Lo peor de Warner DC: 5 vicios de los que estamos hartos
La noche más oscura, ¿qué es lo peor de Waner DC?
Los 5 vicios de las películas de superhéroes de la Liga de la Justicia de los que estamos realmente hartos. Tras hacer un repaso ayer de los que consideramos son los peores defectos que Marvel Studios lleva arrastrando en sus cerca de nueve años de recorrido, toca hacer lo propio hoy con una veterana que contradice el dicho popular de que la experiencia es un grado. Y es que aunque lleva más años que cualquier otra compañía, el departamento de las películas de DC Comics de Warner Bros parece estar experimentando una racha bastante difícil, con problemas hasta cierto punto incomprensibles para conseguir que funcionan.
Lo peor de Marvel Studios: 5 vicios de los que estamos hartos
Lo peor de los X-Men de Fox: 5 vicios de los que estamos hartos
Tan serios parecen ser estos problemas que la trilogía del Caballero Oscuro de Christopher Nolan y algunas de las adaptaciones de los cómics Vertigo y similares -y ni siquiera todas- prácticamente son islas en mitad de un poco alentador desierto.
Tratando de dilucidar dónde está el problema, esto es lo peor de Warner DC con los 5 vicios de los que estamos hartos de la compañía de Batman, Superman y Wonder Woman.
La falta de un mando con ideas claras: Olvidemos cualquier comparativa de Marvel Studios. Esto viene de mucho antes. Cada vez que el estudio de las películas de DC Comics ha topado con alguien como Richard Donner, Tim Burton o Christopher Nolan han tocado cielo, pero a la vez han demostrado una habilidad única para hundirse en el fango cada vez que no contaban con un cineasta de ideas tan claras. Incluso aunque fuese gente que venía de deslumbrar a crítica y plúblico como Bryan Singer, Pitof, Martin Campbell o ¿alguien ha visto 'The Lost Boys', 'Tigerland', 'Asesinato en 8 mm' o 'Última Llamada' entre otros proyectos de Joel Schumacher no relacionados con Batman? Demasiadas veces ha sucedido, por lo que puede que el origen del problema esté más arriba, y seguramente tenga mucho que ver con lo que relataba Kevin Smith cuando le requirieron para escribir Superman. La pregunta es, ¿sabe Warner realmente lo que quiere hacer con su universo, o simplemente se ha subido al carro porque está de moda, sin haber dedicado el suficiente tiempo a planificar -exhaustivamente- una hoja de ruta?
La edición de sus películas: Demasiadas ocasiones van ya en las que se señala que la edición ha aniquilado irreparablemente una película de la compañía, un vicio que no solo parece que no enmiendan, sino con el que visto el salto de Batman v Superman a El Escuadrón Suicida además van a peor. No basta con tener a los personajes danzando en pantalla como muñecos articulados chocando bajo la música de Hans Zimmer y Junkie XL. Hay que tener una idea básica de la narrativa cinematográfica como medio para crear una historia, y las películas de DC están teniendo problemas inexcusablemente serios para enmendarse en este aspecto. Añadan en este punto el tema de estrenar películas mutiladas para después hacer negocio con las versiones extendidas, lo cual si una vez pudo tener un pase, ya hace mucho que perdió la gracia.
Madurez mal entendida: Alguien dijo alguna vez que las películas actuales de Warner son como un adolecente con un cigarro. Se cree muy mayor, pero en realidad está ridículo. Nosotros no vamos a ser tan crueles, pero si que es cierto que esa oscuridad impostada de la que vienen haciendo gala desde El Hombre de Acero se viene tambaleando desde antes de comenzar. No porque elimines todos los colores de tu fotografía, tus personajes estén cabreados 24/7, haya algunos muertos y contenido explicito tu película es seria y adulta si no viene acompañada de un buen entendimiento de las interacciones humanas, o de un desarrollo necesario para ser algo más que una amalgama de escenas molonas inconexas. La madurez no es un concierto de black metal con camisetas de Canibal Corpse con vaso de plástico y tinto Don Simón.
No entender lo que hace grandes a sus propios personajes: A Batman lo tienen calado, sí. Pero Superman... No. No, no, no. Es imperdonable que la compañía del padre de todos los superhéroes lo haya abordado en sus dos últimas producciones como si se avergonzara de él. Con buenas ideas, sí, pero catastróficamente ejecutadas en absurda búsqueda de convertirlo en un emo intenso de constante cara de cabreo. Si cuando Luthor habla de la batalla entre Batman vs Superman como “luz contra oscuridad” es imposible no llevarse las manos a la cabeza preguntándose dónde está la “luz”, lo mismo cabría preguntarse si con las últimas versiones de Luthor, un perdidísimo Joker de Jared Leto, Batgirl en la adaptación de La Broma Asesina o un Escuadrón Suicida que habría funcionado con algo tan sencillo como que fueran villanos no deberían simplemente analizar que es lo que hace grandes a sus personajes y porqué funcionan. Fijense simplemente en lo que están haciendo en sus series o en los cómics desde el espléndido Renacimiento DC. Es tan sencillo como eso.
El exceso de ansia: No se puede construir la casa por el tejado. No. Y en Warner sin embargo parecen quererlo hacer con una estresante gula que no les hace sino desperdiciar oportunidades apretujando grandes tramas de su universo en películas individuales aunque haya unirlas a presión. No era bastante con una adaptación de El Regreso del Caballero Oscuro, Para Todas las Estaciones, La Muerte de Superman, la presentación de Wonder Woman y la Liga de la Justicia o el dilema sobre el intervencionismo americano en África. No. Había que meterlo todo en una sola película, y de la forma más monstruosa densa y desastrosa posible, como también lo fueron los segmentos de Amor Loco y la Liga de la Justicia Oscura entre la colección de videoclips que es el Escuadrón Suicida.
