Los Grammys festejan el triunfo de la música indie

FUN, MUMFORD & SONS, THE BLACK KEYS Y SKRILLEX EN UNA GALA PARA TODOS LOS PÚBLICOS

Fun Mumfpord & Sons, Skrillex, The Black Keys Rihanna Taylor Swift en los Grammy

Repartiendo los máximos honores entre The Black Keys, Skrillex, Gotye y Mumford & Sons, la 55th ceremonia de los premios Grammy ha sido tan inócua y políticamente correcta que bien podrían haberla retransmitido en el Disney Channel. Precedida por una surrealista recomendación en la que los organizadores instaban a las asistentes a dejar los escotes y el vestuario atrevido en casa, su alfombra roja fue un festival de barbas desaliñadas, complementos vintage y vestidos monjiles en el que no debió faltar osos de gominola y cócteles de piña colada.

Jennifer López y su habitual muslamen al aire desentonaban más que un Al Walser embutido en un disfraz de astronauta en una gala en la que la Academia Nacional de Grabación de Artes y Ciencias parecían buscar un radical cambio de imagen. La edad media de los galardonados descendió hasta el punto de que Whitney Houston fue de lo más viejo que se vio sobre el escenario, y estaba muerta. Así que fuera gente mayor más allá de los homenajes a Whitney y Bob Marley, y fuera todo lo que tenga que ver con el fenómeno fan. La cólera de seguidores radicales de gente como Justin Bieber, Lady Gaga y One Direction se queda bien encerrada en sus casas. 

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Get More: Mumford & Sons,

A parte de la siempre vigilante censura televisiva americana, la gran vencedora de la noche fue la música, brindándonos una de las galas con más actuaciones y mayor diversidad de los últimos años. Jack White, Rihanna y Damian Marley se apoderaron del escenario haciendo las delicias de los espectadores. Pero quienes de verdad se llevaron el gato al agua fueron Mumford & Sons, quienes culminaron los vítores del respetable por su entregada interpretación de I will wait con el premio al mejor album del año.

Babel se impuso a El Camino de The Black Keys, Some Nights de Fun, Channel Orange de Frank Ocean y Blunderbuss de Jack White, quienes tampoco abandonaron la noche de vacio. Es especialmente reseñable como la banda formada por Dan Auerbach y Patrick Carney se ha hecho fija entre los favoritos de la ceremonia de las gramolas doradas, obteniendo los premios a mejor album de rock, así como mejor canción y mejor actuación dentro de la categoría rock por Lonely Boy.

A The Black Keys se les quedaron muy cerca Gotye con su mega éxito Somebody That I used to know, uno de los pocos ganadores que no adornaron la noche con su música. En su lugar, sus fans se tuvieron que contentar con la actuación de un tal Sting, que según el mismo afirma es un gran seguidor del trabajo de Wouter De Backer viéndose fuertemente inspirado por él (risas, guiño, codazo, codazo).

La campanada la dieron los debutantes Fun, quienes desbancaron a The Lumineers, Alabama Shakes, Hunter Hayes y el fenómeno de Frank Ocean para hacerse con el galardón a mejor banda revelación y a la canción del año por su We are young. Jay Z, Kanye West y Rihanna volvieron a coparlo en todo lo que tuviera que ver con Hip Hop, videoclips o R&B, mientras que la poderosa voz de Esperanza Spalding y el veterano Chick Corea hacían lo propio en el ámbito del Jazz.

Los grandes perdores de la noche fueron Taylor Swift, que se tuvo que contentar con presentar la gala junto a LL Cool J y un premio por su aportación a la banda sonora de Los Juegos del Hambre. Aunque peor lo llevo si cabe Jack White, quien actuó en la ceremonia... y poco más. Terminamos dándole caña al día con el gran ganador en lo que a música electrónica se refiere: Skrillex.

Rendición absoluta de los Grammys ante el talento del californiano por Bangarang (dos galardones) y Promises (uno). Tres de tres, repitiendo la cifra que ya obtuviera el año pasado para reforzar el éxito mundial sin precedentes que está acompañando al aclamado jockey de las pistas.

En definitiva, una gala repleta de música en el que la academia parece intentar buscar un lavado de cara con el que captar a su público entre unas tendencias actuales. Tendencias que se alejan de las grandes estrellas del pop para apostar por estilos más refinados y alternativos que tienen entre sus adalides a niños bien con ínfulas de bohemios. Ahora la gran pregunta es si los Grammys están cambiando o solo es un síntoma más de que la música indie se está volviendo demasiado mainstream.

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