[CRÓNICA + GALERÍA] DCode Fest, viernes 14 de septiembre: Sigur Rós, Justice, dEUS y más

14/09/2012 @ UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

La primera jornada del Dcode Fest fue de lo más descompensada. Dos gigantes como Sigur Rós y Justice como colofón final, una tarde-noche con grupos medianos que en España no es que sean excesivamente conocidos: Kimbra, dEUS y The Shoes, y una primera tanda de nacionales (Niños Mutantes, Dorian, Napoleón Solo, Dinero) que ya hemos visto otras muchas veces –y vosotros probablemente también- así que vamos a empezar por lo que más nos llamó la atención de la jornada..

El gran ganador de la noche, con una diferencia casi abismal, fue Sigur Rós. Con el miedo de que un grupo post rock pudiera dejarnos fritos en cuestión de segundos a las 23.20 de la noche, los islandeses nos dieron un zas en toda la boca con su curradísimo espectáculo visual y sus temas épicos y tremendamente hipodérmicos en directo. 

Sigur Rós. Foto: Jorge Montoro Cano.

 

Maravillas como Varúð, de su último disco, 'Valtari', o el himno Hopippolla(que hizo llorar a más de dos y más de tres), nos dejaron, literalmente con la boca abierta. Fantástico el escenario, decorado con muebles y poblado por bombillas sincronizadas con la música, y fantásticos los visuales, que iban desde imágenes abstractas hasta momentos muy 'Inni', con imágenes en blanco y negro con grano.

Y la gran decepción, para empezar de forma maniquea, fueron precisamente los otros gigantes, Justice. Nos encantaron en el Primavera Sound, con un set de lo más motivante, con hit tras hit y enlazando temas como Helix de su infravalorado último disco, 'Audio, video, disco', con D.A.N.C.E. Una pasada, imposible no bailar.

Justice. Foto: Jorge Montoro Cano.

Pero aquí, no sabemos si es que les han pagado menos o que llevaban menos droga encima, aburrieron hasta a los más fans, que se empeñaban en saltar emocionados cada vez que parecía que iba a haber un subidón. Una pena, sinceramente. Ni si quiera el momento en el que Gaspard -el de la melena y barbas- se puso al piano que salió directamente de los auriculares -momento que también vivimos en el PS- fue excesivamente épico.

De forma retrospectiva –nos ha salido así la crónica, que le vamos a hacer- los Triángulo de Amor Bizarro, a los que les tocó la lotería tocando entre Sigur Rós y Justice, dieron un concierto muy correcto, con momentos de crítica a nuestro maravilloso gobierno incluidos, y con una gran masa de fans motivadísimos gritando a pleno pulmón los temas más conocidos, véase De la monarquía a la criptocracia

 

Triángulo de Amor Bizarro. Foto: Jorge Montoro Cano.

En cuanto a la franja grupos-medianos-a-los-que-nadie-ha-venido-a-ver-pero-ya-que-están-pues-mira-vamos-a-pasarnos, entre los que entran dEUS, The Shoes y Kimbra, la gran sorpresa fueron The Shoes. El grupo francés, que solo tiene un LP en el mercado (¿Entonces qué hacían tocando a las 9 de la noche? Misterio), que incluye el contagioso Time to dance, montó una fiesta tremenda en el escenario Heineken. Aunque parezcan poca cosa, el grupo ha producido a gente como Shakira (ejem) o Santigold.

dEUS, que aunque a algunos le sonase a grupo indie catalán no, son unos belgas que tienen ya bastante solera, es una de esas formaciones musicales cambiantes (y no solo porque hayan cambiado de formación bastantes veces), difíciles de clasificar. A veces nos recuerdan a Serge Gainsbourg, otras veces rozan el rock progresivo, luego te hacen una balada pop… Sea como fuere, dieron un concierto de lo más eficiente y sorprendieron a los profanos.

Kimbra. Triángulo de Amor Bizarro.

Luego vino Kimbra, esa mujer que nos han intentado vender como la panacea y que, realmente, aunque lo haya petado en Australia y haya cantado Somebody that I used to know con Gotye, pocas personas la tienen en el iPod. A la cantante hay que reconocerle que se curra el escenario y que lo da todo en directo y, qué narices, su pop enérgico y con leves ramalazos a música africana, suena muy bien pero, insistimos, no pegaba antes de Sigur Rós. Ahí pegaban Django Django, que nos los tuvimos que tragar el sábado con el solano a las 7 de la tarde, pero en fin. Temas a destacar: Cameo Lover y Settle Down.

En cuanto a la organización: un poco cansino lo de esperar tantísimo tiempo en la cola para acceder como prensa, que era común para los que íbamos a currar y para los que estaban invitados, pero, una vez dentro, los grupos empezaron cada uno a su hora –se nota que nos invade Alemania- y el recinto bastante cómodo, con un césped cuidado y con precios no exageradamente altos. Eso sí, suspenso en los horarios, reiteramos.

Como siempre, tenéis más fotos en la galería y, en mejor resolución, en el Flickr de nuestro compañero Jorge Montoro Cano.

 

 

 

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