'Blancanieves y la leyenda del cazador' belleza estética y lucimiento de Charlize Theron

'Blancanieves y la leyenda del cazador' es exactamente lo que se esperaba de ella: una aventura épica, muy entretenida y que tiñe la historia de Blancanieves de un tono oscuro. Pero una vuelta de tuerca a esta idea preconcebida no hubiera estado de más.

Es una película que peca de lo mismo que sufre la reina Ravena: extremadamente bella por fuera, pero falla algo por dentro. Aunque en honor de la película, no llega a esa podredumbre interior que sufre el personaje de Charlize Theron, grandísima en su interpretación.

La película decide abandonar la esencia de cuento de hadas tras el prólogo, pero no es una idea que se mantenga. Ciertos momentos demasiado mágico-oníricos descompensan la película y dudas de para quién va dirigida. La magia sólo debería ser negra.

Con respecto al casting, repetiremos mil veces que Charlize Theron es maravillosa: es mala y débil al mismo tiempo, es bella y horrible. Pero es bella hasta de vieja. Seguimos sin entender la presencia Kristen Stewart: por mucho que se justifique que la belleza es interior y que aparezca más guapa de lo habitual, esta actriz no era la mejor opción, sin duda. Su talento interpretativo tampoco justifica la elección, aunque está mucho más acertada que en otras ocasiones.

Pero es una película que se disfruta en el asiento del cine, con sus batallas, sus efectos de postproducción y su fantástica tanda de enanos. No tanto por la tendencia chillona de todos los actores en lo que parece un fallo de dirección por parte de Rupert Sanders. El que no chilla es Chris Hemsworth, sino que se dedica a poner la voz más grave posible.

'Blancanieves y la leyenda del cazador' es lo que cabía esperar, pero en el fondo se esperaba algo más.