Muerte en el Nilo: La Trinidad sangrienta, explicada

ADVERTENCIA: Lo que sigue contiene spoilers de "Muerte en el Nilo", ya en los cines.

Muerte en el Nilo adaptó la novela homónima de Agatha Christie de 1937, centrándose en un misterio de asesinato mientras la barcaza Karnak recorría el río egipcio. En el centro de la misma estaba el Hércules Poirot de Kenneth Branagh, un detective de fama mundial que cayó en otro caso después de la película anterior, Asesinato en el Orient Express.

Al principio planeaba irse de vacaciones, pero a su debido tiempo, una serie de muertes desveló una conspiración masiva, todo para asegurar la gran cuenta bancaria de alguien. Con esto en mente, vamos a diseccionar los tres asesinatos que formaron la sangrienta trinidad de Muerte en el Nilo, dando a Poirot todo un entrenamiento mental.

La Linnet Ridgeway de Gal Gadot fue la principal asesina

La Linnet de Gal Gadot tenía una gran fortuna, pero no era la persona más virtuosa. Meses antes de los acontecimientos principales de Muerte en el Nilo, le robó a Simon (Armie Hammer) su prometida, Jacqueline (Emma Mackey). Ahora, ella invitaba a una selecta fiesta a bordo del Karnak para celebrar su boda. Poco sabía ella que Jacqueline estaba asaltando y esperando en secreto la oportunidad de dispararle.

Después de que todos tuvieran una noche de copas, Linnet finalmente lanzó una diatriba contra Jacqueline. No se arrepentía de haber robado a Simon, pero sí de haber herido a Jacqueline, lo que sólo sirvió para enfurecerla. Cuando Linnet se retiró a la cama, Jacqueline discutió con Simon, que la insultó, lo que le valió un disparo en el pie. Bouc y los invitados que estaban despiertos lo atendieron mientras aseguraban a Jacqueline para que no se suicidara.

Sin embargo, no se dieron cuenta de que alguien se había colado en la habitación de Linnet y le había disparado en el cráneo mientras todos estaban ocupados en el piso de abajo. Louise, la criada de Linnet, la encontró a la mañana siguiente, dejando a Poirot en apuros, ya que muchas personas a bordo querían su herencia.

Louise fue descartada por un brutal tajo

A medida que avanzaba Muerte en el Nilo, Poirot no conseguía nada porque, aunque todos eran sospechosos, tenían coartadas. El misterio dio un giro aún más oscuro cuando el barco sacó el cuerpo de Louise del río. Estaba degollada, pero al analizar su pálido cadáver, encontraron dinero en ella.

Anteriormente, Poirot sospechaba que la criada había matado a su amante debido a su sórdido pasado con Linnet. Años atrás, un picapleitos intentó casarse con Louise, pero Jacqueline lo puso a prueba ofreciéndole pagar las deudas si abandonaba a Louise. Eso fue lo que hizo, y aunque Jacqueline demostró que tenía razón, no se dio cuenta de lo mucho que había roto el corazón de Louise.

Como también desapareció el collar de Jacqueline -algo que Louise siempre había adorado-, el detective pensó que la criada era la culpable. Sin embargo, los billetes de dólar insinuaban un chantaje, que era el caso. Louise estaba en el balcón fumando cuando el asesino entraba y salía del dormitorio de Linnet. Intentó cobrar, pero la persona la degolló en el hueco de la escalera para evitar cualquier posibilidad de que se chivara. Luego arrojaron su cuerpo por la borda.

Bouc se disparó cuando salieron a la luz oscuros secretos

Cuando Poirot se centró en la extorsión fallida, acabó sospechando de su propio amigo: el hombre que le invitó a la fiesta, Bouc. Resulta que la madre de Bouc, Euphemia, contrató a Poirot para que investigara a su hijo y a su novia, Rosalie, por lo que Poirot no estaba allí por accidente o por suerte. En su reconocimiento, descubrió que Bouc estaba arruinado, lo que no era un gran secreto, ya que Euphemia controlaba sus fondos.

Sin embargo, cuando Bouc indicó que debía informar a la ex de Louise de su muerte, Poirot vio esto como una bandera roja. Se dio cuenta de que Bouc no se apresuró a despertar a Linnet cuando Jacqueline disparó a Simon, para luego descubrir que Bouc sí fue a su habitación. Sin embargo, para entonces, Linnet ya estaba muerta y él vio la oportunidad de robar el collar que Louise admiraba. Planeaba empeñarlo para no necesitar más el dinero de su madre para casarse con Rosalie. Más tarde, Bouc vio quién degolló a Louise, pero cuando la sangre salpicó su abrigo, tuvo que tirarlo por la borda.

La ausencia de la emblemática prenda de Bouc hizo pensar a Poirot que éste lo hizo para deshacerse de la sangre de Louise, pero Bouc confesó que era un mero testigo. La razón por la que no podía delatar a las mujeres muertas era que tendría que explicar sus turbios movimientos anteriores. Eso le habría confirmado como ladrón, provocando que Rosalie lo dejara. Desgraciadamente, justo cuando estaba a punto de decirles a Poirot y a Simon quién había matado a Louise, alguien, al otro lado de la ventana, le disparó. Poirot no consiguió atrapar al tirador en una acalorada persecución, pero mientras lamentaba la muerte de su camarada, sabía que se estaban cubriendo las huellas y que se estaba acercando.

Vea cómo estos asesinatos anclan el caso en Muerte en el Nilo, ya en los cines.

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