Una historia de 'X-Men: Apocalipsis', el monopolio y Disney

¿Esconde tras su saga mutante 'X-Men: Apocalipsis' un alegato contra el monopolio? ¿Es Disney el Apocalipsis del mundo del entretenimiento actual?

Año 2016. Vivimos tiempos interesantes para los aficionados a las películas de superhéroes y el cine blockbuster en general. No solo ya por la cantidad de producciones que nos llegan, sino porque parece estar alcanzando cierto grado de madurez, con el que -sin dejar de ser films cuyo objetivo principal es el entretenimiento- se las están ingeniando para ofrecer ideas que dan para mantener interesantes conversaciones más allá de si Hulk es más fuerte que La Cosa.

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Supehéroes. No solo hostias

Esta mañana sin ir más lejos tuve oportunidad de entablar un estimulante intercambio de ideas sobre 'X-Men: Apocalipsis' con un compañero aficionado, hablando de como -aparte de como fuerza de retroceso y encarnación del fanatismo religioso más sibilino- el villano de de la nueva película de los X-Men funciona a la perfección además como herramienta totalitaria de homogenización, frente a eses estandarte de la diversidad que son los discípulos de Xavier. A partir de aquí podemos entrar en moderados SPOILERS de 'X-Men: Apocalipsis', siendo la cuestión principal cómo dicha representación que Bryan Singer y Simon Kinberg ofrecen de Apocalipsis se puede trasladar a campos tan amplios como la religión, la cultura o cualquiera de los campos relacionados con las ideologías en general.

Demasiado frecuentemente se ha visto a lo largo de la Historia la situación en la que una forma de pensar, de vivir o directamente de ser se ha tratado de imponer a la fuerza sobre las demás, dando lugar a episodios en los que se ha perdido en diversidad que no han dejado sino un gris erial yermo y monocromo. En la película, Apocalipsis busca controlarlo todo, por medio de erradicar el libre albedrío haciendo que todas y cada una de las personas de este mundo sean él. Normal que se las tenga que ver con los X-Men, quienes siempre han defendido la convivencia entre diferentes culturas, razas y formas de pensamiento, y que aquí alzan el puño contra la idea de una voluntad totalitaria única que monopolice el pensamiento de toda la población global.

Apocalipsis, el monopolizador supremo

Su sueño es dejar su marca en todo el mundo y remodelarlo a su imagen

Algo que en nuestro pasado ha ocurrido con religiones, facciones políticas o emporios que han crecido tanto que han terminado por someter a sus alternativas, y que bien tuviera el gusto de comentarme un compañero, podríamos estar viviendo ahora mismo en el mundo del entretenimiento. Ya hemos hablado en otras ocasiones de cómo la crítica especializada y parte del público esta entrando en una extraña dinámica, en la que todo lo que no se haga como el trinomio Disney-Marvel-Lucasfilms es poco menos que mierda. No es que ocurra siempre, ya que la nueva película de Alicia A Través del Espejo parece empeñada en convertirse en la excepción que va a romper la regla. Sin embargo, sorprende ver como todas y cada una de las películas que salen de ese grupo están consiguiendo un respaldo desorbitadamente favorable, mientras que lo que no sigue su fórmula se ve inexplicablemente masacrado.

'Del Revés', 'Zootopia', 'El Libro de la Selva', 'Capitán América 3: Civil War'.... Hasta 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' que casi todo el mundo coincide que no deja de ser un remake de la película original de La Guerra de las Galaxias que se limita a ir a lo fácil tienen unas valoraciones estratosféricas, no solo entre webs como IMBD o Rotten Tomatoes, sino en lo que podríamos denominar como opinión general. Y ojo, que nadie se equivoque, porque ni estoy diciendo que no se lo merezcan, ni que haya una especie de conspiración en la sombra a golpe de maletín. Pero sorprende el que todas y cada una de ellas sean películas con perfiles tan similares con ese aire jovial de buen rollo optimista y ligero, repleto de humor, color y siempre abierto para toda la familia.

¿Os suena?

Incluso cuando se dan éxitos de otras compañías como la gamberra 'Deadpool' -que sangre y humor zafio aparte tampoco deja de ser una película del mismo estilo- o el hit comercial de 'Jurassic World' también se mueven dentro del mismo estilo que las películas producidas por Disney Pictures. Dejando de lado honrosas excepciones tan apabullantes como 'Mad Max: Furia en la Carretera' -que tampoco es que fuera precisamente un éxito de taquilla-, la cuestión es que parece haberse iniciado una tendencia con la que cada vez que llega un blockbuster que se salga de esta fórmula, la opinión global parece decidida a masacrarla con tal contundencia que no parece haber término medio. O eres la mejor película de la historia, o una engendro abisal que tendrá peor valoración que 'The Room' de Tommy Wiseau.

Pudiendo incluir en este saco tanto a la inminente película de 'Warcraft: El Origen', como a 'X-Men: Apocalipsis' con su muy interesante propuesta de ciencia ficción con superhéroes o un 'Batman v Superman' que, aun con sus defectos, ni de lejos se merece peor consideración que la que tuvieron en su día 'El Increíble Hulk', 'Iron Man 2' o cualquiera de las películas de Thor, lo más llamativo de todo es que en todos y cada uno de estos casos, hay una serie de críticas que se repiten hasta la saciedad: “No hay suficiente humor”, “No es divertida”, “No hay suficiente distanciamiento irónico”, etc...

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"Le falta humor, se toma demasiado en serio a si misma"

La pregunta que le salta a uno en esta situación, es si es necesario que todas y cada una de las películas que nos llegan sean un festival de chistes y luces, y que todas y cada una deban de abordar su historia con esa ironía hipster a vuelta de todo. ¿No hay sitio para el drama? ¿No hay sitio para hilar pensamientos sesudos? ¿No hay sitio para ofrecer una épica más grande que la vida como fue El Señor de los Anillos de Peter Jackson? Usar estos términos como baremo de valoración, ¿es realmente objetivo, o lo que estamos diciendo es que no son buenas películas porque no se parecen lo suficiente a lo que hacen Disney, Marvel y Star Wars?

Si en 'X-Men: Apocalipsis' el villano pretende ser ese pensamiento único que monopolice todas las mentes del mundo, cuesta no pensar que en la vida real esté pasando algo similar, y que se estén homegeneizando los gustos del público hasta el punto de que si no hay un Tony Stark o Jack Sparrow de sonrisa y ceja arqueada, si no es mono o no es guay y amistoso lo rechazamos de forma inmediata. Y como ya digo, que nadie lo interprete como lo que no es, porque disfruto de 'Zootopia', 'Civil War' o 'El Libro de la Selva' como el que más. Pero también tengo claro que me gusta que las películas de los 'X-Men' sigan siendo coherentes a la muy interesante personalidad acuñada por Singer, Kinberg y Vaugh -donde no hay problema con el contenido explicito, y ante todo se busca hablar de la humanidad como siempre ha hecho el género de ciencia ficción y los X-Men- como también valoro que, a pesar de todo lo que ha fallado, Warner tratase de ofrecer algo tan interesante como único en 'Batman v Superman'.

¿De verdad necesitamos

que se nos repita el mismo perfil una y otra vez?

¿No disfrutaríamos de un mundo del entretenimiento mucho mejor si valorásemos cada propuesta según lo que nos ofrece en lugar de exigir que se parezca a lo que nos ofrece otra? En su batalla para evitar que ese villano milenario lo remodele todo a su imagen, la última película de los X-Men parece tenerlo muy claro proclamando que siempre será mejor un mundo en el que convivan una amplia variedad de voces. Yo no tengo otro remedio que darle la razón al discurso de 'X-Men: Apocalipsis' contra el monopolio, ya sea Disney o el propio Apocalipsis.