10 maneras en que las películas de Harry Potter han envejecido bien

La franquicia de Harry Potter no sólo ha resistido el paso del tiempo, sino que sigue siendo increíblemente popular, hasta el punto de que se siguen contando historias derivadas a través de múltiples medios. El primer libro se publicó en 1997, mientras que la primera película se estrenó en 2001.

Veinte años después, los fans siguen enamorados de la serie hasta el punto de poder citar las películas. Estas películas tienen una actuación espectacular, música, efectos y una premisa única. Tiene una trama sencilla con una complejidad creciente que hace que la serie sea interesante pero fácil de seguir para los nuevos fans.

10 Las películas crean un mundo intemporal

Las películas no son muy anticuadas porque no están arraigadas en las tendencias actuales. Introducen a los espectadores en un mundo totalmente nuevo.

Aunque los personajes siguen estando técnicamente en la Tierra, el mundo mágico en el que residen se oculta a los no mágicos de forma fantástica pero creíble. La mayoría de los chistes siguen siendo válidos y tienen sentido incluso desde una perspectiva moderna.

9 Hogwarts es un escenario perfecto

Hogwarts es un lugar que resulta tan familiar como extraño. Mucha gente está familiarizada con la enseñanza que se imparte; los alumnos se sientan frente a un profesor para recibir instrucciones, leen los libros de texto, van a la biblioteca a estudiar y hacen los deberes.

Hogwarts es también mucho más que eso, ya que alberga clases que enseñan a los alumnos a realizar hechizos mágicos, fantasmas, escaleras encantadas y mucho más. Es un lugar tan único que muchos ávidos fans que cumplen once años esperan conseguir una carta de Hogwarts.

8 La primera película es una sólida introducción para los recién llegados

Gracias al hecho de que Harry es tan nuevo en el Mundo de los Magos como los primeros espectadores, las películas se toman el tiempo necesario para explicar la jerga de los magos y las criaturas mágicas. Hay mucho que asimilar, pero las películas hacen un excelente trabajo al tomarse el tiempo para respirar.

Este ritmo permite a los espectadores apreciar todas las cosas mágicas que ocurren en la pantalla frente a ellos. La primera película también tiene la trama más sencilla, lo que permite más tiempo para la construcción del mundo.

7 Muchos de los efectos siguen vigentes

A pesar de su edad, los efectos de las películas aún se mantienen. El basilisco es tan aterrador como siempre, y Dobby sigue pareciendo de carne y hueso (es decir, hasta Harry Potter y las reliquias de la muerte).

Incluso Buckbeak, el hipogrifo, parece algo sacado de Fantastic Beasts. Aunque no todos los efectos eran perfectos, fueron mejorando con cada instalación.

6 El cine madura con el propio Harry

Lo que a muchos fans les gustaba de las películas era el hecho de que éstas maduraban tanto con Harry como con el público. A medida que Harry envejecía, se enfrentaba a obstáculos cada vez más difíciles, y se veía obligado a madurar rápidamente para poder sobrevivir.

Harry aprendió más y más sobre el mundo y el lado oscuro del Mundo de los Magos. Sin embargo, la personalidad principal de Harry se mantuvo constante a lo largo de la serie.

5 Hay un elemento de misterio y grandes giros

Las películas presentaban atractivos misterios con respuestas no tan obvias. Una y otra vez, los fans tenían que preguntarse si Snape era realmente malvado, o si simplemente le caía muy, muy mal Harry.

Especialmente en las tres primeras películas, era difícil determinar quién era el verdadero villano. Sin embargo, había suficientes pistas sutiles que los fans captarían al volver a verlas.

4 Voldemort es un gran villano

Voldemort es un villano memorable tanto por su carácter como por su diseño. Comenzó siendo un joven apuesto que utilizaba su apariencia y su encanto para conseguir lo que quería, y tras dividir su alma para conseguir algo parecido a la inmortalidad, se volvió menos humano y más parecido a una serpiente.

Era cruel, calculador, pero sus intentos de mostrar amabilidad a sus seguidores eran tan extraños y poco sinceros que resultaban graciosos. A día de hoy, los fans todavía se ríen del incómodo abrazo que le dio a Draco Malfoy en la última película.

3 Las películas son fieles a los libros

En su mayor parte, las películas son fieles a los libros. Sólo las tres últimas películas se toman algunas libertades más con las historias. Aunque hubo que omitir algunas cosas para ajustarse al tiempo limitado de una película, las películas mantuvieron los puntos más cruciales de la trama y siguieron contando historias cohesionadas.

Las películas, sobre todo las primeras, son las más memorables con diferencia, e incluso se citan más veces que los propios libros.

2 El séptimo libro se dividió en dos películas

A poca gente le gustaba la tendencia de dividir una historia en dos películas. Por lo general, esto daba lugar a una primera parte en la que sucedía muy poco, y a una segunda parte sobrecargada. Sin embargo, esto era necesario para la séptima instalación de la serie. Los libros eran tan gruesos que a la gente le costaba llevarlos de un lado a otro, y el séptimo no fue una excepción.

Dada la búsqueda de Harry de las Reliquias de la Muerte y de los Horrocruxes, una sola película habría resultado demasiado apresurada y habría eliminado muchas escenas. Además, en muchas ocasiones Harry y sus amigos se sentían frustrados por la lentitud de su búsqueda, por lo que encontrar los Horrocruxes en el lapso de una hora de película habría hecho que su viaje pareciera demasiado fácil.

1 Los personajes y los actores son memorables

Aunque muchos de los fans se quejan de la actuación de los actores infantiles, los actores adultos son fantásticos e incluso encajan perfectamente en los personajes que interpretan.

Alan Rickman consigue un Severus Snape intimidante y sarcástico, y Maggie Smith representa perfectamente a la severa pero amable Minerva McGonagall. Las películas han hecho más elecciones de reparto fantásticas que malas.

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