Primavera Sound, día 2: Laura Marling, The Chameleons, Girls, The Cure, M83, The Rapture...

1 DE JUNIO @ PARC DEL FÓRUM (BARCELONA)





La palabra clave del segundo día del Primavera Sound 2012, esto es, el pasado viernes 1 de junio, es "multitudinario". Está claro que Robert Smith, por muy cansino que sea, sigue atrayendo a todo el público del Primavera: divos del underground, modernos posers, curiosos que pasaban por allí, prensa y hasta familias.

Y claro, si a todos esos grupúsculos les sumamos los incondicionales de The Cure, que lucían con orgullo la efigie de su ídolo en la camiseta, pues explica por qué estaba tan sumamente petado el viernes el Parc del Fórum. Pero, aun así, la tarde del viernes también merece la pena ser reseñada, os contamos por qué.

Laura Marling

A las cinco de la tarde ya estábamos de vuelta en el recinto para ver en el Auditori Rockdelux a nuestra querida Laura Marling, esa mujer nacida en 1990 capaz de inspirar a Ryan Adams. Rodeada por un chello, un contrabajo, una batería y unos teclados, apareció en el escenario vestida con un elegante vestido negro con una raja lateral y, atentos, unas deportivas. Además, es tan bajita que tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar al micrófono, no se puede ser más amor.


Con Rambling Man como carta de presentación, uno de los temas de su segundo álbum, 'I speak because I can' (2010), Laura Marling hizo un pequeño repaso a su discografía -45 minutos no daban para más- tocando temas como Ghosts, la canción que la lanzó a la semi fama, e incluida en 'Alas I cannot swim', su primer disco, que lanzó con apenas 18 años o Salinas, incluida en su último álbum, 'A Creature I Don't Know' (2011).

Es decir, Laura nos regaló un poquito de cada uno de sus tres álbumes en un ambiente inmejorable -exceptuando los que se levantaron inconscientemente a mitad del concierto- y una acústica adecuada, a pesar de que el contrabajo retumbaba que daba gusto, y demostró que su registro de voz es igual de impresionante o más que en el estudio.

The Chameleons

Con el sol todavía sin dar tregua en el escenario Ray-Ban, The Chameleons aparecieron sobre las tablas para dar un auténtico espectáculo de post punk. Mark Burguess y los suyos hicieron bailar a todos los que, ignorando el sol de justicia que les caía encima, se reunieron ante el escenario. De hecho, se pudieron ver hasta familias con niños bailando al son de temas como la absolutamente maravillosa Soul in isolation o Monkeyland.

The Chameleons estrenaron un nuevo tema en directo, Heaven, y como catarsis al conciertaco, Mark Burgess se bajó a las primeras filas e interactuó con el público en Second Skin. Una pena que estuviera programado tan temprano y que solo durase una hora, pero con tanto grupo en el cartel es imposible que llueva a gusto de todos (toma expresión rancia) y, a decir verdad, fue todo un logro que hubiera tanta gente teniendo en cuenta que Jeff Mangum estaba dándolo todo en el Auditori Rockdelux.


Rufus Wainwright



Rufus Wainwright, a quien decidimos ver un rato antes de partir hacia Mordor, es decir, el escenario Mini, para ver a Girls, derrochó carisma y buenas artes en el escenario, aunque el repertorio elegido fue más bien poco festivalero. Presentando su último disco, 'Out of the Game', del cual sonaron temas como el que da título al álbum o Jericho, Wainwright estuvo tremendamente nostálgico y familiar durante el concierto.

Para empezar, invitó a Krystle Warren, una de las fantásticas coristas con la que contaba el cantante, a cantar I don't know, un tema de su madre, Kate McGarrigle, que acaba de fallecer. Para no desmerecer a su otro progenitor, también cantó un tema de Loudon Wainwright, One man guy. Y, por si fuera poco, también cantó Montauk, el tema dedicado a su hija recién nacida, Viva Katherine, y que forma parte de su último álbum.

Como cotilleo: Viva Katherine es hija biológica de Lorca Cohen, la hija del grandísimo Leonard Cohen, aunque la niña la van a criar Rufus y su novio, Jorn Weisbrodt. Es culpa de Rufus, por sacar el tema durante el concierto.


Girls

Con el concierto medio empezado, hemos de reconocer, llegamos al escenario Mini para ver si Girls son realmente para tanto. Y sí, lo son. Con los micrófonos y el resto del instrumental adornados con flores, Christopher Owens, Chet 'JR' White y compañía, acompañados por unas fantásticas coristas, hicieron un repaso a su carrera, poniendo especial hincapié en 'Father Son Holy Ghost', su último trabajo, al que corresponden canciones tremendamente coreadas como Honey Bunny o Vomit, dos de los singles extraídos de este LP.

No faltaron temas como Heartbreaker o Lust For Life, pertenecientes al segundo y primer álbum respectivamente, que hicieron bailar al personal. Eso sí, cuando intentamos averiguar qué temas habían tocado en primer lugar, allí nadie se acordaba, incluidos fans que llevaban la camiseta del grupo. "Tú pon que lo han hecho muy bien". Pues eso, muy buen concierto de los de San Francisco, a pesar de algún acople de sonido aislado que Chet White resolvió al instante.

Por cierto, a pesar del 'outfit' de lo más 'cool' que lucía Chris Owens en el concierto, se le vio paseándose por la zona VIP con la camiseta del Barça. Qué pena no tener foto del momento, desde luego, aunque nos quedan las que postea él mismo en Twitter.


The Cure

El mismo 1 de junio la organización del Primavera Sound anunció que el concierto de The Cure se iba a prolongar "quince minutos más de lo previsto". No sabemos a qué hora tenían previsto que acabasen -en algunos horarios que pululaban por la red ponía que a las 0.00 de la noche- pero el caso es que la esperadísima banda gótica se tiró en el escenario San Miguel desde las 22.10 hasta la 1.10 de la madrugada. Tres horazas de concierto.

Para ser justos, diremos que el show empezó genial. Que si apertura épica con Plainsong, que si Pictures of you por aquí, que si Just Like Heaven por allá... Todo era alegría y jolgorio en el abarrotadísimo escenario San Miguel. Pero, tras pasar la barrera de la hora y media, la cosa empezó a cambiar, al menos para los que no se sabían la discografía completa de The Cure al dedillo. Aparecieron temas de 8 minutacos como From the Edge of the Deep Green Sea, y no se volvieron a ver hits desde Friday I'm in love hasta el segundo bis.



Sí, segundo bis, porque hubo tres, señores. En el primero tocaron Fight, en lo que fue la primera interpretación en directo del tema desde el año 1986, en el segundo se decidieron con Close To Me, que rodearon por Dressing Up, canción que no tocaban desde 1996 y Just One Kiss, que no habían tocado en directo antes. Y, finalmente, en el tercer bis volvieron a meterse al público en el bolsillo con Boys Don't Cry y aquí no ha pasado nada.

No es que nos parezca mal que hagan un concierto exhibición y para fans muy entregados, por supuesto que no. Pero en un festival, por muy cabeza de cartel indiscutible que seas, tocar tres horazas de concierto hasta la 1 de la madrugada con rarezas salpicadas por algún que otro tema conocido -por exagerar-, es una temeridad. Y, por supuesto, tocar temas casi inéditos en directo en los bises es tener mucha mala leche. Eso sí, los que compraron la entrada de día por Robert Smith y compañía pueden estar contentos, desde luego, que tuvieron The Cure para rato.

Además, los silencios con los que nos torturaban entre canción y canción se hacían interminables a medida que avanzaba el concierto y se aproximaba la hora de ver a M83, todo sea dicho. Apuntes finales: Robert Smith llevaba escrito en el cuerpo de la guitarra 'Citizens, not subjects'; los fotógrafos del Primavera Sound tienen muy mala hostia, mirad esta foto si no lo creéis; este Celebrities de Joaquín Reyes en La Hora Chanante supera cualquier crónica que podáis leer; y, a pesar de todo, merece la pena muy mucho ver un concierto de The Cure en tu vida. Eso sí, mentalízate primero.

M83


Para ser sinceros, como ya sabíamos que acabarían con Boys don't cry y M83 estaba a punto de comenzar, nos fuimos al escenario Mini unos minutos antes de que The Cure acabasen. Nada más comenzar el concierto, un ser indeterminado apareció disfrazado con la máscara que se puede ver en la portada del single Midnight City. Mientras tanto, se escucharon las primeras notas de Intro, el tema que M83 grabaron con Zola Jesus pero que en directo fue sustituida por Morgan Kibby, la fantástica teclista que los acompaña en directo.

Con el público en el bolsillo desde antes de comenzar, Anthony agradeció a los allí presentes el apoyo y se mostró sobrecogido por la cantidad de personas que allí había reunidas. Tras tocar temas de álbumes pasados como la fantástica Teen Agnst, de 'Before the Dawn Heals Us', o We own the sky, de 'Saturdays = Youth', Gonzalez y compañía regalaron al público el tema que esperaba: el hitazo colosal Midnight City.

Aunque la cosa no acabó ahí. Para finalizar, el concierto acabó in crescendo con el absolutamente maravilloso tema instrumental Coleurs, extraido también de 'Saturdays = Youth', que fue la guinda perfecta para un show emocionante que acabó con todos los festivaleros dando botes y con algún despistado sorprendido de que M83 tuvieran más canciones buenas aparte de Midnight City.


The Rapture



Aunque, si M83 nos subió el ánimo y nos dejó con un sabor de boca de lo más dulce, los protagonistas de la noche -con perdón de Robert Smith- fueron The Rapture. Da igual que no hayamos escuchado una voz más chillona y desafinada que la de Luke Jenner, los neoyorkinos son una auténtica bomba en el escenario. Si ya cuando los escuchas en su versión de estudio es imposible no ponerte a bailar a menos que seas Stephen Hawking, y aun así fijo que movería la silla de ruedas -a lo mejor me he pasado con el humor negro, perdón- si estás en un concierto de The Rapture vas a acabar con agujetas sí o sí. Garantizado.

Empezaron con In the grace of your love, uno de los temas más aclamados de su último álbum, al que le da título, por cierto, para luego hacerse un combo tocando tres de sus jitazos practicamente sin respirar: Whoo! Alright - Yeah Uh...Huh., House of Jealous Lovers y Echoes, canción que aparece en la cabecera de la otrora magnífica serie 'Misfits' y razón por la que muchos estaban viéndolos en directo. Cuando ya parecía que se largaban del San Miguel, The Rapture volvieron al escenario para tocar How Deep Is Your Love. Para ser sinceros, esperaba que se la dedicasen al recientemente fallecido Bee Gee Robin Gibb, aunque su único parecido con el tema del trío disco sea el nombre, pero no pasó. En fin, se lo perdonamos.

Benga

A las 3 de la madrugada comenzó el espectáculo en vivo del productor de dubstep Benga, que, aunque muchos a esas horas, sobre todo los que no habían ingerido estupefacientes, ya parecían zombies AKA consumidores de sales de baño, consiguió levantar a todo el público reunido en el escenario Ray Ban, ya estuvieran en frente del escenario o en las gradas.

Animado por un señor de cuyo nombre no tenemos ni idea pero que nos recordaba a Pitbull por su habilidad para lanzar al aire frases en español sin venir a cuento (afortunadamente el parecido acababa ahí), Benga dio un auténtico espectáculo: que si manos arriba que si "make some noise" que si sacamos a la cantante Marlene Strand a que se haga un 'featuring'... Muy recomendable en directo, sí señor.

Nosotros, de hecho, estamos enganchadísimos al nuevo single de Benga, Icon, que presentó en el Primavera Sound con la voz de Marlene. Sí, es comercial a más no poder, pero de cosas 'mainstream' también vive el melómano, ya nos pondremos a los Charmeleons después para compensar.

En resumen...

Segundo día del Primavera Sound totalmente abarrotado por los cuatro costados, con Robert Smith y compañía como protagonistas y cebo indiscutible de la jornada, que acabaron dando un concierto para "especialistas" en The Cure y no para el público de un festival. Se vieron bastantes familias que se llevaron los niños a disfrutar del espacio Mini Música y a engancharlos como buenos manipuladores a la buena música desde enanos y fantástico fin de fiesta con Benga.

Eso sí, bajonazo que se cancelaran los Melvins y decepción absoluta de los Sleigh Bells, cuya sección rítmica estaba grabada o el técnico que la controlaba no compartió escenario con ellos y cuya líder, Alexis Krauss, no da la talla en directo, y solo se dedica a dar botes por el escenario mientras luces estroboscópicas taladraban a los pocos que decidieron sacrificar a The Cure por ellos.

No los hemos comentado aparte porque, a decir verdad, los vimos en apenas un par de temas -Robert Smith, a pesar de todo, nos llamaba demasiado, y ambos conciertos se solapaban- pero hemos comprobado que no nos perdimos nada espectacular leyendo otras crónicas. Una pena.

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