Las 13 mejores pelĂ­culas sobre deporte del cine

GÉNERO MUTABLE

Las 13 mejores películas sobre deporte del cine

Afán de superación, entrega y sacrificio. Esos son los tres pilares sobre los que se sostiene el deporte de élite. Y, como en el terror, el deporte se divide en un enorme número de sub-categorías, y han sido prácticamente todas ellas las que en algún momento han hecho vibrar a la platea como si fuera el estadio. Risas, lágrimas, misterios o estafas, estas son las 13 mejores películas sobre deporte del cine.

Creed

La última entrega de la saga oficial, Rocky Balboa, fue un extraordinario ejercicio que sabía transformar la nostalgia en leyenda. Esta actualización en forma de continuación alternativa consigue, entre muchas otras cosas, que Black Panther sea una esperanza. La forma de rodar de Ryan Coogler muestra unos combates en planos secuencia como nunca has visto antes. Del vestuario al K.O. Una gran película clásica de boxeo.

Foxcatcher

Una de las películas más incómodas y sórdidas salidas del deporte… y de la vida real.

Cine grande, de otra época, con un elenco sobresaliente y con una dirección magistral que recuerda a cuando los dinosaurios (del cine) dominaban La Tierra.

A pesar de las caracterizaciones, siempre peligrosas y capaces de sacarte de una película (como El atlas de las nubes, por ejemplo), todo es tan enfermizo y tan horrible, ten en cuenta que esta movida pasó, que cuando uno termina de ver Foxcatcher acaba con los músculos doloridos.

El que más, el corazón.

Goon

Un perro verde escrito (y producido) por Jay Baruchel y Evan Goldberg basado en un libro sobre un personaje real, al menos eso parece en los créditos finales. Salvajada ultraviolenta pero, ojo, con un prota tierno y adorable.

Una sorpresa que, aunque no tengamos ni puta idea de hockey, puede ser El Castañazo de una nueva generación.

Un domingo cualquiera (Any given sunday)

Espectacular recreación de la batalla campal que supone un partido de fútbol americano. En el campo y en los despachos. Esto son peleas de gladiadores y no las de Gladiator.

Terminagolf (Happy Gilmore)

La única manera de rodar una buena peli sobre golf era tener en ella al Sandler más joven y más rabioso posible. Una comedia deportiva llena de personajes de dibujos animados y situaciones ridículas al servicio de un cómico de menos de treinta años que empezaba a colar en sus proyectos a cómicos amigos que seguirán acompañándonos veinte años después.

Mejor así que Tin Cup, ¿no?

Ganar de cualquier manera (Blue Chips)

Que William Friedkin está loco es algo que está fuera de toda duda. Aquí utiliza sus tics de maestro con la cámara con un guión de Ron Shelton, especialista en deportes. El director de El Exorcista o The French Connection al servicio de SHAQ. Nick Nolte extraordinario en una peli sobre los chanchullos fuera de la cancha. Qué buenos tiempos los de los Orlando Magic de Penny & Shaq.

Cuestión de pelotas (Dodgeball: A True Underdog Story)

¿Sabes esas comedias que la sección rancia de la crítica especializada despacha con una estrella y su manifestada incomprensión humorística disfrazada de solemnidad pero, que en realidad, son comedias de primerísima categoría? Cuestión de pelotas es un gran ejemplo.

Patinazo a la gloria (Blades of Glory)

Las comedias de Will Ferrell se dividen en buenas y divertidas y malas y divertidas. Bien, esta pertenece a la categoría. Justo lo contrario que el deporte que la inspira.

El clan de los rompehuesos (The Longest Yard)

Los primeros dos miles fueron bastante peligrosos, menos mal que siempre estaba Adam Sandler por ahí. Aquí no hay tiempo para moralinas ni finales más felices que la vida misma. Sandler se rodea de gente dispuesta a dejarse la piel en el campo y la camaradería hace el resto.

Un partidazo.

Los Búfalos de Durham (Bull Durham)

Que sí, que a veces Kevin Costner puede ser un coñazo, pero ay amigos cuando se mete en gestas deportivas, ya sean paranormales (Campo de sueños) o cómicas, como la que nos ocupa ahora, lo clava. Un triángulo amoroso divertido y un gran ejemplo de buen cine sin pretensiones extraordinariamente profesional de finales de los ochenta.

Toro Salvaje (Raging Bull)

Con permiso del señor Balboa, la mejor película de boxeo de todos los tiempos, la mejor fotografiada y la mejor interpretada. ¿La mejor película de Martin Scorsese?

Shaolin Soccer

Stephen Chow jamás podrá superar esta maravilla, aunque Kung Fu sion está ahí ahí. Una película digna de Champions. Ojalá un cruce contra el Barcelona empleándose a fondo…

El castañazo (Slap Shot)

No podemos caer rendidos ante la simpatía del añorado Paul Newman, de nuevo con el director de El Golpe o Dos hombres y un destino haciendo piña con los hermanos Hanson. Cine setentero ajustado al máximo. Una de las comedias deportivas favoritas de nuestros padres. Pregúntales a ver qué dicen ellos.

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