Crítica de 'Declaración de guerra', una película que merece ser vista

'Declaración de guerra' es una película que gusta, gusta mucho cuando la ves. Pero gusta mucho más cuando conoces sus causas y razones de ser. Se ha dicho mucho de ella, pero lo que mejor la define, sin duda, es que es una película valiente.

Valérie Donzelli y Jérémie Elkaïm son los máximos creadores de la película. Ellos han escrito el guión, ellos lo protagonizan, ellos lo han vivido. Además, ella lo dirige. Lo han vivido porque el argumento parte de una historia personal y muy íntima. Juntos tuvieron un hijo, Gabriel, al que dedican la película y que interpreta a su alter-ego.

Gabriel sufrió una enfermedad grave y Valérie Donzelli y Jérémie Elkaïm tuvieron que afrontar ese proceso. De esa experiencia surge 'Declaración de guerra'. No es una película sobre enfermedad infantil, es la historia de una relación que se ve marcada por una experiencia muy dura.

Pese a contar una historia propia, tan trágica y desde un punto tan personal, 'Declaración de guerra' no cae en la compasión ni en la condescendencia. Rehuye la pornografía emocional y no juega con la tensión del espectador. La curación o no del niño se conoce desde el principio de una película que se articula en flashback.

Además, está aderezada por sutiles notas de comedia, en algunos casos muy oscura (la escena de la cama del hospital) que convierten a 'Declaración de guerra' en una película única de obligado visionado.