Martes exquisito: Charles LaVaigne y Barzin en el Teatro del Arte
Un buen amigo, de esos que cuyas excentricidades le suman en lugar de restar, me dijo hace años que escuchar a Barzin era como follar con él, 'triste y sucio'.
Así que cuando SON Estrella Galicia anunciaba un concierto de Barzin en el Teatro del Arte en Madrid, un servidor no se lo pensó y corrió a apuntarse a tan exquisito plan. Y es que ver a uno de los autores folk más delicados y minimalistas en un espacio tan especial, es una tentación que roza lo sexual.
El merchandising del Teatro de Batman incluye figuras del Caballero Oscuro y Gatúbela para beber
Movimientos en la industria musical: Ntertain presentará "El arte de ser latino" en la Semana del Arte de Miami
Sentarse a hacer la crónica del concierto sin comenzar hablando de Charles LaVaigne, sería tan injusto como irresponsable ya que el bueno del dominicano se marcó un concierto breve pero cercano a una ejecución perfecta. Con un timbre de voz que oscila entre Antony Hegarty y el personaje interpretado por Oscar Isaac, su música te retrae a un viejo local de los 60, cuando el mundo quería ser cambiado y tenías mil canciones en la cabeza que pesaban más que cualquier miedo hacia el futuro.
Además, qué cojones, 'The Birdfish' es un discazo y se despidió de todos nosotros con una honestísima cover de 'Death'. Te lo dije a la salida, Charles, hablaríamos de ti como mereces, que el mundo es un lugar con mejores paisajes con músicos como tú.
Y luego entró Barzin a explicarnos cómo se pasa de una intimidad desoladora a un minimalismo que roza el preciosismo y en el que cada detalle está tan jodidamente medido como su voz y una guitarra atmosférica que recorre los más melancólico de los 70 y los 80 de la forma más traicionera posible.
Los temas de 'Notes of an Absent Lover' y 'To Live Alone in that Long Summer' conectaban como los entresijos de una maquinaria de origen canadiense que nos empujaba a mi chica y a mí a estar cada vez más cerca en nuestros asientos, fusionados casi sin movernos. Porque eso es Barzin, es estar desnudo, triste, con un ojo estrábico fijo en el pasado y el otro en un ardiente presente que estalla en colores carnales frente a ti, es follar una noche de borrachera en una complicidad tan falsa como primaria y estar cerca de la persona correcta, esté presente o no.
Pero como a los que hemos nacido así siempre nos surgen más pegas que granos, echamos en falta 'Queen Jane', quizás el plan original para el escalofrío final en lugar de un 'Just More Drugs' improvisado que se marcó por petición de un espontáneo y que cerró el concierto con más anécdota que estremecimiento.
Hoy, a SON Estrella Galicia, le toca Calvin Johnson (ahí lo llevas), pero nosotros no iremos. Estamos de resaca emocional, disfrutando del sofá y relamiéndonos del revolcón que nos dieron Charles LaVaigne y Barzin ayer.
Buen viaje, caballeros, no se nos pierdan. O sí.
