesa de la cadena, cerrará el círculo con Los Defensores. El diablo defensor, Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist y el mismísimo Castigador, The Punisher, que ha sido el último en subir a bordo, son las apuestas televisivas que más han decepcionado al aficionado al cómic.

El espectador medio, ese que nunca se ha gastado un solo penique en un tebeo de grapa, prestigio o lo que sea, ese que no diferencia a Superman de Shazam, disfrutará de los contenidos genéricos de cada una de estas series. Todas ellas van a la misma velocidad, arriesgan lo mismo (o sea, exactamente nada) y todas ellas avanzan a paso de tortuga para terminar en un arco argumental al que se podría llegar a mitad de cada una de las temporadas.

Daredevil vivió de las rentas del flashback, de las infinitas posibilidades, secundarios y esbirros a los que aporrear. Wilson Fisk da miedo y hay un par de peleas que serían recordadas para siempre… de no ser porque las han repetido hasta hacer de ellas casi una caricatura. Cuando una serie sobre un superhéroes se parece más a Ally McBeal que a un cómic de acción y aventuras, es que está haciendo algo mal. Rematadamente mal.

¿Por qué las series Marvel de Netflix son un fracaso?

La otra serie que llegaba con fuerza era Jessica Jones, una adaptación de la obra maestra de Brian Michael Bendis que, además, tenía como antagonista a todo un Doctor Who: puede que la más intensa del lote, pero también con graves caídas de ritmo. Con todo, puede que sea la mejor.

Luke Cage, el hombre de acero de Netflix, también prometía su dosis de acción y estilo funky en eso cuerpo armado. No es la decepción más importante de Netflix, pero también se mueve a ritmo soporífero.

Iron Fist es el mayor descalabro de la cadena. Mal escrita, mal interpretada, mal ejecutada y sin pies ni cabeza, consigue que la muy superior Arrow de DC luzca casi como un Batman de Tim Burton, una obra de prestigio.

Los Defensores es la cruda realidad, la mezcla que da como resultado el tedio y las ganas de terminar cuanto antes, puede que por eso mismo sea la serie con menos episodios de todas. ¿No había nada que contar? ¿Solo es una forma de estirar un chicle sin sabor?

Por desgracia, The Punisher no ha llegado para salvar nada. Casi más parecida a la primera adaptación de las dos versiones modernas, la serie parece querer sacudir el peso del personaje para caer en un Homeland de tres al cuarto. Quedan lejos los tiempos de Cannon Films y la última aproximación cinematográfica del personaje: Punisher War Zone sigue siendo la mejor peli Marvel jamás rodada.

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