10 mejores puzzles de santuarios en Tears Of The Kingdom

Uno de los componentes clave del fenomenal The Legend of Zelda: Breath of the Wild de Nintendo eran los numerosos santuarios que el jugador tenía que visitar para subir el nivel de salud y resistencia de Link. Aunque los jugadores podían saltarse por completo estos santuarios, el juego resultaba increíblemente difícil porque Link no podía recibir ningún golpe y le costaba esquivar con una resistencia mínima.

La esperada secuela, Tears of the Kingdom (TotK), ha mantenido intacta esta mecánica. Los santuarios ofrecen un amplio abanico de puzles y combates para enseñar a los jugadores a utilizar las mecánicas del juego y poner a prueba sus habilidades para resolver problemas. Con más de 150 santuarios, existen muchos tipos y desafíos diferentes, pero algunos destacan.

El Santuario de Kyononis es uno de los santuarios que la mayoría de los fans coinciden en que es imprescindible completar al principio del juego. Aunque el santuario es simplista, enseña a los jugadores valiosas habilidades de combate que incluyen cómo esquivar los ataques entrantes, cómo usar un esquive para crear una apertura para contraatacar y cómo realizar una voltereta hacia atrás que puede crear una oportunidad para golpear al enemigo.

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El santuario también enseña a los jugadores a parar los ataques entrantes con sus escudos y a utilizar ataques cargados. Estos movimientos parecen sencillos, pero sin conocer los comandos adecuados para llevarlos a cabo, los jugadores pueden tener dificultades para entender qué hacer en situaciones de combate intenso. Podría decirse que este es uno de los santuarios más útiles de todo el juego para garantizar la supervivencia de Link.

De todos los puzles de santuario de Lágrimas del Reino, el Santuario de Zakusu puede que sea uno de los más divertidos, ya que implementa la satisfactoria mecánica del escudo emergente. Sin embargo, llegar a él es un poco complicado. El santuario se encuentra justo al lado del Manantial de la Sabiduría, pero para desbloquearlo, los jugadores deben lanzarse al cielo con la Torre de Vista Celeste del Monte Lanayru y aterrizar en una plataforma flotante en el mapa celeste.

Hay unos cuantos escudos y un escudo ya fusionado con un trineo cerca del punto de activación del santuario. Recógelos antes de activar el santuario y desciende con el escudo por la rampa nevada. Link aterrizará en la ladera de la montaña y atravesará en trineo varios aros brillantes para desbloquear este santuario. A partir de ahí, Link entrará en un desafío de campo de pruebas que le despojará de todo su equipo. Estos santuarios de estilo son especialmente desafiantes porque el jugador debe vencer a poderosos enemigos con recursos limitados.

El Santuario de Sifumim es otro desafío que despoja a Link de toda su armadura y sus poderosas armas, dejándole sin nada más que el simplista equipo que ofrece el santuario. Lo interesante de este santuario, sin embargo, es que Link depende más de sus artilugios que del combate real para derrotar a los enemigos constructo que hay en su interior.

Este santuario ayuda a resaltar lo útiles que son los artilugios de Link en situaciones de apuro. Utilizar métodos ulteriores suele ser mucho más eficiente que entablar un combate frontal. No tiene mucho sentido luchar contra enemigos más poderosos que Link cuando éste puede eliminar la plataforma en la que están encaramados.

Situado cerca del Establo del Bosque, Ekochiu es otro santuario que enseña a los jugadores a utilizar una mecánica fundamental del juego. Este santuario debería ser uno de los primeros puzles que complete el jugador.

Este santuario pone de relieve la eficacia de la habilidad Recuperar y las situaciones en las que se puede utilizar. También muestra cómo Link puede combinar varias habilidades para lograr un objetivo. En el santuario de Ekochiu, usa Ultrahand y Recall para mover plataformas a través del puzle y poder cruzar. Muchos santuarios que utilizan Recall emplean esta habilidad para moverse por zonas complejas, pero también es un gran método para el combate.

Este santuario inutiliza todos los ataques de Link, excepto lanzar objetos al constructo. Aunque este santuario suene extremadamente simplista (¡porque lo es!), es una información vital para TotK. En Breath of the Wild, los jugadores tenían que comprar flechas de fuego, hielo y bomba. También podían conseguirlas derrotando a determinados enemigos, pero TotK ha cambiado todo eso.

Ahora Link puede simplemente cultivar objetos consumibles como la Fruta de Fuego. Como se demuestra en este santuario, Link puede lanzar estos objetos a los enemigos y causarles un daño considerable. También puede convertir flechas en tipos de daño específicos equipando estos objetos a las flechas antes de dispararlas.

El santuario de Ishodag es un santuario relativamente fácil de desbloquear al principio del juego, pero el desafío es engañosamente complicado. Este rompecabezas gira principalmente en torno a aprender a usar el abanico Zonai. En primer lugar, los jugadores deben colocar uno plano en el suelo para utilizar la corriente de aire para planear hacia arriba. A continuación, fijarán un ventilador a un tablón de madera para crear una balsa improvisada, aunque las diferentes colocaciones del ventilador darán lugar a distintas eficiencias de funcionamiento de la balsa.

Por último, los jugadores tendrán que ingeniárselas para fijar varios abanicos a varias superficies con el fin de alcanzar tanto el cofre del tesoro como la meta. Aunque la solución para este santuario es sencilla, si es la primera vez que el jugador trabaja con los abanicos, es fácil que se despiste. La lección aprendida en el santuario de Ishodag aparecerá por todas partes en Hyrule.

El Santuario Susuyai es otro santuario de estilo básico que enseña a Link a utilizar una mecánica básica del juego. En el Santuario Susuyai, todo consiste en construir objetos que ayuden a Link a viajar. En realidad, los jugadores pueden engañar al sistema cogiendo un carro preconstruido de la primera sección y moviéndolo por el santuario con Ultrahand.

Sin embargo, los carros preconstruidos están ahí para ayudar a enseñar a los jugadores a fabricar los suyos propios. Este santuario también demuestra cómo una construcción puede volver a dividirse en partes más pequeñas y utilizarse de formas completamente distintas.

El Santuario de Orochium combina lo mejor de un divertido y desafiante puzle de Legend of Zelda. Este santuario obliga a los jugadores a utilizar una amplia gama de habilidades de su arsenal, incluyendo múltiples habilidades de Link, destreza en combate y pensamiento crítico.

Orochium también requiere un poco de suerte, porque el puzle está lleno de láseres que abrirán el suelo bajo los pies de Link. La mayoría de estas trampas harán que Link caiga en picado hacia la muerte, pero hay un caso en el que eso es exactamente lo que Link debe hacer. Encontrar ese punto dulce es la clave para completar este santuario.

El rompecabezas del Santuario de Jiukoum gira enteramente en torno a la construcción de formas ideales con pizarras básicas para deslizarse por los raíles de la trituradora sin caerse. Si las creaciones de Link no pueden llevarlo de un lado a otro de forma estable, Link se caerá de los raíles y caerá al abismo que hay debajo.

Aunque las construcciones para este santuario son relativamente sencillas, demuestran las múltiples formas en las que se puede usar una pizarra de forma efectiva, y no deja mucho margen para el error, lo que significa que el jugador debe ser exacto con sus construcciones para sobrevivir.

Si alguien recuerda el puzle del laberinto de Breath of the Wild, puede que le asuste el Santuario Mayaotaki. Se trata de uno de los santuarios más complejos y difíciles del juego, que requiere muchas habilidades diferentes para recorrerlo con éxito. Básicamente, los jugadores deben recorrer un enorme laberinto lleno de obstáculos, callejones sin salida, notas que leer y montones de piñas.

Hay muchas formas de atravesar el laberinto para encontrar el santuario y sus recompensas, pero es difícil recorrerlo y puede frustrar a los jugadores. Sin embargo, el cofre del santuario ofrece un diamante como recompensa, así que merece la pena.